Fue “un arrebato” y solo trataba de defenderse. Es lo que sostienen el recluso bilbaíno Faustino Salazar Barrull, que se enfrenta a quince años de cárcel por haber matado a golpes con la pata de una silla a otro preso, el gijonés J. A. C. A., “El Rompe”, de 54 años, el 30 de julio de 2020 en la prisión de Asturias. Este viernes se seleccionó el jurado, eso sí, con alguna dificultad, ante la ausencia de algunos de los convocados. La vista oral, prevista para el lunes, ha sido pospuesta para el martes.
La acusación particular, a cargo del letrado Alejandro García Cueto-Felgueroso, también solicita, como el ministerio público, una condena de 15 años de prisión. La defensa de Salazar, a cargo de Carla Vaquero, del despacho VoxLegis, pide en principio la libre absolución.
Los hechos se produjeron después de que Salazar se enfrentase a otro recluso tras sentirse ofendido por un comentario que había hecho sobre la presencia de prostitutas y travestis en la calle de las Cortes de Bilbao. Los otros reclusos, entre ellos “El Rompe”, separaron a los contendientes. Luego “El Rompe” lo acometió –siempre según el ministerio público– y llegó herirle con un “pincho” carcelario. Fue después de este incidente cuando Salazar, que se sintió desafiado, rompió la pata de una silla y goleó brutalmente a J. A. C. A., un hombre con graves problemas de salud, quien falleció esa misma tarde en el hospital. El ministerio público solicita que el acusado indemnice a la madre del fallecido con 51.000 euros, y a su hermana, con 15.000.
