Ciencias exige más plazas en Matemáticas para sacar el doble grado con Informática

La Facultad se niega, dado su gran tirón, a recortar su oferta actual para crear la nueva carrera: "Si no se captan alumnos por donde se puede..."

Un grupo de alumnos, durante una clase en la Facultad de Ciencias. | J. Rus

Un grupo de alumnos, durante una clase en la Facultad de Ciencias. | J. Rus / M. G. Salas

Mónica G. Salas

Mónica G. Salas

La implantación el próximo curso del doble grado de Matemáticas e Ingeniería Informática está aún en el aire, según advierte la Facultad de Ciencias. El decanato de José Manuel Noriega ha pedido al Rectorado de Ignacio Villaverde, como condición indispensable para crear la nueva titulación, un aumento de 20 plazas en el grado de Matemáticas. "Si no ceden a ello, será difícil que la Junta de Facultad acepte el doble grado", avisa Noriega, que lleva "dos meses" esperando una respuesta del equipo de Villaverde. La reclamación de Ciencias implicaría más dinero, pues habría que contratar nuevo profesorado, sin embargo, el decano asegura que el gasto sería "muy bajo". En cualquier caso, apostilla Noriega, "si la Universidad está perdiendo estudiantes y no los capta por donde puede...". Las matrículas seguirán descendiendo. La institución académica perdió en la última década, fruto de la crisis demográfica, más universitarios que habitantes tiene Nava: 5.659.

El equipo de gobierno de la Universidad de Oviedo creó a principios de este año una comisión específica para el doble grado de Matemáticas e Informática con la intención, como así lo avanzó este jueves Ignacio Villaverde en rueda de prensa, de ponerlo en marcha el curso que viene. De hecho, será la única nueva titulación que ofertará la institución para el año 2023/24, puesto que los otros dos estudios prometidos, el de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y el de Criminología y Derecho, avanzan a paso más lento. La primera reunión de la comisión de Matemáticas e Informática está al caer, según estiman los responsables de la Facultad de Ciencia y la Escuela de Ingeniería Informática de Oviedo, y en ella se tendrá que definir el número de plazas de salida así como la sede de los estudios.

Hoy por hoy las incógnitas son muchas. En principio, se barajan 15 o 20 plazas para primero, las cuales se tienen que quitar de los grados simples o crearlas nuevas. La Escuela de Ingeniería Informática trabaja con la idea de recortarlas de su oferta actual. Dispone de 150 plazas de nuevo ingreso y, pese a que se cubren todas y aún quedan muchos estudiantes fuera, como consecuencia del tirón que tiene la informática en el sector empresarial, en el centro universitario de Valdés Salas dicen que una ampliación no sería posible por la escasez de espacios y de profesorado. "Ahora mismo, en espacio estamos bien, pero no holgados como para poder asumir a más estudiantes", señala el director de la Escuela, Fernando Álvarez. Unido a este problema hay otro: "Es muy complicado conseguir más docentes, por la demanda que tiene la profesión en las empresas".

El escenario de la Facultad de Ciencia es muy diferente, pues el grado de Matemáticas tiene únicamente 35 plazas de nuevo ingreso. "Ya son muy pocas, porque tenemos 200 y a veces 300 estudiantes en lista de espera. Por lo tanto, no podemos quitar 15 plazas para crear el doble grado con Informática", explica el decano, José Manuel Noriega. De ahí la petición del centro universitario de Llamaquique de ampliar en 20 las vacantes de Matemáticas, que sumadas a las 35 existentes y restando las 15 de la nueva titulación quedarían en 40. La petición es, incluso, contenida si atendemos a la gran demanda que tienen los estudios de Matemáticas en la actualidad.

El problema para el Rectorado es que la creación de nuevas plazas implica dinero. No obstante, Noriega insiste en que el coste sería "muy bajo". "Si quieren ir a un gasto nulo, eso no será posible", señala, a la vez que opina que, ante la crisis demográfica que atraviesa la región y que repercute en la Universidad, una vía para remontar en estudiantes es elevar su apuesta por carreras como las de Ciencias, que curso tras curso dejan a cientos de estudiantes fuera.

"Ir a menos de 15 plazas en la nueva titulación no tendría sentido, y si las tenemos que recortar de Matemáticas, ¿a dónde subiría la nota de corte? Sería entonces más difícil entrar en Matemáticas que en el doble grado con Física y eso no tiene sentido", profundiza José Manuel Noriega. La calificación de entrada este curso fue de 12,746 (opción A) y 12,400 (opción B) en el doble grado, mientras que la de Matemáticas, de 11,774. Por otra parte, el plan del Rectorado es que tanto la Facultad de Ciencias como la de Formación del Profesorado y Educación exploten las instalaciones de la actual Escuela de Minas, una vez se trasladan los estudios mineros a la Politécnica de Mieres. De esta forma, Ciencias no tendría problemas de espacio para albergar más alumnos.

Otro asunto por resolver es la ubicación. Algunas asignaturas las impartirán la Facultad de Ciencias y otras, la Escuela de Ingeniería Informática de Oviedo. "Si estamos cerca, como ahora, la titulación se podría dar a caballo entre los dos centros. Pero si termina por haber traslado, ¿qué pasará con la titulación? Porque si primero sube al Cristo una facultad y después la otra...", dice Noriega. Llegado el caso, apunta Fernando Álvarez, se podría concentrar la enseñanza en un centro de lunes a miércoles y en otro, jueves y viernes. En cualquier caso, este es un apartado que está aún por debatir y definir. El director de Informática celebra que por lo menos exista la intención de ponerse a trabajar para implantar la doble carrera el curso que viene. "Que se haga el esfuerzo por poner en marcha el doble grado cuanto antes es siempre una buena noticia", remata.

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