El año 2022, con 38 muertos al día, segundo más letal de la serie
Asturias roza las 14.000 defunciones, una cifra que solo superó 2020, mientras se frena el leve incremento de los nacimientos
M. P.,
Cumpliendo la previsión que venía apuntando la tendencia al alza sostenida de todo el año, la mortalidad de Asturias al cierre de 2022 confirma al año pasado como el segundo de la historia estadística con más defunciones, alguna menos de 14.000 y solo por detrás de la cifra de 2020, hinchada por el estallido de la pandemia. Los incrementos constantes que se venían percibiendo en las actualizaciones mensuales, y en los excesos que ha detectado el sistema de monitorización de la mortalidad del Instituto de Salud Carlos III, se corroboran en la estimación que ayer divulgó el Instituto Nacional de Estadística (INE). A falta de confirmación, la suma da 13.939 fallecimientos para un promedio de 38 al día que supera el dato final de 2015 –el año con más muertes antes del covid– y se aproxima a las 14.000 que solo rebasó 2020, con 14.550.
El inusitado ascenso de las defunciones en 2022 encuentra asiento contable y prueba suficiente cuando el recuento se compara con el inmediatamente anterior y se tiene en cuenta que hasta ahora 2021 era el tercer año de la serie con más muertes, únicamente superado por 2020 y 2015. La subida es de casi seiscientas, a un promedio insostenible de 50 muertos más al mes y porcentualmente de un 4,5 por ciento que eleva en bastante más de un punto la media nacional y está por encima de los incrementos registrados en nueve autonomías.
La primera estimación estadística de causas –actualizada al primer semestre– atribuye sobre todo al covid el exceso de este año que ha tenido momentos complicados sobre todo en verano. La semana del 11 de julio del año pasado, en concreto, registró un pico de 374 defunciones que en la serie estadística solamente superan los datos parciales de tres de las semanas más duras de la pandemia en Asturias, todas de noviembre de 2020.
Dice la tendencia constante del año pasado que la hinchazón de la estadística de muertes, con la casi insólita situación de más de mil en todos los meses del ejercicio, hace demográficamente imperceptible el ligero alza que también experimentaron los nacimientos. Ese espejismo, no obstante, empezó a remitir en noviembre. La actualización más reciente del INE, pendiente de confirmación, borra el pequeño incremento que el recuento de partos venía experimentando en todos los meses del año y da síntomas de agotamiento.
Cuenta el INE, a 30 de noviembre, 4.379 recién nacidos, quince menos que Sadei. Son apenas trece al día y apuntan respecto al año anterior una tendencia a la estabilidad que deshace las subidas de los meses anteriores y hace que Asturias abandone la insólita condición que tuvo durante buena parte del ejercicio como la región española con mayor incremento de los nacimientos. Al cierre de noviembre, el Principado casi reproduce su cifra de 2021 y mejora la media nacional, donde el recuento cae un 1,95 por ciento, pero no la de las tres regiones que aún crecen: Castilla y León, Valencia y Madrid.
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