Protestas de enfermos de artritis y hemofilia por la negativa de Salud a financiar sus tratamientos

El Defensor del Pueblo recibirá a los asturianos con trastorno hemofílico: "Se nos impide evitarnos doce pinchazos al mes"

Realizar ejercicio físico: tratamiento básico para las enfermedades no transmisibles.

Realizar ejercicio físico: tratamiento básico para las enfermedades no transmisibles. / Medical practitioner asking patient questions from the list

Pablo Álvarez

Pablo Álvarez

La desigualdad entre comunidades autónomas a la hora de financiar medicamentos de precio elevado continúa generando protestas de enfermos. En Asturias, los dos nuevos casos –que se suman a otros muchos y que no serán los últimos– se refieren a la hemofilia y a la artritis reumatoide. Ambas situaciones reproducen lo sucedido anteriormente con otras patologías y fármacos: que mientras en unas regiones españolas está aprobada la subvención pública de esos tratamientos –previamente autorizados por el Ministerio de Sanidad–, en otras se deniega este beneficio a pacientes con cuadros idénticos, con la consiguiente imposibilidad de conseguirlos, salvo que su economía personal se lo permita (supuesto utópico en buena parte de los casos).

La Asociación de Hemofilia de Asturias (Ahemas) anunció ayer que llevará al Defensor del Pueblo la situación de desigualdad que sufren los pacientes de esta enfermedad rara en el Principado. Según este colectivo, la Consejería de Salud "nos niega la prescripción de un tratamiento financiado por el Ministerio de Sanidad y que eliminaría las doce perfusiones endovenosas mensuales que el tratamiento actual requiere". Ahemas hace hincapié en que esta nueva terapia sí se prescribe y financia en otros territorios españoles, "como la Comunidad de Madrid, Galicia o la Comunidad Valenciana", donde los pacientes ven sustituidas dichas perfusiones "por un pinchazo subcutáneo, con mayor o igual efectividad y mejorando, considerablemente, la calidad de vida".

El presidente de la Asociación de Hemofilia, José Quiñones, ha remitido una carta a Ángel Gabilondo en la que le solicita una reunión para explicarle que "el tratamiento de la hemofilia en Asturias es, a día de hoy, una anomalía" respecto al resto del país. "El Defensor del Pueblo ha aceptado y ese encuentro se producirá en próximas fechas", comunicó Ahemas.

En el momento actual, los pacientes hemofílicos se tratan con tres perfusiones endovenosas a la semana, lo que implica al menos unas doce al mes. "Doce veces, en el mismo mes, hay que perforar las venas de pacientes, niños y adultos, para garantizar sus vidas", explica Quiñones en la misiva a Gabilondo. Mientras tanto –prosigue–, hay una terapia aprobada por el Ministerio de Sanidad y que prescriben otros territorios "que permite administrar un fármaco mediante un pinchazo subcutáneo una vez por semana, incluso tan solo una vez al mes, con completa eficacia". Sin embargo, la Comisión de Uso Racional de los Medicamentos y Productos Sanitarios del Gobierno asturiano "no autoriza su prescripción salvo en algún caso aislado y al margen del criterio clínico de los hematólogos". Quiñones manifiesta su confianza en "lograr pronto una autorización definitiva y una prescripción sin trabas porque la causa es de justicia y cada vez que la explicamos de primera mano, encontramos toda comprensión".

El otro caso está protagonizado por un enfermo de artritis reumatoide. Tras una larga estancia en el País Vasco, ha retornado a Asturias, y se ha encontrado con que la misma medicación que en su antigua comunidad le facilitaban bajo financiación pública, en Asturias no se la dan en estas mismas condiciones. "Presenté una queja a la sanidad asturiana, pero sólo obtuve por respuesta que el Principado de Asturias adquiere otro (similar, más barato, no igual de efectivo en determinados casos...) mediante un proceso abierto de contratación sin tener en cuenta ciertos aspectos médicos".

Asimismo, se puso en contacto con la Sociedad Asturiana de Reumatología (SARE) para que le aclararan dudas, con especialistas reumatólogos vascos y asturianos, tanto públicos como privados, con la Liga Reumatológica Asturiana... "No soy un caso único, hay muchas personas, pero se encuentran con muros y puertas cerradas cuando reclaman un cambio en la política sobre la materia", indica el paciente afectado por artritis.

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