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Sidra natural espumosa, bebida de moda: ¿sabes cuántas botellas se vendieron en 2021?

El sector se recupera de la pandemia con un incremento global de la producción del 32% y con récord de 8,3 millones de kilos de manzana

Sidra espumosa Luisma Murias

La sidra natural espumosa con marca de calidad, aunque todavía minoritaria en los llagares asturianos, se dispara en ventas y cada vez gana más terreno en los mercados de fuera del Principado. Según los datos del consejo regular de la denominación de origen (DOP), los pedidos de esta variedad crecieron un 36% a lo largo de 2021, pasando de 118.000 a 160.812 botellas en un solo año.

Las ventas de sidra espumosa apenas alcanzaban las 60.000 botellas hace seis años. De entonces acá, su crecimiento ha sido exponencial. Contrariamente a lo que sucede con la de escanciar, que se consume casi exclusivamente en el Principado, la mayor parte de la producción de la variedad espumosa se comercializa en el mercado nacional de fuera de Asturias, con un 65% del total. El 30% se vende en el Principado y un 7% se destina a la exportación.

El balance de la denominación de origen del pasado año, presentado ayer en Villaviciosa por los responsables del consejo regulador y por el consejero de Medio Rural y Cohesión Territorial, Alejandro Calvo, confirma que la marca de calidad se está recuperando del bajón de producción y ventas generado por la pandemia, regresando a la senda de crecimiento que sigue desde su creación hace ya dos décadas. Así, los 33 llagares acogidos a la marca elaboraron en 2021 un total de 6.107.056 litros de sidra, muy por encima de los 2.066.631 del ejercicio precedente. Traducido a botellas, el consejo entregó el año pasado a los llagareros un total de 4.091.000 precintas, lo que supone un incremento del 32% respecto a ese 2020 tan marcado por el covid. El 94% de las botellas que salieron al mercado fueron de la variedad natural de escanciar. Según puso de relieve el gerente de la denominación de origen Sidra de Asturias, Daniel Ruiz, el valor comercial del producto alcanzó los cinco millones de euros en 2021. “La mayoría de llagares coinciden en que las ventas de sidra con denominación de origen han aumentado de forma considerable con respecto a la común”, añadió Ruiz.

Un aspecto reseñable, y relacionado con las restricciones de la pandemia, es el aumento de las ventas de sidra natural tanto en los propios llagares como a través de pedidos online por internet, donde el crecimiento alcanzó el 22% con respecto al año anterior. El canal hostelero, en todo caso, sigue siendo muy mayoritario y acapara ocho de cada diez botellas que salen de los llagares, tras haber protagonizado también un repunte a la salida de lo más duro de la pandemia.

Si la elaboración en los llagares confirmó el inicio de la recuperación, 2021 fue un año de cosecha récord en las pomaradas, con un total de 8.360,3491 kilos de manzana de las 76 variedades de alta calidad que están acogidas a la denominación. Hasta ahora, la cifra máxima de recolección anual se había registrado en 2019, cuando se llevaron a los llagares 7,7 toneladas de manzana. Un aspecto muy positivo de la cada vez mayor incidencia de la sidra en el sector agroalimentario de la región es que haya 376 cosecheros inscritos en la denominación, una veintena más de los que había hace un años. Trabajan parcelas que suman 950 hectáreas de terreno y que se localizan en los concejos sidreros por excelencia. Su tendencia al alza la celebra especialmente, en su condición de productor, el presidente del consejo, Guillermo Guisasola, quien destacó ayer el valor económico de estas plantaciones para el medio rural y se mostró “optimista” respecto al futuro del sector.

“Cosechona”

La cosechona de manzana de 2021, un año bueno de vecería, hace prever que la elaboración de sidra bata récords a lo largo del presente ejercicio de 2022. Hasta le fecha, el mayor pico fueron los 5,7 millones de litros que salieron de los llagares de la región en el año 2019.

Alejandro Calvo, por su lado, destacó el gran trabajo desarrollado por el sector para superar la pandemia y también subrayó la especial relevancia que tiene el haber logrado que España haya confirmado la presentación de la candidatura de la Cultura Sidrera Asturiana a Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por parte de la Unesco. A su juicio, este 2022 tiene que ser “el gran año de la sidra” y en el que también se va a recuperar el consumo estacional de los turistas.

“Los datos que estamos viendo son históricos, algo a lo que nos empezamos a acostumbrar en el sector agroalimentario y que, en este momento, reconoce el buen trabajo de los productores y de los empresarios”, añadió Calvo. A su juicio, la candidatura de la cultura de la sidra a Patrimonio de la Humanidad supone un “espaldarazo” que permitirá que el sector “despegue y nos convirtamos de verdad en esa referencia nacional e internacional que debemos creernos todos que somos”.

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