Este es el sorprendente número de lobos muertos en los Picos de Europa en controles y batidas desde 1986

«El parque nacional es un muerto viviente, un sumidero de biodiversidad», claman los ecologistas, que denuncian «el fracaso de la figura de protección»

Ejemplar silvestre de lobo ibérico en las inmediaciones del parque nacional de los Picos de Europa, en la provincia de León.

Ejemplar silvestre de lobo ibérico en las inmediaciones del parque nacional de los Picos de Europa, en la provincia de León. / Ramón Díaz

Ramón Díaz

Ramón Díaz

Doscientos lobos, como mínimo, han muerto en el parque nacional de los Picos de Europa desde el año 1986 como consecuencia de controles de población de la guardería del espacio protegido (51%) y batidas de jabalí (49%). Un informe elaborado por un especialista del espacio protegido y fechado en diciembre de 2021, al que ha tenido acceso LA NUEVA ESPAÑA, revela que desde que comenzó el seguimiento de la población de la especie hasta 2020 fueron al menos 197 los ejemplares extraídos en el área de campeo de las manadas de los Picos, 68 machos y 79 hembras. La reacción a estos datos de la Asociación para la Conservación y Estudio del Lobo Ibérico (Ascel) ha sido contundente: "El parque nacional es un muerto viviente, una vergüenza histórica, un sumidero de biodiversidad". 

"Esas cifras (casi 200 lobos muertos, que se sepa), dónde nunca se debía haber matado ninguno, demuestran el fracaso de la figura de protección, en el único parque nacional de la red donde estaba el lobo, hasta hace nada (también los hay en el de Guadarrama, declarado en 2013). Así, con esa gestión, se explica por qué hubo, y hay, que protegerlo. Los aquí matados son los que se echan en falta, por ser necesarios, en el resto de la península", señaló Ignacio Martínez, presidente de Ascel.

El informe revela que en el año 1995 había dos manadas asentadas en los Picos de Europa, que pasaron a ser cuatro en 2001 y a seis a partir de 2003. "En el censo del año 2021 ya se han detectado 7 manadas con reproducción segura de cada una de ellas", recoge el texto. El autor estima que a finales de 2021 en los Picos entre 56 y 63 ejemplares, dado que contabiliza 8 o 9 lobos por manada, lo que supone una densidad de unos 6 ejemplares por cada 100 kilómetros cuadrados para una superficie de entre 800 900 kilómetros cuadrados del parque nacional y terrenos adyacentes. Aquí hay otra discrepancia con Ascel, pues un estudio científico publicado en 2016 por investigadores del CSIC, la Universidad de Oviedo y la Universidad Noruega de Ciencias de la Vida, tras un seguimiento exhaustivo de las poblaciones de lobos en España, concluyó que el número medio de ejemplares por manada se sitúa entre 4 y 5.

Las 7 manadas de los Picos se reprodujeron en 139 ocasiones entre 1986 y 2021, por lo que, adjudicando "una media de 3 cachorros por manada, supone habrían nacido unos 417 lobeznos, y si sumamos un cachorro más por evento reproductivo, los nacidos serían 556", añade el informe. 

En cuanto al capítulo de daños, el número total en el período 1986-2020 fue de 7.146 animales. En Asturias se registraron el 59% de los daños, en Castilla y León el 7% y en Cantabria el 34%. La media anual de animales afectados es de 204 cabezas, aunque contabilizando solo los últimos 5 años del estudio el promedio se eleva a casi 350 cabezas anuales. "Además, habría que incluir los daños que las 7 manadas ocasionan fuera del parque, que sigue siendo su área de campeo, y que no están contabilizados", indica el texto. En este punto, Ascel resalta que tampoco están contabilizados, "ni mucho menos", todos los lobos de estas manadas muertos fuera de los Picos, y sospecha que tampoco todos los eliminados dentro del espacio natural.

El técnico del parque asegura que se aprecia "un claro descenso en el número de daños y, por lo tanto, de ataques, tras las extracciones de lobos más significativas efectuadas en el período estudiado". Otra conclusión con la que discrepa Ascel, que de nuevo esgrime estudios científicos, entre otros el ya citado anteriormente de 2016, que indican justo lo contrario, que la extracción de ejemplares desestructura en ocasiones las manadas y provoca la aparición de ejemplares solitarios, que suelen ser los causantes de la mayor parte de los daños al ganado.

Más datos: el ganado menor (caprino y ovino) ocupa el 88% y el mayor (bovino) el 12% del total de los daños en el período 1986-2020. Con una particularidad, a partir del año 2005 los daños al ganado mayor aumentan, invirtiendo la tendencia; en los últimos 5 años los daños a menor son del 72% del total y los de mayor el 28%. "Las causas son, por un lado, el abandono paulatino de la actividad de ganaderos de menor y por otro el asentamiento de las 7 manadas", señala el autor del informe. 

Durante el periodo de estudio señalado se capturaron en el área de campeo de las manadas de los Picos de Europa 117 ejemplares (60%) y fuera del espacio, pero dentro de esa área, 80 ejemplares (40%). Se incluyen los encontrados muertos, 16 ejemplares. El promedio del número de ejemplares extraídos desde 2003 fue de 8 ejemplares al año, el 20% de la población. 

"El 49% de las capturas se realizaron asociadas a actividad cinegética o encontrados muertos, tanto en el entorno como en el parque nacional. El otro 51% se capturaron en labores de control específico para la especie, por guardas de las diferentes administraciones. El especialista del parque destaca que con una extracción media anual del 19 al 20% de la población del parque nacional, el área de campeo y distribución de la especie "ha ido aumentando paulatinamente a la par del aumento en el número de camadas y en el número de ejemplares". 

El informe finaliza con un apartado que recoge cuatro conclusiones. La primera, que una extracción significativa de ejemplares tiene "claramente repercusión en una bajada de los daños" al ganado. La segunda, que con la extracción de 8 ejemplares al año de media, que corresponde con el 20% de la población de lobos asentada en los Picos de Europa, "no ha habido un declive de la población". 

La tercera conclusión es que "extracciones significativas de ejemplares (sobre un 30% de la población) provocan un pequeño descenso en el número de eventos reproductivos, pero uno o dos años después la población vuelve a recuperarse, lo que demuestra que los lobos tienen una gran capacidad de recuperación y una gran resistencia a las extracciones". 

Como última conclusión se recoge en el documento que las batidas de jabalí (prohibidas dentro del parque nacional desde 2020) extraen la mitad de los ejemplares de lobos de las manadas de los Picos de Europa, una "cifra nada desdeñable, ya que si no fuera por esa acción, la extracción por parte de las administraciones se reduciría a la mitad, cuatro ejemplares por año, menos del 10% de la población.