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El Principado, firme en limitar la pesca de salmón: "Las capturas deben retroceder"

La mayoría de asistentes al Consejo de Pesca asumen que no variará el plan de restringir zonas libres, que se publicará en un plazo de diez días

Un momento del Consejo de Pesca Fluvial, ayer, en Oviedo. En la mesa, en el centro, Alejandro Calvo (a la izquierda ) y David Villar. | Luisma Murias

"La población salmonera está cayendo a nivel mundial, las capturas tienen que retroceder, y tenemos que hacerlo de la forma más rigurosa, más justa y respetando al máximo la tradición y cultura de nuestra población en el medio rural, donde la pesca es un elemento importante". Alejandro Calvo, consejero de Medio Rural y Cohesión Territorial, expresó así la firmeza en la línea de trabajo que quiere fijar el Principado en los ríos de la región. Lo hizo en ocasión de la celebración del Consejo de Pesca Fluvial, en el que presentó junto a David Villar, director general del Medio Natural y Planificación Rural, a los asistentes e invitados –asociaciones de pescadores, expertos e investigadores y conservacionistas– el borrador de nuevas limitaciones para la próxima temporada de pesca que plantean.

Calvo expresó su empeño en tomar "decisiones a partir de datos, no de opiniones", poniendo como ejemplo el estudio sobre el salmón en el Nalón-Narcea impulsado por el Grupo de Desarrollo Rural del Bajo Nalón y firmado por el experto Esteban Lázaro Álvarez Romero, que ha servido de inspiración para las limitaciones que ayer se presentaron en el Consejo de Pesca. El Consejero afirmó que la idea es realizar análisis similares en el resto de ríos y aplicar medidas acordes a cada uno, "parecido a la forma de gestionar los espacios naturales protegidos".

De esos estudios saldrán cifras para calcular, por ejemplo, un cupo total de capturas por río para cada temporada, algo que pretende implantar ya el Principado. Pese a que solo hay estudio profundo del Nalón-Narcea, Calvo aclaró que están en disposición de calcular cupo de salmones para cada cuenca fluvial. "En el Nalón-Narcea tenemos muy avanzado el modelo de gestión, pero hay censos en todos los ríos. Se elaboran a través de procedimientos estadísticos, de estimas poblacionales. Dan una objetividad y esos son los datos con los que trabajamos. También constituyen un elemento las capturas, pero no es el elemento central", aclaró.

La medida que más polémica ha generado entre un grupo de asociaciones de pesca es la de limitar el acceso a las zonas libres. Calvo la defendió. "Las zonas libres son habitualmente utilizadas por la población ribereña, y en ellas a veces incluso la expectativa de pesca es mayor que el espacio que tienen los pescadores para posicionarse", señaló Calvo en referencia a la alta afluencia de cañas a esos tramos. "Se trata de evitar situaciones incluso de conflictividad entre ellos", agregó.

Las cinco asociaciones que presentaron una propuesta común –"El Esmerillón del Sella", "Las Mestas del Narcea", "Amigos del Nalón", "El Maravayu" y "La Socala"– dejaron clara su postura contraria a limitar cañas, aunque sí proclive a limitar los cupos de pesca en base "a los salmones que entran a los ríos pero también a los que se quedan". Así lo expresó Enrique Corujo, de "El Esmerillón", quien ejerció de portavoz comunicando los puntos en común de estos colectivos. "Nos oponemos a la propuesta de reducir el número de pescadores porque la presión sobre el río no la marca el número de pescadores que vaya sino el cupo de capturas que se pueda marcar", sostiene Corujo, quien cree que "plantean echar a la gente del río, y mucha gente va unos cuantos días y logran sacar uno, dos o ningún salmón, pero está allí socializando, charlando, disfrutando aunque no pesque".

Estas asociaciones ribereñas conciben un hipotético "todo cotos" o la limitación de acceso a las zonas libres como un ataque a la gente que se escapa a pasar un rato con su caña al río. Y así lo dejaron claro en el Consejo de Pesca, que duró más de tres horas. "Lo más grave es que el paisanín que salía de trabajar a las cinco de la tarde e iba a pescar al atardecer, ya no lo va a poder hacer", lamenta Enrique Berrocal, presidente de "Las Mestas del Narcea". "Ellos se quedan con la imagen de muchos pescadores en los sorteos en zonas libres con gran afluencia. Pero no miran más allá. Y el acceso a los tramos no controla la pesca. Sino los cupos de capturas. No se trata de quitar a la gente de la ribera, de que no pueda ir la gente al río, parar y tomar un vasu, andar por la ribera y cambiar de sitio...", lamenta Corujo. El frente de estas cinco asociaciones sugirió que en las zonas libres se limitasen las capturas a cuatro diarias pero sin controlar el acceso. Igualmente, planteó mantener el cupo de tres salmones por pescador y temporada y no bajarlo a dos, como sugiere el Principado, alegando que apenas "un puñado" de pescadores consiguen agotarlo.

"Estamos dispuestos a dar pasos en la línea de contener la pesca de salmón, pero que nos hagan un poco de caso a los pescadores. Esperemos que acepten limitar más por cupos pero no impidiendo que la gente vaya al río", expresó Corujo. Berrocal, por su parte, no manifestó esa esperanza, sino "tristeza". "Salí con la sensación de que está todo preparado, no se va a tener en cuenta lo que digamos nosotros y seguirán en la línea de limitar cañas en el río sin tener en cuenta el trabajo de las asociaciones. Parece que hay una intención de que las asociaciones desaparezcamos, pero no porque nos quedemos sin socios, sino porque perdamos la ilusión", lamentó.

La misma sensación de que el Principado mantendrá las limitaciones planteadas en su borrador –incluido limitar las personas que entran a las zonas libres– la tienen en el otro frente de asociaciones, formado por la Real Asociación Asturiana de Pesca Fluvial, "El Banzao" y "Fuentes del Narcea", que reclamaron, por contra, restricciones a la pesca aún mayores que las planteadas por el Principado: un cupo por pescador y temporada de un solo salmón y eliminación total de las zonas libres convirtiendo todo en cotos con precios asequibles. Así lo explicaron en una larga reunión que, pese a las posiciones encontradas entre colectivos, se desarrolló de forma "muy tranquila y cordial".

"Al querer sacar las normas antes del 1 de noviembre, lo más seguro es que vayan a ser muy parecidas al borrador", afirmó Joaquín Alperi, presidente de la Real Asociación Asturiana de Pesca Fluvial. "Nosotros vemos excesivo el cupo de dos salmones por pescador y temporada. Y queremos un ‘todo cotos’ que requiere un trabajo para el que el Principado debiera haberse puesto a ello antes", agregó . No obstante, el grupo de tres colectivos en el que está su asociación aplaude la línea iniciada para limitar las capturas. Por ejemplo, celebran otra medida que, en principio, llegará esta temporada: además del cupo por río, un subcupo para la zona libre del río. "Es un buen paso porque si se pone un cupo de salmones por zona libre, hay que salir de ellas en cuanto se agote", opina Alperi, que, de cara a las limitaciones de acceso que se pongan en los tramos libres, pide que se establezca "un sorteo o sistema informático para que no vaya siempre la misma persona y se repartan las zonas los pescadores que se apunten".

La sensación de que el Principado va en serio con su propuesta de cara a su publicación como norma en los próximos días también la tuvieron expertos e investigadores que acudieron al Consejo. "Ha sido un trabajo muy bueno por parte de la Dirección General de Medio Natural, dejando un poco desnudas a las asociaciones más críticas", opinó uno de ellos, que valora positivamente que el Principado esté "en un posición intermedia" entre las posturas de los dos frentes de pescadores.

Precisamente a este hecho hizo referencia Alejandro Calvo. "Que haya posiciones de controversia enfrentadas explica bastante bien que estamos en un espacio intermedio, donde normalmente está el interés general", afirmó antes de insistir en que "este es un trabajo fundamentalmente técnico, no estamos hablando de decisiones políticas". En cualquier caso, ya advirtió antes de entrar al Consejo: "El consenso no sustituye a la responsabilidad que tiene la Administración. Esperamos escuchar opiniones que ayuden a mejorar el documento y que eso permita el mayor consenso posible, que seguramente no será de unanimidad; pero mi trabajo no es que me digan que lo hago bien, sino hacerlo bien".

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