Barbón apremia a Hacienda a abrir ya "el avispero" de la financiación

El presidente del Principado renueva en Madrid su compromiso con la oficialidad: "Hay una demanda social de defender nuestra historia, tradición y cultura"

El presidente del Principado, conferenciante en Madrid, quiso dedicar el cuerpo de su intervención a asomarse a mirar la Asturias que imagina para dentro de una década, pero pronto las preguntas le hicieron volver al casi presente inmediato de las elecciones que se le avecinan y decir que no tiene encuestas pero percibe "cariño" en la calle, o a proclamar que aspira a "la mayoría suficiente para gobernar sin tener que abrir grandes pactos más allá de los necesarios en los grandes temas". También a apremiar al Gobierno estatal a abrir cuanto antes el "avispero" de la reforma de la financiación autonómica, que ya no será posible en esta legislatura pero que responde a una "necesidad apremiante" en Asturias.

Ponente invitado en los "Desayunos informativos" de la agencia Europa Press, Adrián Barbón disertó ante cinco ministros de la parte socialista del Ejecutivo de coalición y con más de medio Consejo de Gobierno del Principado en la sala. Hablando primero de la Asturias de dentro de un decenio, reivindicó a la región como un "refugio político" además de "climático", a salvo de las temperaturas extremas pero también de "la política tóxica y estéril", y diseccionó sus proyectos para la década que viene en siete puntos que resumió en una "llave" para abrir futuro: "La próxima década será la del cambio de Asturias basado en la ciencia y la innovación".

En el abordaje de lo más inmediato renovó también el compromiso de su partido con la reforma del Estatuto de Autonomía "no sólo para la lengua, pero también" para la oficialidad del asturiano. El Presidente se animó a "lograr que la protección de nuestras señas culturales se asiente sobre un amplio consenso social y político y para ello debemos reformar el Estatuto"

Tras la presentación a cargo de la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, que partió del elogio personal y político y avanzó que Barbón "puede sacar pecho por el aprovechamiento que se está haciendo de la oportunidad de los fondos europeos en Asturias", el jefe del Ejecutivo regional no se salió de su papel habitual de apóstata del "victimismo" y presentó a la región como un territorio en plena "transformación vertiginosa". Habló de las posibilidades de la industria verde, de las potencialidades logísticas de la alta velocidad, de la "digitalización", la "conectividad", el "turismo como dinamizador económico" o de cómo "el empuje de la ciencia y la innovación nos ha incorporado a la competición mundial por el talento".

Frente a quienes se dedican a "hablar mal" de la región se contrapone a sí mismo, con su "plena seguridad en Asturias. En las personas que viven en ella y en todas las que, por falta de empleo, para continuar su itinerario formativo o la razón que sea, han tenido que emigrar. Esa certeza, asentada por la experiencia de estos años de gobierno, me lleva de frente a la esperanza y al convencimiento de que liderar los cambios permite que estemos haciendo realidad la mejor Asturias con la que nos presentamos en 2019".

Catalogó en siete puntos la lista de deseos para lo que espera que sea la región ideal del futuro y la empezó por la "consolidación de la economía verde y sostenible". Siguió por "la conectividad y la digitalización", incluida la de la Administración con su muy mentada "guerra contra la burocracia" y llegó a la construcción de "un estado de bienestar de vanguardia" en el que inscribe la urgencia de una reforma del sistema de financiación autonómica que ya no llegará en esta legislatura.

Le escuchaban cinco ministros socialistas del Gobierno y una de las que no estaban, la titular de Hacienda, María Jesús Montero, se llevó uno de los mensajes más contundentes de Barbón. El jefe del Ejecutivo asturiano se dirigió a ella para conminar a Moncloa a abrir cuanto antes ese debate tan espinoso y tantas veces postergado. Para "semejante avispero", dijo, "en Hacienda tendrán que preparar espaldas de faquir para soportar la negociación, pero es urgente. Resulta inaplazable reconocer que el coste de los servicios, y en especial de la sanidad, se dispara en las comunidades sobreenvejecidas. Las partidas dedicadas a la sanidad absorben más del 36 por ciento de nuestros recursos, y no nos duele ese esfuerzo. Pero seamos conscientes de la necesidad apremiante de mejorar el sistema de financiación", remató, recordando una vez más que en este "sudoku" el Principado rechaza un modelo de reparto basado en la población en términos brutos" y pide uno "ajustado para que tenga en cuenta la despoblación, la dispersión, la orografía…".

En el capítulo de la "recuperación demográfica", Barbón prometió sin detalles "mejorar las condiciones de retorno de quienes residen fuera de Asturias" o "una política fiscal diferenciada para el medio rural" que reincida en lo "desbrozado" en este mandato. Presentó también "la Asturias de la juventud y la igualdad" y al hablar del fortalecimiento de la autoestima y el orgullo de pertenencia volvió a prometer la reforma del Estatuto de Autonomía entre otras cuestiones para garantizar la cooficialidad del asturiano.

Eso sí, cuando después de su intervención el director de la agencia organizadora del acto, Javier García Vila, le preguntó si la oficialización de la llingua responde a una demanda social en Asturias, el Presidente se escabulló de la respuesta directa con un "desde luego que hay una demanda social de defender nuestra historia, tradición y cultura. Los asturianos no somos independentistas, seguramente seamos uno de los territorios de España con mayor sentimiento identitario compatible con la sensación de formar parte de un proyecto común", añadió. "Y la lengua forma parte también de ese sentimiento".

Cuando el acto encontró un hueco para lo más inmediato, el presidente negó que el retraso en la llegada del AVE le haya "arruinado" la campaña electoral y volvió a repetir aquello de que como candidato le interesaba la apertura anunciada en mayo, pero que como presidente no se puede permitir una entrada en servicio sin completar las pruebas de seguridad.

El AVE, con la Cámara

Anunció además que este viernes se constituirá, en colaboración con la Cámara de Comercio de Oviedo, "un grupo de trabajo sobre el impacto del AVE fijándonos en las buenas prácticas y los ejemplos de otros territorios" que avalan la expectativa de que la alta velocidad "puede duplicar el número de viajeros".

En plena maniobra de aproximación a las elecciones, Barbón se negó a valorar unas encuestas que sí tiene y se limitó a mencionar el "cariño" que percibe en la calle y a adelantar que espera repetir al menos el resultado de 2019. "Aspiro a la mayoría suficiente para no tener que abrir grandes pactos más allá de los necesarios en los grandes temas", avanzó. Sobre la crisis de Podemos en Asturias, se quedó en que "me preocupa lo que pasa a la izquierda del PSOE" y trató de atraer a "esos votantes que ante la frustración no se pueden rendir y tienen que votar. Hay más opciones en la izquierda", remató.

A la derecha está el candidato del PP en Asturias, Diego Canga, en la semblanza de Barbón "un funcionario europeo con una trayectoria que se ha reconocido estos días a través de los medios de comunicación y por el que siento un profundo respeto", dijo. "Deseo que cuando le toque liderar la oposición, si decide quedarse en Asturias, lo haga propiciando el consenso" y "plantee una oposición mucho más constructiva". Sostiene, por lo demás, que a los que como él trataron a Alberto Núñez Feijóo en su etapa de presidente de Galicia "nos sorprende el que vemos ahora en la política nacional. Me da la sensación de que el PP no ha entendido el cambio de esa oposición constructiva que creía que iba a representar". "Hay un paso muy peligroso que no se puede dar", subrayó, "y es el de dudar de la legitimidad electoral del que gana. El PP no puede caer, por la presión de su derecha, en la tentación de cuestionar las instituciones".

Todo esto ocurrió en una sala con abundante presencia de altos cargos socialistas en un acto al que además de las vicepresidentas Nadia Calviño y Teresa Ribera asistieron otros tres ministros, el del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y las titulares de Industria, Reyes Maroto, y Ciencia e Innovación, Diana Morant, además, entre otros, del presidente del Senado, Ander Gil, o las delegadas del Gobierno en Madrid, Mercedes González, y Asturias, Delia Losa, y de los flamantes secretario general de Industria, Francisco Blanco, y comisionado para el PERTE de la descarbonización, Luis Ángel Colunga.

Estaba el presidente de la Junta, Marcelino Marcos Líndez, el vicepresidente del Principado con otros cinco consejeros y además otras personalidades destacadas con vínculos asturianos como el secretario general de UGT, Pepe Álvarez; el presidente y fundador de la ONG Mensajeros de la Paz, el padre Ángel García, el cantautor Víctor Manuel o, entre otros, el periodista Juan Ramón Lucas, al que el Gobierno de Barbón acaba de proponer nombrar Hijo Adoptivo. También la directora de la Fundación Princesa de Asturias, Teresa Sanjurjo, y en el lado de la empresa el presidente de Alsa Asturias, Jacobo Cosmen; Matías Rodríguez Inciarte, presidente de Santander Universidades, o Javier Vega de Seoane, consejero delegado de la aseguradora DKV, así como dirigentes empresariales como el presidente de la Cámara de Comercio de Oviedo, Carlos Paniceres, o el de la Confederación Asturiana de la Construcción, Joel García.

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