Son todos los que están, pero no están todos los que son. Porque hay muchos más “Asturianos” que se espera captar e integrar. Así se llama el grupo de opinión que tuvo este viernes su puesta de largo en Nava y que reúne a profesionales de diversos ámbitos, muchos ya jubilados, con un objetivo en común: repensar Asturias, con una base asturianista pero no excluyente y sin condicionantes políticos, a través de la propuesta y debate de asuntos “de interés real” para la región.
En el propósito está que todas estas ideas surjan del propio pueblo y “contrarrestar” la tendencia a que los urbanitas “decidan en las ciudades qué le conviene a la aldea”.
Es en líneas generales la carta de presentación de esta especie de “think tank” –un término anglosajón cuyo uso poco gustará a buen seguro a sus integrantes, defensores de la lengua asturiana–, pero que resume muy bien lo que aspira a ser “Asturianos”: un laboratorio de ideas, una especie de centro de pensamiento o grupo de expertos que reflexionan sobre cultura, economía, sociedad...
En resumen, “sobre la aldea”, apunta Xuan Pedrayes, uno de sus miembros, arquitecto y especialista en ordenación del territorio. “Pon aldea, no campo”, defiende en lo que es toda una declaración de intenciones empezando ya por los términos empleados para hablar de este proyecto.
Junto a Pedrayes asistieron a la Casa de Cultura de Nava a la puesta de largo de “Asturianos” el escritor y secretario del grupo, Chema Vega; Xulián Fernández, exalcalde de Nava; José Álvarez “Pola”, agricultor y “ruralita”; el funcionario Pindy Díaz; José Manuel Menéndez, de la plataforma del Suroccidente; Duardu Puente; y Monchu García.
A todos les une una visión común de Asturias y una preocupación por los derroteros por los que va y llevan la región los gobernantes. Para cambiar la sociedad asturiana “desde abajo, desde arriba, y conducir una nueva ética” han elaborado un listado con ocho propuestas que abarcan el desarrollo rural, la ordenación territorial, el medio ambiente, el empleo, la cultura, etcétera.
Son las siguientes: optimizar los resultados de la investigación agraria del Serida ajustada a las necesidades del sector; una formación agraria acorde a las necesidades; transformar espacios públicos verdes por lugares más sostenibles y útiles; mejorar la programación de empleo y coordinarla con los ayuntamientos; facilitar la extensión universitaria en materia agroforestal; ampliar las técnicas de lucha contra plagas y enfermedades hortofrutícolas; favorecer la venta directa de verduras y frutas; mejorar el acceso a la tierra cultivable; respetar los usos y costumbres ancestrales de los pueblos; fomentar un servicio de sustitución agrario; y mejorar la líneas de subvenciones para limpiezas y desbroces.
