La tercera jornada de temporal deja mucha nieve y carreteras cortadas a camiones: "Caen cuatro copos y cierran el Huerna"

Hasta en dos ocasiones se cerró el paso a los transportistas, que tampoco pudieron ir por Pajares, por los copos caídos en la autovía

Mariola Riera

Mariola Riera

Rogelio Gaspar salió a las cuatro y cuarto de la madrugada de Villadangos del Páramo (León) con su trailer frigorífico y a las siete estaba en Gijón para descargar la mercancía de una conocida cadena de supermercados. A las 11 de la mañana contaba estar de vuelta en Villadangos con el camión vacío para que, una vez saneado y cargado de nuevo, un compañero regresara a Gijón hacia la una de la tarde. Pero no pudo ser.

"Caen cuatro copos y nos cierran la autopista del Huerna. Es un calvario". Es el clamor de camioneros como Gaspar y muchos más. Más de un centenar de camiones se quedaron este miércoles por la mañana atrapados sobre el asfalto a la altura de Lena –incluso hubo que habilitar de aparcamiento un carril de la AP-66 ya que el área de servicio de Villallana se llenó– sin poder circular debido a que la nevada que cayó en la Cordillera durante la noche y buena parte de la mañana hizo necesario cerrar la carretera para el tráfico pesado. Los conductores más perjudicados echaron más de seis horas parados, porque no fue hasta pasado el mediodía cuando se permitió el paso hacia León, pero solo por poco tiempo, ya que hacia las tres y media la Guardia Civil de Tráfico volvió a parar a los camiones, que pudieron retomar el viaje dos horas y media después. El tráfico pesado tampoco pudo usar la nacional 630 por el puerto de Pajares, solo habilitado para coches con cadenas o ruedas de invierno, pero incluso con advertencias. "La bajada es muy complicada, sobre todo en el desnivel del 17% hay que tener mucho cuidado. Más vale evitarlo", aconsejaron los agentes en Campomanes.

El primer temporal del invierno se hizo esperar, pero no ha dejado bien parada Asturias. Las borrascas "Gerard" y "Fien" –ya en las últimas– la liaron primero con el viento (flota amarrada y numerosos daños en tendidos, líneas férreas, mobiliario urbano, árboles), luego con la intensa lluvia (ríos desbordados, inundaciones en cascos urbanos) y ahora con la nieve, que ha pintado de blanco media región, sobre todo las zonas altas, si bien llegó a nevar a poca altura, como en el Naranco de Oviedo e incluso una granizada cubrió la arena de la playa Poniente de Gijón.

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Un agente de la Guardia Civil de Tráfico, informando un conductor que se dirige hacia Pajares, en Campomanes. / Luisma Murias

Lo peor se sufre en las comunicaciones. No solo por carretera, sino también ferroviarias. Los trenes Alvia de la mañana entre Asturias y Madrid sufrieron un retraso de más de hora y cuarto en ambos sentidos, informa J. A. Ardura. Los viajeros tuvieron que hacer transbordo en León por un problema en el intercambiador debido a la nieve. Además, un árbol caído interrumpió el tráfico ferroviario de la línea Oviedo-San Esteban de Pravia en el concejo de Grado.

Aparte del corte del Huerna y Pajares para camiones y con cadenas para turismos, durante la jornada fueron unos 30 los puertos de montaña y carreteras de la red secundaria en los que se necesitaron cadenas, más una decena cerrados. La circulación fue harto complicada en todo el Principado, con cientos de salidas de vías y pequeños accidentes debido a la nieve, el granizo y el hielo, lo que desbordó e hizo trabajar a los agentes de Tráfico intensamente.

Con todo, los transportistas se niegan a admitir que sea necesario vetarles el paso por el Huerna cuando nieva "un poco más" de la cuenta. "Con dos quitanieves y un camión por delante podríamos circularon sin problema", explica Ángel Rodríguez. "Habiendo avisado durante días antes, esto hay que tenerlo previsto". El asturiano fue uno de los que se llevó la peor parte, al estar parado en el área de servicio de Villallana desde primera hora. Salió de Baíña (Mieres) rumbo a Cistierna (Palencia). Contaba con ello: "Cuando avisan de nevada, cierran la autopista por poco. Pero a nosotros no nos queda otra que salir y ahora esperar".

De la misma opinión son Rogelio Gaspar y sus compañeros Diego Teixeira, Víctor Tascón, Óscar Marcos y Sergio González. Todos afrontaron la mañana y el frío de la mejor manera que pudieron. En Villana no hay bar y la estación de servicio agotó volando sus existencias de chocolate caliente. No fue para menos, pues decenas estuvieron horas atrapados. Hubo más camioneros de lo habitual bloqueados porque muchos transportistas con destino Galicia optaron por la ruta del Huerna para evitar la nieve que había en la provincia de Lugo. No acertaron con el cambio. "Yo soy previsora", explicó Edna Moura. "Llevo en la cabina de todo, café, comida...". Fue una de las que tuvo que aparcar su camión en plena autopista. Con su marido se dirigía a Zaragoza tras cargar abono en Fertiberia, en Trasona (Corvera). "Pues ahora no sabemos a qué hora llegaremos", lamentaba. "Todo esto es una faena, tiempo, dinero... Veremos qué hacemos, si tirar si nos da tiempo, o dar la vuelta".

Moura tuvo suerte y poco después del mediodía reanudó la marcha. Como ella el resto. Pero poco después, hacia las tres y media de la tarde, se volvió a prohibir el paso a los vehículos pesados. Hacia las cinco y media se reabrió.

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