Por vez primera en sus cuatro décadas de historia, los afiliados del Sindicato Médico de Asturias (SIMPA) acuden a las urnas para elegir a la cúpula de la influyente organización. Hasta la fecha, todas las renovaciones en el cuadro dirigente, que tienen lugar cada cuatro años, se habían resuelto con una lista de consenso. En esta ocasión, hay dos aspirantes a la secretaría general (cargo que desempeña el poder ejecutivo): el neurólogo José Antonio Vidal Sánchez y la médica de Urgencias Rocío Isabel Fernández Rodríguez. En ambas listas, de cuatro nombres para otros tantos cargos, figuran dos hombres y dos mujeres. De la candidatura de Rocío Fernández forman parte Javier Alberdi como presidente, Dolores Colunga como vicepresidenta y Miguel Ángel Gallego como tesorero. Alberdi y Gallego ocupan en la actualidad los mismos cargos que aspiran a renovar. La lista de José Antonio Vidal la integran Sonia Goyanes como presidenta, Begoña Paredes (vicepresidenta, su cargo actual) y Armando Paredes como tesorero. La campaña electoral comenzó ayer, sábado, y se prolongará hasta el día 15 de mayo. Las elecciones se celebrarán el 17 de mayo, martes.

José Antonio Vidal Sánchez, Médico especialista en neurología: "“El médico debe ser el líder del sistema sanitario y estar justamente retribuido”

José Antonio Vidal Sánchez (Gijón, 1966) se autodefine con dos palabras: “médico y luchador”. Especialista en Neurología, ha ejercido en cuatros hospitales de Asturias: HUCA (Oviedo), Álvarez-Buylla (Mieres), Valle del Nalón (Langreo) y, actualmente, el Hospital Universitario San Agustín (Avilés). Desde 2018, se dedica a tiempo completo al Sindicato Médico de Asturias (SIMPA) como presidente de la sección de Atención Especializada. Así responde a las preguntas planteadas:

José Antonio Vidal Irma Collin

¿Puede exponer los tres objetivos fundamentales que se plantea desde la secretaría general del SIMPA?

Hacerlo grande: mejorar las condiciones laborales, económicas y sociales de los facultativos, solo posible a través de la unión. Hacerlo participativo: tenemos que ser un sindicato abierto y transparente; hay que mejorar la relación con, desde y hacia los afiliados; la distancia entre los que dirigen y los afiliados genera desafección. Hacerlo fuerte: trabajo duro, conocimiento y negociación constante, que generen respeto y la valentía.

¿Cómo valora la aportación del sindicato en los cuatro últimos años?

Muy positiva a pesar de la dura situación. Nuestra coalición, Cemsatse, es mayoritaria en la Mesa Sectorial y en la Mesa General de la Administración, además de los comités de empresas de centros privados. También es cierto que la agónica situación de Atención Primaria y el estancamiento de muchas reivindicaciones parece retrotraernos a los tiempos prepandemia. Queda muchísimo por hacer.

¿Considera adecuadas las relaciones del sindicato con la Administración sanitaria en los últimos tiempos?

A nivel técnico, el Servicio de Salud del Principado (Sespa) presenta, por un lado, predisposición al diálogo; pero, por otro lado, no parece estar dotado de una buena capacidad resolutiva. A nivel político, tanto en lo dependiente de Función Pública como de la propia Consejería de Salud, el apoyo es invisible. El Consejero es gris y lejano, como nube de tormenta. Esta puede ser la razón de la disociación: prima el interés del político sobre el técnico gestor.

¿Trata bien el Principado a los médicos de la sanidad pública?

No, porque se carece de un modelo sanitario definido. Han descabezado los centros de salud y los hospitales, y sin líderes no hay avance. Nuestro modelo sanitario gira en torno al médico como el ejecutivo del sistema que toma las decisiones sanitarias de mayor impacto. Debe ser el líder. Debe ser justamente retribuido. A partir de ahí, sinergias y construcción.

“Para el SIMPA es muy bueno que haya elecciones; la democracia interna siempre oxigena las organizaciones”

¿Tratan bien las entidades sanitarias privadas a sus médicos?

No, aunque muchos crean que sí (incluso ellos). Aunque tradicionalmente parezca que aspectos como los retributivos compensan otros déficits, a la mayoría también les gustaría mejorar en aspectos organizativos o científicos. Los márgenes de beneficio y la innovación autoexigida hacen que tampoco el facultativo sea el centro. Lo es el beneficio económico.

¿Están bien pagados los médicos en la sanidad pública y en la privada?

En la pública, comparado con Europa, por supuesto que no. Un médico español gana la mitad que un francés y tres veces menos que un alemán. Los millennial nos darán una lección porque su visión global hará que no se queden para quejarse. Respecto a otras comunidades autónomas, las retribuciones en Asturias están entre las peores en aspectos fundamentales, como la hora de guardia (cuarta por la cola) o la carrera profesional (sin plan de encuadramiento extraordinario). En la sanidad privada, la variabilidad es altísima, y tampoco es comparable lo que se gana como autónomo o por cuenta ajena.

¿Considera problemático que un médico compatibilice la sanidad pública y la privada?

Para nada. Una reivindicación histórica es acabar con la ‘brecha salarial ideológica’. Perder más de 900 euros mensuales brutos por el mismo trabajo matutino que otro compañero no responde a ningún criterio objetivo. Si siguen así será imposible luchar contra la fuerza de la privada, y se irán los mejores.

¿Cómo ha incidido la pandemia de covid-19 en la situación de los médicos?

Se han vaciado, lo han dado todo y se ven igual o peor que al principio. El Principado no fue la comunidad más castigada con casos mortales o graves entre médicos, pero curiosamente las estadísticas se han tomado su desquite en este principio de año con las muertes encadenadas de varios compañeros. Y, encima, el paso de héroes a villanos sin pasos intermedios, con políticos mediocres que nos echaban la culpa.

Usted analiza la situación de los médicos asturianos y concluye que su principal demanda es…

Ser escuchados y ayudados a mejorar en su trabajo, para volver a ilusionarse. Ser retribuidos más justamente, de acuerdo a los estándares nacionales y europeos. Ser reconocidos de nuevo a nivel social y profesional, volver a ser referentes.

¿Están justificadas las quejas de los médicos de Atención Primaria?

Sí, incluso son muy débiles para lo que están soportando. Además de la sobrecarga asistencial, la falta de organización, la burocracia, la deshumanización, la irritabilidad contra ellos, la falta de reconocimiento, la voladura controlada del liderazgo y la insuficiencia financiera consentida. El diagnóstico es correcto: son la puerta de entrada, pero no en el sentido de recibidor, sino de portería.

¿Qué propone para proveer de médicos los hospitales de las alas y, más en general, las plazas de difícil cobertura?

Lo primero, definirlos. No siempre un puesto de difícil cobertura está en las alas. Lo segundo, incentivar el trabajo temporal en esas áreas, económicamente y también mediante sinergias con los grandes hospitales, favorecer el trabajo en red, favorecer la flexibilidad horaria y la conciliación. Para el personal que obtiene plaza, garantizar su derecho al traslado en tiempo razonable, acabar con los ‘secuestros técnicos’”.

¿Faltan médicos? Si su respuesta es sí, ¿cómo debería solucionarse esta carencia?

En la sanidad pública, sí y no. En términos absolutos, en la mayoría de especialidades faltan para cubrir mínimos de plantilla. Por otra parte, en términos relativos, es en gran parte una carencia funcional, particularmente en Atención Primaria: mientras los estamentos (enfermería, administrativos, médicos) trabajen aislados, sin relación ni reparto de tareas, y todo recaiga en el médico, no habrá médicos suficientes ni en mil años.

¿Cómo valora la evolución de los roles de los médicos y de las enfermeras? ¿Vamos a un choque de trenes?

Nosotros mantenemos una alianza estratégica con el Sindicato de Enfermería (SATSE) en la que ambos ganamos. Profesionalmente, siempre he tenido la suerte de trabajar con quienes conocían sus roles y sus competencias, y la ayuda mutua siempre ha sido enriquecedora. Los choques son intereses creados cuando se encuentran el empoderamiento interesado y el vacío de unos con la dejación de funciones de otros.

¿Está de acuerdo con el Colegio de Médicos en que las direcciones generales de la Consejería deben ser ocupadas por médicos?

Respeto profundamente a la asesoría jurídica del Colegio de Médicos, y estoy seguro de que su argumento tiene toda la corrección jurídica. Pero la cuestión política, como la sindical, muchas veces desborda el marco jurídico e incluso es motor de cambios en él. Una dirección general es un cargo político de confianza, y desde él se puede hacer buena o mala política sanitaria. Si es buena, exijo simplemente que la titulación sea la requerida legalmente, cuestión que aclararán los tribunales. Si es mala, nos tendrán enfrente esté quien esté y tenga la titulación que tenga.

¿Por qué durante 40 años de andadura del SIMPA nunca fueron necesarias unas elecciones y en esta ocasión sí?

Es un mecanismo presente en nuestros estatutos y este año no se alcanzó un acuerdo para candidatura única. Es tiempo de innovaciones y, personalmente, un formidable reto que vivo como un servicio al SIMPA.

¿Es bueno o malo para el sindicato acudir a las urnas?

Muy bueno. La democracia interna siempre oxigena las organizaciones. Es sacar lo mejor de varias partes para mejorar el todo.

¿Teme que el SIMPA salga fracturado o, al menos, debilitado de este proceso electoral?

Deberíamos salir fortalecidos y orgullosos de nuestro futuro. Si no, si se pierden activos valiosos o se normalizan rencores, algo habremos hecho muy mal.

Cualquier otra consideración que considere relevante y no figure en las preguntas anteriores.

Recordar que el equipo lo formamos Sonia Goyanes (candidata a presidenta), Begoña Paredes (vicepresidenta) y Armando Paredes (tesorero), además de mí. Animo a votar por mi equipo, una opción que une renovación y superación.

Rocío Isabel Fernández Rodríguez, Médica de Urgencias y del SAMU: “Los asturianos somos los médicos peor pagados de la Unión Europea”

Rocío Isabel Fernández Rodríguez (Cangas de Onís, 1979) estudió Medicina en la Universidad de Oviedo entre 1997 y 2003. Especializada en medicina de familia, trabaja como médica de Urgencias y del SAMU en el área sanitaria VI (Arriondas). En los últimos años ha sido secretaria de la sección de Atención Especializada del Sindicato Médico de Asturias (SIMPA) y es secretaria técnica de Igualdad de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM). Así responde a las preguntas planteadas:

Rocío Fernández Irma Collín

¿Puede exponer los tres objetivos fundamentales que se plantea desde la secretaría general del SIMPA?

Como institución, promover la transparencia, la seriedad y la lealtad a los afiliados, desde la base del trabajo en equipo. Promover la negociación de los intereses generales de los facultativos. Hay que huir de los personalismos.

¿Cómo valora la aportación del sindicato en los cuatro últimos años?

Mejorable. Hemos avanzado mucho en conciliación y claridad en las bolsas de empleo (a afinar el tema de méritos) y en la carrera para temporales. Pero seguimos con déficit en remuneraciones y procesos selectivos/traslados. Hay grandes posibilidades de mejora en Atención Primaria. Tenemos que luchar por eliminar los contratos precarios (en eventuales solo deben existir interinos y sustitutos), y abordar la categoría de urgencias extrahospitalarias (nuestros compañeros del SAC, el SUAP y el SAMU).

¿Considera adecuadas las relaciones del sindicato con la Administración sanitaria en los últimos tiempos?

Las relaciones con la Administración son necesarias en ambos sentidos, y así se están emplazando, sin olvidar que somos el SIMPA. Personalmente, me gustaría una mayor participación de los delegados en las distintas mesas, que son quienes conocen el día a día de nuestros centros.

¿Trata bien el Principado a los médicos de la sanidad pública?

No. Las relaciones con el Principado han sido siempre frías, funcionariales y distantes... Enterándonos hasta de los protocolos por la prensa. Creo que la sensación es de una falta de respaldo en una época complicada, y de falta de reconocimiento en un periodo deficitario.

¿Tratan bien las entidades sanitarias privadas a sus médicos?

En líneas generales, hay una deferencia de la empresa hacia el profesional. En nuestra experiencia, hay que introducir muchas mejoras, fundamentalmente en materia de jornada, de carrera profesional, etc. Pero como algo positivo, está el hecho de que ya estamos entrando en los Comités de Representación, y eso es un aspecto importante a la hora de iniciar la mejora. Diferente es la situación de los profesionales autónomos que negocian sus condiciones.

¿Están bien pagados los médicos en la sanidad pública y en la privada?

No. Solo hay que comparar el marco autonómico/europeo y valorar la responsabilidad de cada acto facultativo. Tradicionalmente mal pagados, nos han quitado el 40 por ciento del sueldo y trienios en nuestras pagas extraordinarias, situación que a día de hoy permanece. Los asturianos somos los médicos peor pagados de la Unión Europea.

“Las direcciones generales de la Consejería de Salud deben ocuparlas médicos; se nos está alejando de los puestos claves en la toma de decisiones”

¿Considera problemático que un médico compatibilice la sanidad pública y la privada?

En ningún caso. Está claro que en el sistema público hay que cumplir con un trabajo de manera escrupulosa, pero durante el resto del tiempo no hay por qué coartar la libertad de ejercicio. Si hay una resistencia económica, se puede negociar la penalización actual. Somos la única autonomía donde esto no está resuelto. Nos parece un tema tabú para el Gobierno del Principado de Asturias.

¿Cómo ha incidido la pandemia de covid-19 en la situación de los médicos?

Ha agravado una situación de precariedad denunciada por nosotros hace años y demuestra una falta de previsión en jubilaciones obligatorias sin alcanzar el recambio. La situación emocional del colectivo es agonizante (mucho cansancio, mucha impotencia, mucha incertidumbre) y, para los pacientes, terrible en cuanto a la falta de seguimientos crónicos y la falta de diagnóstico de enfermedades graves. La organización no está preparada para sostener situaciones como la que hemos padecido. Ha mostrado las debilidades del sistema y ha incidido de manera negativa en el único eslabón imprescindible de la cadena, aquel que vertebra el eje asistencial, el médico.

Usted analiza la situación de los médicos asturianos y concluye que su principal demanda es…

La inseguridad para alcanzar un bienestar económico y de conciliación acorde a una trayectoria y dedicación. Es una reivindicación fundamental que las guardias médicas y la nocturnidad no tengan ningún tipo de compensación ni ponderación a efectos de jubilación. La sensación de abandono por parte de la Administración sanitaria, y la falta de un liderazgo claro por parte de los gestores, que actúan por meros intereses económicos restrictivos frente a los intereses en salud de los médicos.

¿Están justificadas las quejas de los médicos de Atención Primaria?

Absolutamente. Han sido dejados por el Gobierno del Principado a los pies de los caballos en un momento crucial. Han sido la primera línea de defensa en la pandemia, con un derroche de esfuerzo atendiendo presencial y telefónicamente agendas inacabables. Todo ello con una plantilla muy envejecida y muy reducida, sin un recambio generacional en los últimos años.

¿Qué propone para proveer de médicos los hospitales de las alas y, más en general, las plazas de difícil cobertura?

Definir e incentivar los puestos o servicios de difícil cobertura; con unos indicadores temporales y revisables. Herramientas como la movilidad forzosa solo deben ser usadas en situaciones concretas de urgencia asistencial.

¿Faltan médicos? Si su respuesta es sí, ¿cómo debería solucionarse esta carencia?

Sí. Se solucionaría siendo competitivo en materia retributiva y en condiciones laborales con el resto de autonomías, y generando estabilidad mediante plantillas eficientes que respondan a las necesidades actuales en cuanto a feminización y envejecimiento del colectivo.

¿Cómo valora la evolución de los roles de los médicos y de las enfermeras? ¿Vamos a un choque de trenes?

Positivamente. Valoro que los colectivos sanitarios tienen que luchar por la mejora de condiciones para trabajar con eficiencia en equipo. Yo creo en el trabajo en equipo como principio, acorde con las competencias de cada estamento.

¿Está de acuerdo con el Colegio de Médicos en que las direcciones generales de la Consejería deben ser ocupadas por médicos?

En este momento, sí, como eje de una unidad disciplinar. Es una cuestión de nivel de competencias y de ejecución de procedimientos. Se está alejando al médico de los puestos claves en la toma de decisiones.

¿Por qué durante 40 años de andadura del SIMPA nunca fueron necesarias unas elecciones y en esta ocasión sí?

Cada cuatro años siempre se dio a conocer a los afiliados en la Asamblea la decisión del consenso alcanzado en el seno del Ejecutivo. En este caso, la falta de consenso, a pesar de una mayoría aplastante del Ejecutivo, y debido a la no aceptación de este resultado, nos lleva a un proceso electoral.

¿Es bueno o malo para el sindicato acudir a las urnas?

Las urnas nunca son malas. Son una oportunidad para implicar y elegir un modelo. Yo apuesto por el cambio no rupturista... necesidad y experiencia, transparencia y participación. El SIMPA somos todos los afiliados.

¿Teme que el SIMPA salga fracturado o, al menos, debilitado de este proceso electoral?

No, me preocupa más la falta de participación, porque somos un colectivo clave en el escenario sanitario, y me gustaría que empezásemos a demostrar nuestra fuerza. Al día siguiente, todos nos pondremos a distribuir tareas y a preparar las próximas elecciones importantes en juntas y comités de área.

Cualquier otra consideración que considere relevante y no figure en las preguntas anteriores.

Dos cuestiones. Primera: a nivel local, la elección por mis compañeros que me llevó a la presidencia de la Junta de Personal por dos legislaturas consecutivas; a nivel autonómico, el reto de acabar con la discriminación de género en las médicas madres y que propició mi nombramiento a nivel nacional de mi responsabilidad en la CESM por Igualdad. Y segunda: una plataforma nacional, como es la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), resulta esencial para mantener la relación con el resto de sindicatos médicos nacionales.