Asturias contrata a médicos latinos sin el MIR ante la escasez de personal

Ante la acuciante escasez de médicos, la sanidad asturiana ha optado por incorporar a varios profesionales de origen latinoamericano que no han pasado por la formación MIR exigida en España para ejercer una especialidad médica. En el caso de estos médicos de fuera de la Unión Europea, la situación más habitual es que sus títulos de especialista estén en fase de estudio y homologación por parte de la Administración central, proceso que puede prolongarse durante meses o incluso más de un año.

Aunque no ha trascendido la cifra de médicos extracomunitarios sin especialidad MIR que están trabajando en la sanidad pública asturiana, se estima que pueden ser en torno a una decena. Su ubicación mayoritaria son los servicios de urgencias de atención primaria de Gijón y Oviedo. El consejero de Salud del Principado, Pablo Fernández Muñiz, aseguró el pasado lunes en la Junta que estas incorporaciones se están llevando a cabo "de manera excepcional y en circunstancias de extrema necesidad".

La contratación de estos médicos se ha llevado a cabo al amparo de dos reales decretos promulgados para dar respuesta a la crisis sanitaria generada por la pandemia de covid-19. El real decreto-ley 30/2021, en su artículo 3, autoriza "de forma excepcional y transitoria" la contratación de profesionales con título de especialista obtenido en estados no miembros de la Unión Europea bajo una condición: "El contrato suscrito permitirá el desempeño de actividad asistencial, que deberá ser supervisada por los profesionales de plantilla, y podrá prolongarse por sucesivos períodos de tres meses hasta un máximo de doce".

La situación más habitual es que sus títulos de especialista estén en fase de homologación

¿Cómo valoran los médicos esta situación? José Antonio Vidal, secretario general del Sindicato Médico de Asturias (SIMPA), plantea una objeción: "La gran paradoja es que pueden estar trabajando sin saber si cumplen o no las condiciones de homologación pertinentes, aunque se supone que teóricamente sí". Vidal añade que estos profesionales, "aunque tengan los conocimientos teóricos, aún no han cumplido el periodo práctico en su gran mayoría, y lógicamente su incorporación al sistema ha sido abrupta y su desconocimiento de la práctica clínica y nuestro país es muy grande".

Una tercera observación del dirigente sindical se deriva de la prescripción legal antes señalada: que la actividad asistencial de estos médicos "deberá ser supervisada por los profesionales de plantilla". Aquí, el secretario general del SIMPA observa una posible inversión de papeles, ya que "es el médico MIR quien debe ser supervisado por el adjunto, no al revés". El SIMPA discutirá algunos de estos aspectos en una reunión que mantendrá en los próximos días con los responsables del Servicio de Salud del Principado (Sespa).

En la citada comparecencia parlamentaria del pasado lunes, el consejero de Salud se mostró parco tanto en detalles como en argumentos. Más que por una realidad con aristas complejas, su discurso discurrió por el terreno de lo deseable. Así cerró su respuesta a la pregunta formulada por el diputado de Ciudadanos Luis Carlos Fanjul Viña: "A nuestro entender, lo que es adecuado e imprescindible es mejorar las políticas de personal y abogar por una estabilización en el empleo, como se lleva a cabo desde 2016 para adquirir la plaza en propiedad; mejorar las condiciones laborales de los profesionales; y, por supuesto, como está previsto de manera excepcional y en circunstancias de extrema necesidad, cuando no existe ningún demandante disponible en la bolsa de empleo, recurrir excepcionalmente a estos profesionales".

¿Qué llevó a Ciudadanos a plantear en la Junta la incorporación de médicos extracomunitarios a la sanidad pública regional? Luis Fanjul parte de una premisa numérica: "En Asturias tienen una presencia inferior a la del resto de España: suponen tan solo el 0,95 por ciento de la plantilla". El diputado naranja alude a la conocida "falta de facultativos que está lastrando nuestra sanidad, problema que va agravarse en los próximos años con la jubilación masiva de médicos del Sespa".

En este contexto, a juicio de Luis Fanjul, la Consejería de Salud, junto con el Ministerio de Sanidad, "tiene que intentar atraer médicos extranjeros, especialmente extracomunitarios de países iberoamericanos que tienen menos barreras idiomáticas y podrían integrase más rápido en nuestro sistema". El diputado añade un requisito que ha de cumplir este proceso: "Llevarse a cabo sin rebajar los niveles de profesionalidad necesarios para ejercer en nuestra comunidad". Lo que se impone, agrega Luis Fanjul, es "agilizar la burocracia y acortar los excesivos tiempos que actualmente se registran para acreditar las titulaciones".

Luis Fanjul apostilla que "no podemos caer en el papanatismo de que solo nuestros estándares de medicina son los mejores y los más exigentes".

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