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Jhonatan González.

El "orbayu" más dulce va a salir del Cabo Busto con el primer chocolate con diseño asturiano del pastelero Jhonatan González

El primer chocolate con diseño asturiano es obra del pastelero Jhonatan González, que lo ha creado en París con mezclas exclusivas de cacao

"Orbayu" es el nombre que recibe el primer chocolate con diseño asturiano. Y es único en el mundo. "Con este chocolate quiero transmitir al cliente la pasión que sentí al hacerlo, no es uno más de consumo, quiero que al comerlo uno se dé cuenta de que es especial", cuenta Jhonatan González, autor de este "Orbayu" y dueño de la pastelería Cabo Busto (Valdés). "Lo mismo que en bable orbayu es una lluvia fina que parece que no moja pero que te termina empapando, así pasa con este proyecto. Se asemeja a mi trabajo en Cabo Busto, un proceso lento que acaba en un resultado muy grande", señala el pastelero. Este chocolate, que espera estar a la venta para Navidad, se ha hecho con un principal objetivo: ofrecer un producto de calidad con el que la gente pueda hacer otras elaboraciones. "Va dirigido a todos aquellos a los que nos gusta hacer pastelería en casa, para que puedan utilizar un chocolate de la máxima calidad", añade.

Jhonatan González logró su "Orbayu" gracias al programa "Or Noir", de la empresa internacional Caco Barry, que persigue cumplir el sueño de cualquier repostero o aficionado a la pastelería ayudándole a crear su propio chocolate, hecho por y para el interesado, a su medida y basándose en sus gustos. El pasado mes de mayo Jhonatan González se desplazó hasta París a crear su chocolate particular, ese que tuviera un sabor único y reconocible. "Quería un chocolate especial, un chocolate con leche menos dulce de lo normal, con notas altas de cacao, toques a caramelo y final ácido y afrutado", explica.

El proceso para lograrlo tiene su aquel. Consiste en probar pastas puras de habas de cacao de más de veinte orígenes diferentes y seleccionar las que más vayan gustando al protagonista. Cada origen tiene sus matices: picantes, especiados, amargos, ahumados… También se ha de elegir el azúcar, que en el caso del "Orbayu" es caramelizado. Una vez decididos los ingredientes, se van realizando pruebas hasta conseguir el sabor que se quiere obtener.

"Me decanté por los cacaos procedentes de México y Santo Domingo porque quería crear un tipo de chocolate con leche, ya que es lo que más demanda tiene en el pueblo y lo que más me gusta a mí", explica el pastelero. Jhonatan González sabe que con su "Orbayu" ha conseguido "hacer realidad algo que hace unos años veía como imposible porque económicamente no lo podía asumir. Cuando por fin lo logré, pensé en mis comienzos haciendo magdalenas en el horno de casa". Empezó en el mundo de la repostería cuando era pequeño, ayudando a su tío a hacer bollos preñaos. En 2013, tras la gran demanda de encargos de magdalenas y otras elaboraciones, decidió abrir su propio negocio. Los inicios fueron "sin nada, trabajando con una linterna porque no tenía luz suficiente".

Pastillas de chocolate en las manos del pastelero asturiano.

Y poco a poco pudo llegar a París. A los talleres de los que va a salir su chocolate. Hicieron falta cuatro pruebas para encontrar el sabor que él imaginaba: "Cuando terminé y lo probé se me saltaron las lágrimas. Todos los sacrificios y recuerdos de años atrás me vinieron en ese momento a la memoria". El pastelero afirma que, aunque no lograrse vender el chocolate, "lo que sentí compensó todo el trabajo hecho durante estos años".

La pastelería Cabo Busto está situada bajo una panera en casa de sus abuelos, donde lo tradicional y lo moderno se unen para ofrecer al cliente una confitería donde la calidad del producto es lo primordial. "El cliente sabe que no es simplemente venir a comprar pasteles; es estar en mi casa, en la de mis abuelos. Hay mucho cariño en cada caja que sale por la puerta. Tener un chocolate único hace que la pastelería sea más romántica y especial".

Jhonatan González confía en poder seguir creando productos únicos en un futuro. "Mi idea es hacer los tres sabores de chocolate personales, me faltan el blanco y el negro". De los próximos apenas sabe detalles, solo que ambos tendrán nombres asturianos y diferentes matices. "Uno tendrá un toque floral porque me recuerda a mi pueblo, a la primavera cuando das un paseo y huele a flores". Aunque el repostero es consciente de que, antes de poder dar el siguiente paso, es fundamental que el "Orbayu" tenga una buena acogida en el mercado.

Pese a que todavía habrá que esperar un par de meses para poder probar este nuevo producto con sello astur, seguro que dejará un buen sabor de boca.

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