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El PP acusa al PSOE de “dividir” con la oficialidad por “motivos electoralistas”

La consejera de Cultura afirma en la Junta que la partida de este año del asturiano es inferior a las de 2009 y 2010

El debate sobre la oficialidad del asturiano vivió ayer un nuevo episodio en el pleno de la Junta General, que tendrá continuidad hoy en el turno de preguntas al Presidente. El portavoz adjunto del PP, Pablo González, responsabilizó ayer a los socialistas de “dividir” con la oficialidad “entre buenos y malos asturianos por motivos electoralistas”, en una interpelación a la consejera de Cultura, Berta Piñán, cuyo punto de partida era conocer “el impacto presupuestario de la potenciación del bable”.

Pablo González recordó que la ley vigente de promoción y uso del bable o asturiano fue aprobada por un gobierno del PP en 1998, “a la que el PSOE e IU presentaron una enmienda de totalidad” y añadió que “nunca estuvieron cómodos” con ese texto, porque “consagra la libertad de uso para que cada uno hable como quiera”.

El portavoz adjunto del PP contrapuso esa visión abierta del uso del asturiano “con el camino de la normalización que ustedes han abierto, para eliminar las diversidades y decir a los asturianos cómo deben hablar”. Y dio datos que, a su juicio, dejan en evidencia a quienes defienden que la oficialidad es necesaria para garantizar los derechos de los astur hablantes. “De 18.259 escritos presentados en el ayuntamiento de Gijón en 2018 sólo dos llegaron en asturiano, y al año siguiente, únicamente cinco. No hay derechos vulnerados, pero existe una dirección general a la que se asignará en esta legislatura más de 8 millones y medio de euros”, afirmó González.

La consejera de Cultura, Berta Piñán, replicó con el argumento de que “los 1,5 millones con que cuenta esa dirección general para este año son inferiores a los 3 millones que recibió en 2009 y a los más de tres consignados en el Presupuesto del Principado de 2010. “‘Falar’ es un derecho que se tiene que respetar y supone un patrimonio de Asturias y también de España, que es un estado plurilingüe”, defendió Piñán, quien sostuvo que “el problema de la normalización no es de índole presupuestaria sino jurídica”, para añadir que “el profesorado que imparte clases de asturiano no puede estabilizar su puesto en una oposición”. La consejera de Cultura también reiteró que el uso del asturiano no recibe recursos del Estado y de la Unión Europea por no tratarse de una lengua oficial.

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