Menos de 1 millón

La Asturias con más personas solas exigirá reforzar los cuidados y cambios en la sanidad

Los expertos prevén la llegada de iniciativas como la vivienda colaborativa o realidades nuevas como las "herencias fuertes" de hijos y nietos únicos

personas solas

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La Asturias con más personas solas, "que ya está aquí", obligará a reforzar las políticas de cuidados y servicios sociales y a reformar la estrategia sanitaria. Pero los cambios en la planificación que exigirá una autonomía en la que más de uno de cada tres hogares ya es unipersonal también alcanzarán a los propios interesados, ese grupo de población que ahora ya está entre los 35 y 40 años y ha optado como nunca antes por renunciar a formar familias o por vivir en solitario tras una ruptura previa.

El Principado está a la cabeza de todo el país en número de hogares con un solo miembro. Casi un 32 por ciento de los cerca de los 456.000 contabilizados en Asturias por el Instituto Nacional de Estadística están formados por una sola persona, por delante de la comunidad de Castilla y León, donde están registrados en esa situación el 31,3 por ciento. "Es un fenómeno que ya está sucediendo y que va a ir más", apunta el sociólogo Jacobo Blanco, que matiza la necesidad de "tomar con cautela" proyecciones como la divulgada esta pasada semana por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que sitúa a Asturias como la única comunidad autónoma que perderá hogares en los próximos 15 años y, además, como la líder destacada en número de hogares unipersonales, un 36,2 por ciento del total.

El alcance de este cambio de paradigma sociodemográfico tendrá diversos impactos, tanto a nivel sanitario y en las políticas de atención y cuidados personales, como de índole económica, según apuntan sociólogos, psicólogos y economistas consultados por LA NUEVA ESPAÑA. Algunos de esos impactos serán asociados al envejecimiento de la población pero también habrá otros vinculados a nuevos fenómenos que ya se dan en otros países hace décadas pero que están a punto de llegar a Asturias.

"En España nadie piensa en la vejez hasta edades avanzadas"

Jacobo Blanco

— Sociólogo

El aumento de hogares unipersonales en Asturias obedece a dos factores primordiales. "Aquí hay una población mas envejecida que en el resto de España, sobre todo mujeres viudas y también personas separadas o divorciadas, pero parece que en Asturias la tasa de emparejamientos también es menor que en otras regiones del país", expone Jacobo Blanco. Otra de las realidades que influye en el mayor volumen de unidades familiares reducidas es la emigración de los jóvenes de las zonas rurales de las comarcas occidental y oriental, aunque el fenómeno del "nido vacío" también empieza a darse en el centro de la región, lo que provoca que "cada vez haya más personas solas sin nadie que las cuide", apunta el decano del Colegio de Sociología del Principado. La mitad de la población de entre 55 y 75 años no tiene a sus hijos cerca de casa.

"Hace falta personal para la detección precoz de riesgos"

Rosa de Arquer

— Psicóloga

Esta situación, que según las proyecciones del INE cada vez se repetirá más en Asturias, requerirá, a juicio de Blanco, "una respuesta comunitaria, con la participación no solo de las instituciones sino también de las familias, los propios interesados y la sociedad". El refuerzo de cuidados como la ayuda a domicilio "para que la gente mayor pueda levantarse o le hagan la comida o la compra", o la promoción de núcleos para 5 o 10 personas como el "cohousing" o el "coliving", las viviendas colaborativas, son otra de las apuestas con amplio margen de recorrido en Asturias, según el decano de los sociólogos del Principado. "En España nadie piensa en la vejez hasta una edad muy avanzada, pero es conveniente prever y pensar en el plan de vida como, por ejemplo, hacen en Suecia a partir de los 55 años, porque los cuidados no son solo responsabilidad de las administraciones sino que también competen a las personas que van a necesitarlos y a sus familias", indica Blanco. "El problema surge cuando no hay familias ni hijos", subraya el sociólogo.

"Muchas de las personas que nos llaman, un altísimo porcentaje, viven solas o se sienten solas. Con una población envejecida es muy habitual que los hijos se hayan ido a trabajar fuera y la gente mayor se queda sola", corrobora la psicóloga Rosa de Arquer, colaboradora del Teléfono de la Esperanza. "Esta situación propicia depresiones y ansiedad. Aunque se habla mucho de los suicidios de jóvenes, la situación también es delicada en las personas que están cerca de los 80 años porque a la gente mayor que vive sola le cuesta abrirse", asegura De Arquer. "Es importante que participen en actividades, un envejecimiento activo. El contacto con otras personas es muy importante y una forma de prevención, por ejemplo, son las llamadas telefónicas, que perciban que alguien se preocupa por su situación", comenta la psicóloga del Teléfono de la Esperanza, que reclama de las administraciones "más recursos para contratar a más personal sanitario, que permita la valoración y detección precoz de procesos depresivos, y también a más trabajadores sociales".

"Las proyecciones deberían servir para planificar mejor"

Fernando Rubiera

— Catedrático de Economía

Fernando Rubiera, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Oviedo y cofundador del Laboratorio de Análisis Económico Regional (Regiolab), destaca "los cambios en el patrón de consumo asociados al envejecimiento de población", una situación que empieza a darse en la franja de edad de los 60 años. "Consumen menos gasolina, gastan menos en transporte privado y en ropa y, a cambio, destinan más dinero a salud. Todo esto provoca cambios en la estructura de la economía. Por ejemplo, en Asturias antes había más bares de copas", indica Rubiera, quien cree que las proyecciones del INE "deberían servir para planificar necesidades en el medio plazo, aunque no se usan mucho. En áreas como la sanidad anuncia espacios nuevos de demanda a los que habría que adaptarse como, por ejemplo, frenar el número de pediatras y potenciar el de traumatólogos". El aumento de hogares unipersonales elevará el fenómeno de las "herencias fuertes" en Asturias ante el aumento de hijos únicos e incluso de nietos únicos. "Es una situación que se dando hace un tiempo en el Reino Unido y que va a propiciar que rentas bajas tengan patrimonios elevados, al concentrarse en un único heredero tres o cuatro viviendas con el consiguiente impacto en el mercado inmobiliario", explica.

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