El exalcalde de Cudillero, Francisco "Quico" González Méndez, ha resultado absuelto del delito de denuncia falsa por el que fue juzgado la semana pasada, aunque no llegó a comparecer en la vista oral alegando problemas de salud.
El que fuera regidor pixueto durante 21 años hubo de responder en el Juzgado de lo Penal número 3 de Oviedo de la acusación de interponer una denuncia falsa en 2010 contra el entonces jefe de la Policía Local. La Fiscalía y la acusación particular solicitaban un año de cárcel y una multa.
La sentencia obedece a "la absoluta falta de prueba cierta para poder afirmar que Francisco González actuase de forma dolosa al proceder a cursar denuncia penal", indica la magistrada Maria Paz González-Tascón Suárez, quien decreta la absolución de Francisco González, tal y como solicitaba su abogada, María Escanciano.
Tal y como informó este periódico el pasado viernes, dos antiguos integrantes de la comisión de festejos de Cudillero declararon ante la jueza que fueron ellos los que relataron al entonces alcalde que el jefe de la Policía Local les había pedido dinero por vigilar las fiestas. Añadieron que el exregidor les propuso ponerlo por escrito, cosa que hicieron con la ayuda de la secretaria personal de Francisco González, que fue la redactora. Ellos se llevaron el documento a sus casas, lo revisaron y le dieron el visto bueno. Y concluyeron asegurando que en todo este proceso no hubo coacción alguna por parte de Francisco González: "No nos obligó".
Entre tanto, el jefe de la Policía Local declaró que vio alterada su salud psíquica debido al "acoso total y absoluto contra mi madre, mi familia y mis amigos" al que le sometió Francisco González. El agente aseguró que, tras asumir su cargo, en ningún momento exigió a la comisión de festejos de Cudillero 120 euros diarios para realizar la vigilancia de los locales de ocio durante las fiestas patronales. Y añadió que lo que hizo fue justamente lo contrario: oponerse "a que los hosteleros y comisiones de festejos realizaran pagos directos y en sobres" a los empleados municipales, y exigirles "que lo ingresaran en la tesorería" del Ayuntamiento.
La acusación a González se apoyaba en una sentencia condenatoria dictada en 2012 por la Audiencia Provincial de Oviedo.
