La facultad de Ciencias arrancó de la festividad de San Alberto Magno un compromiso de Ignacio Villaverde, rector de la Universidad de Oviedo. “Este centro tiene un hándicap, que son los espacios. Y nuestro compromiso es buscar una solución, y rápido”, afirmó Villaverde ante el decano de la citada facultad, José Manuel Noriega, y el resto de presentes en el acto de celebración del patrono, que cada año va rotando entre las facultades de Biología, Geología, Química y Ciencias.
Villaverde da por hecho que el traslado de Ciencias al campus de El Cristo –que depende de un complejo acuerdo a tres bandas entre Estado, Principado y Ayuntamiento– “va a ser muy a largo plazo”, al tener que producirse una triple voluntad política para una sofisticada operación de movimiento y traslado de equipamientos. Por ello, el Rectorado quiere buscar antes una respuesta a las necesidades de la facultad de Ciencias, “un terreno de futuro”, precisó Villaverde, “que no podemos permitir que el espacio nos limite”.
Grados como el de Matemáticas o el doble de Física y Matemáticas van creciendo en demanda, tanto laboral para los que salen graduados como de estudiantes para los que entran. Y la facultad se ha quedado muy pequeña. El Rector abogó por “una solución que nos alivie a medio plazo, digna y adecuada”, sin dar pistas sobre por dónde van los tiros porque, precisó, “no tengo plazos ni puedo dar un horizonte concreto”. Pero sí fue tajante a la hora de señalar que ya no es tiempo de “análisis” sino de “avanzar”. Y, como pequeña contrapartida a su compromiso, lanzó una petición a trabajadores y alumnos de Ciencias: “Necesitamos un poco de paciencia y tiempo. Es una solución compleja, que requiere adecuar espacios e inversión económica”.
Lanzó su promesa el Rector después de manifestar que “estamos muy orgullosos de esta facultad” y alabar cómo se sobrepusieron sus gestores a los rigores del covid-19. “Para todos ha sido una pandemia difícil, pero especialmente para esta facultad y la de Formación del Profesorado. Por sus problemas estructurales se enfrentaron a un reto complicadísimo”, reconoció Villaverde en referencia a la dura tarea que tuvieron ambos centros de estirar su menguante espacio para cumplir con las normativas de distanciamiento vigentes durante meses.
Recogió el guante el Rector de un problema esbozado en el acto por el decano de Ciencias, José Manuel Noriega, quien hizo un recorrido por los años de su gestión y destacó el actual “auge de las matemáticas”, por el que el Rectorado accedió a desdoblar en dos grupos el primer curso del grado, algo que agradeció a Villaverde. Noriega mencionó la “espectacular subida de las notas de corte” de las carreras matemáticas con más tirón en la facultad así como una posible “masificación” que “podría llevarnos a una futura reducción de plazas”. Recordó que este año se acumularon más de 200 personas en lista de espera para el grado de Matemáticas y “otras tantas” para el doble grado de Matemáticas y Física. Y advirtió de una “incertidumbre” de cara al futuro teniendo en cuenta los medios y profesores con los que cuenta la facultad: “O mantenemos el número de estudiantes actual, con la consiguiente disminución de la calidad docente; o disminuimos el número de estudiantes, no estando a la altura de las expectativas de la sociedad”. Se refirió al mencionar esas “expectativas” a la elevada demanda laboral actual de graduados en esas carreras.
La catedrática de Estadística María Ángeles Gil fue más gráfica a la hora de expresar, ante el público asistente al acto de San Alberto Magno, el auge de las Matemáticas. “Antiguamente, nosotros (los matemáticos) éramos raros. Los físicos eran raros pero vistosos”, afirmó con sorna para luego añadir: “Ahora nosotros hemos empezado a ser raros pero con glamour”. Gil, encargada de impartir la conferencia por la festividad, advirtió que “nuestros alumnos actuales tienen necesidades especiales por su excesiva facilidad de aprendizaje”. Su conferencia, en la que tuvo un sentido homenaje hacia su hermano fallecido Pedro, también catedrático y gran impulsor de las matemáticas en la Universidad de Oviedo, versó sobre el análisis de datos imprecisos y la importancia de la lógica difusa (“fuzzy”) – formulada por el matemático Lotfi A. Zadeh, doctor “honoris causa” por la Universidad de Oviedo–para su tratamiento estadístico.
