Al final de la charla con la que le dio la salida al Instituto del Conocimiento para el Avance de Asturias, el empresario Francisco Rodríguez resumió la misión, la visión y los valores de la plataforma de aglutinación y difusión de ideas que impulsa el exdiputado y exsenador del PP Isidro Fernández Rozada. “Está “está llamado a alzar la voz”, dijo, y empezó él. El presidente de Industrias Lácteas Asturianas (ILAS) pasó revista a las múltiples incertidumbres que acorralan al campo asturiano elevando el tono contra las “fuentes de competencia desleal” que manan de la protección que la legislación comunitaria empieza a otorgar, observa, a “las granjas de carácter industrial” frente a las “economías agrarias de raíz familiar” que dan sustento al sector en el Principado.

Activó Rodríguez la carga contra las ayudas por hectárea de la Política Agraria Común (PAC), denostó su materialización práctica en un peligroso desequilibrio favorable a los grandes latifundistas e invitó a los políticos españoles a “sacar billete a Bruselas” para defender un nuevo sistema de ayudas “no a la hectárea, sino a la explotación como tal”, que evite “la desaparición de la ganadería familiar y, por ende, el abandono del campo”. Su “selvatización”.

El título de su charla invitaba a una provocativa comparación entre Asturias y Normandía, dos regiones similares por su gama cromática de verdes, pero una escarpada y la otra llana como la palma de la mano. Dejó esa imagen en la retina de su nutrido auditorio, más de un centenar de personas a sala llena en la sede de la Cámara de Comercio de Oviedo, para poner en evidencia la necesidad de proponer, “como alternativa al inconveniente y peligroso crecimiento de las macrogranjas una política que se circunscriba a cada caso concreto del territorio de la UE”. Difícil, pero posible. “Si la voluntad existe, la solución también”, proclamó. “Sólo depende de la comprensión inteligente a la que obliga el hecho incontrovertible de la heterogeneidad del territorio agrario comunitario…”

Había hablado el empresario de la Reina de Inglaterra, y de los ingresos que llegó a recibir de la PAC, o de los de “siete magníficos” latifundistas españoles que no pueden comparar sus dos millones de euros al año con los 11.300 que perciben los pequeños agricultores o ganaderos. De las diez explotaciones ganaderas que desaparecen al día en la Cornisa Cantábrica… Se le escuchó decir que “la gente abandona el campo por falta de rentas” y pedir que no se le confunda con un “antieuropeo”. “Creo en la construcción de unos Estados Unidos Europeos”, unos que a sus ojos requieren “reformar profundamente lo que ahora entendemos por Europa” y conseguir que el continente “sea de verdad para todos, no para unos pocos”. Porque “fuera de Europa hace frío, pero el frío acecha antes a quien se queda sin trabajo y no tiene para comprarse una manta”.

Mencionó en este punto una macrogranja en el norte de China, “la mayor del mundo”, con 135.000 vacas, novecientos millones de litros de leche de producción anual y más de 155.000 hectáreas de terreno y dejó en el aire una advertencia, sabiendo que “los ingenieros agrónomos” no le dejarán mentir y que “no hay ninguna razón técnica que impida la creación de granjas de este porte”, peligroso para el modelo de explotación tradicionalmente asturiano.

Festejó el incremento de precios de la leche, “de un 25 por ciento desde el primero de abril”, y hablando de leyes precipitadas, llegó a la de la cadena alimentaria, en la que encuentra una falla fundamental al comprobar que se prohiben las ventas por debajo del coste “sin que ese coste oficial se dé a conocer”, de modo que “su aplicación práctica será inviable en el sector”.

“Desde fuera de la política”

Así echó a andar el instituto que su promotor, el exdiputado, exsenador y expresidente regional del PP Isidro Fernández Rozada, presentó como una plataforma para “trasladar conocimiento a Asturias”, nacida “del interés que siempre he puesto en conocer los problemas reales a través de las personas que se han ganado su credibilidad” y pensada para que “los partidos políticos tomen buena nota”. Después de una vida entera de primera línea política, y en la apertura de una etapa que pretende más vinculada a “lo social”, Fernández Rozada puso mucho énfasis en su propósito de “atraer” a la ciudadanía al debate de fondo “desde un ámbito ajeno a lo político” y en la convicción de que aquí “la persona es el eje”. La persona, su condición, sus méritos y conocimientos más que el encasillamiento ideológico, quería decir. El acto, eso sí, lo “amadrinó” la presidenta del PP asturiano, Teresa Mallada, y en el nutrido auditorio había una notable representación de la plana mayor del partido, del grupo en la Junta y el grupo municipal en el Ayuntamiento de Oviedo, empezando por el Alcalde, Alfredo Canteli. De poner el contrapunto ideológico se ocupó sobre todo el expresidente socialista del Principado Juan Luis Rodríguez-Vigil.

“No es este el momento apropiado para hacer política”, arrancó Mallada, que no se resistió sin embargo a “constatar una realidad, que esta región que conocimos como uno de los motores de España está en retroceso económico y demográfico” y trata de abrirse paso contra el lastre de “una alarmante carencia de hoja de ruta y una falta de liderazgo e ideas de futuro que nos hace perder peso en la economía nacional y se traduce en una pérdida de relevancia política, en una merma de presencia económica y en un retroceso social…”

“No es ideología”, quiso subrayar, “es una descripción de lo que veo como asturiana” y que justifica su aplauso para el Instituto de Fernández Rozada, ambiciosa tentativa de búsqueda de “respuestas prácticas y aplicables a los problemas de nuestra región sin limitación ideológica e independientemente de cualquier formación política”. Añadió que “Asturias necesita gente que sume, iniciativas y propuestas que sumen”, y agradeció este paso al frente que pretende “nutrir el pensamiento regional con propuestas de servicio a Asturias y convertirse en un motor de dinamización de nuestra región…” “Necesitamos las ideas de todos para construir la Asturias de todos”, concluyó.