Asturias es una región que siempre tiene algo que mostrar. Ya sea por su gastronomía, su naturaleza, su patrimonio su calidad de vida. Y es que incluso para los asturianos, el Principado es un territorio con muchos secretos por descubrir y con un sinfín de sorpresas capaces de seducir a todo tipo de viajeros. A sus innumerables atractivos de sobra conocidos se le unen parajes y rincones en los que uno no se detiene habitualmente y una gran variedad de propuestas de restauración y hostelería. La región cuenta con un sinfín de tesoros naturales que incluyen un hermoso litoral salpicado por villas marineras, y numerosas y plácidas playas, un interior repleto de tupidos bosques con aldeas en las que el tiempo parece haberse detenido, grandes ciudades y, por supuesto, sus siete espacios declarados Reserva de la Biosfera por la UNESCO como referencia de este auténtico paraíso natural.

Por todo ello, en cualquier época del año el mejor plan es Asturias, un paraíso que uno nunca se cansa de descubrir y redescubrir. Una y otra vez, el Principado sorprende, enamora y engancha a nativos y a foráneos. Por ello, no debe dejarse pasar la oportunidad de adentrarse en los innumerables atractivos con los que cuenta el Principado. En primavera, verano, otoño o invierno, el turismo regional siempre será inolvidable, puesto que Asturias enamora desde todos sus ángulos. Satisface por igual a los amantes de las playas y a los de los montes, a los que buscan descanso y a los que tienen sed de diversión, a los que disfrutan realizando visitas culturales y a aquellos que buscan conectar con la naturaleza, a los fieles a las viejas tradiciones y a los que tienen espíritu vanguardista... a los amantes del buen comer, a los deportistas... en definitiva, a todos y a todas. Y es que el Principado es una tierra diversa y original, una tierra tan plural como su nombre: Asturias.

Caminos del Norte

El Principado es una región maravillosa para caminar, y las rutas jacobeas que por ella discurren, las grandes olvidadas entre sus sendas. En el más absoluto de los ostracismos durante años, la labor de unos pocos pioneros, que con su esfuerzo personal y entusiasmo rescataron los itinerarios, y la sorprendente afluencia de caminantes de afuera, atraídos por unos paisajes únicos, acabaron por redescubrirlas para los propios asturianos, y hoy constituyen un valor cultural a desarrollar. Estos tres caminos del norte –Camino Primitivo, Camino de la Costa, Camino de San Salvador–, de siete, once y tres etapas por tierras asturianas respectivamente, destacan por la belleza de sus senderos, ofreciendo a quien los recorre maravillosas playas y acantilados, así como una bonita vegetación en montañas, valles y bosques.