Monumental atasco en la "Y". Varios accidentes de tráfico (al menos dos de los que tenga constancia la Guardia Civil) convirtieron esta tarde las autovías que unen Gijón, Oviedo y Avilés en una gran trampa en la que quedaron atrapados durante más de una hora miles de conductores. A lo siniestros hubo que sumar además los atascos que generan las obras del tercer carril de la "Y", que llevan ya varios meses de ejecución pero que todavía están lejos de terminar.

El primer suceso tuvo lugar cuando solo pasaba un minuto de las dos y media de la tarde. Fue entonces cuando, según los agentes de la Guardia Civil de Tráfico de la Comandancia de Gijón, se tuvo conocimiento de un accidente en el punto kilométrico 394 de la carretera A-8 (la denominada autovía del Cantábrico). El accidente se produjo en sentido Galicia. Hasta el lugar de los hechos se trasladó una patrulla. En el suceso se vieron implicados cinco coches aunque no hubo que lamentar heridos. Para garantizar las labores de trabajo de los agentes de la Benemérita en la zona hubo que cortar un carril de circulación.

Varios accidentes en la "Y" provocan un monumental atasco

Varios accidentes en la "Y" provocan un monumental atasco Miki López

Este accidente provocó dos kilómetros de retenciones en sentido Galicia. Como consecuencia de estos atascos se produjo otro siniestro en el que se vieron implicados otros dos coches en la A-66 en sentido Serín (hacia Gijón). En este caso las retenciones fueron de ocho kilómetros.

A esta hora siguen los atascos por lo que la Guardia Civil recomienda que se usen vías alternativas. Hay que tener en cuenta que, además, los accidentes se produjeron a una hora de gran movimiento de tráfico. Hoy es el segundo fin de semana de julio y el buen tiempo hace que la afluencia a las playas de Asturias sea importante. No se descarta por lo tanto que a última hora de la tarde pueda haber de nuevo atascos por la autovía del Cantábrico.

Las retenciones han finalizado, tanto en la A-8, como en la A-66, a las 18.15 de esta tarde. Las vías permanecen despejadas.