Cambio histórico: Salud facilita que los médicos compaginen la sanidad pública con la privada

En diez años se ha disparado la cifra de especialistas que renuncian a trabajar en el Sespa y ejercen solo en sus consultas particulares: de 198 a 460 en la actualidad

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12445 / LUISMA MURIAS

Pablo Álvarez

Pablo Álvarez

A los médicos de la sanidad pública asturiana que deciden iniciar una actividad privada se les descuentan de inmediato 996 euros brutos al mes (cerca de 14.000 euros anuales). Es la cuantía más elevada de las 17 comunidades autónomas del país, lo que provoca que algunos facultativos se lo piensen mucho antes de poner en marcha una consulta por su cuenta. La citada bajada salarial se les aplica pese a que siguen desarrollando las mismas tareas.

Pues bien, en lo que constituye un cambio de rumbo histórico de los gobiernos del PSOE, la Consejería de Salud ha decidido reducir esa cantidad que pierden los médicos por pasar a compaginar el ejercicio público con el privado. La cuantía de esa disminución aún no se conoce, pero el Gobierno regional ha asegurado que será sustantiva. "Vamos a sentarnos a negociar con las organizaciones sindicales la disminución de ese complemento para que la diferencia sea mucho menor que ahora", anunció el pasado lunes en la Junta la nueva consejera de Salud, Conchita Saavedra, a preguntas del Partido Popular y de Vox.

De esta manera, la Administración sanitaria atiende una de las reivindicaciones más clásicas y reiteradas tanto del Sindicato Médico de Asturias (SIMPA) como del Colegio de Médicos de Asturias. Esta medida futura afecta a pocas personas: en el momento actual compaginan privada y pública 171 de los 2.585 médicos especialistas de hospital, a los que hay que sumar algunos más –pocos– médicos de familia y pediatras de atención primaria. Hace un lustro eran 195 (24 más que ahora), según los datos del SIMPA.

Sin embargo, lo que se ha incrementado con fuerza en los últimos años es la cifra de especialistas que renuncian a trabajar para el Servicio de Salud del Principado (Sespa) y ejercen únicamente en la privada: hace diez años eran 198, hace cinco habían aumentado hasta 280 y ahora son 460. O sea, se ha registrado un aumento del 132 por ciento en una década, y del 64 por ciento en un lustro.

¿Cómo se explica el fuerte incremento del número de médicos dedicados únicamente a la sanidad pública? El secretario general del Sindicato Médico (SIMPA), José Antonio Vidal, apunta tres factores. Por una parte, "el enorme incremento de la demanda, que parece sobrepasar los límites de capacidad de la actividad pública". El segundo, "la captación de profesionales jubilados de la empresa pública", dado que "algunos deciden, en vez de solicitar prórroga en la misma, pasarse a la actividad privada".

Y, como tercer condicionante, señala Vidal, una tendencia que se observa en las nuevas generaciones de médicos: "Valoran mucho el factor calidad de vida y pocos se plantean la compatibilidad entre pública y privada, excepto al principio de la actividad. Cuando comprueban el rendimiento de la actividad privada, se pasan a ella". Este "rendimiento", puntualiza el secretario general del SIMPA, "no es sólo lo económico, sino también organizativo o de conciliación".

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Médicos especialistas / LNE

El denominado "complemento específico" es el concepto salarial que retribuye la dedicación exclusiva al sistema sanitario público. Según los datos que maneja el SIMPA, la cuantía de Asturias –los citados 996 euros al mes– es con diferencia la cifra más elevada del país. La segunda comunidad es Navarra, con 800 euros. Y todas las demás ya están muy alejadas: de los 377 euros de Cataluña hacia abajo.

¿Qué repercusiones puede acarrear su reducción? La más probable es que en Asturias aumente el volumen de médicos que simultanean pública y privada. Este efecto, al menos sobre el papel, podría beneficiar a ambos sectores sanitarios pues, como es bien sabido, uno y otro están ampliamente sobrecargados de demanda y con unas listas de espera que carecen de precedentes. Ya viene de años atrás el déficit de profesionales en algunas especialidades. En este contexto de escasez, que algunos médicos intensifiquen su dedicación puede ser visto como positivo sea cual sea el escenario de ese aumento de actividad.

"Nos congratula que la Consejera haya visto también la realidad de la merma abusiva. Lo más importante para nosotros es la injusticia laboral que supone perder esos 996 euros mensuales que se quitan al médico que quiere simultanear pública y privada. Es una diferencia abismal. Comparativamente con el resto de autonomías, estamos solos en cabeza", explicó ayer a este periódico el secretario general del SIMPA.

José Antonio Vidal da por sentado que la cuantía en la que se reduzca el complemento específico será incorporada a otro concepto salarial –el dirigente sindical apuesta por el de "productividad fija"–, de manera que no se vean perjudicados los médicos que se dedican en exclusiva a la sanidad pública, que son mayoría.

El Colegio de Médicos de Asturias también ha acogido con satisfacción el cambio de posición de la Administración sanitaria socialista: "Valoramos positivamente esta modificación. Para nuestro colegio profesional, es una reivindicación histórica", enfatizó Luis Antuña Montes, presidente de la corporación médica.

Según el doctor Antuña, "siempre hemos defendido la necesidad de dejar de penalizar a los médicos de la sanidad pública que quieran ejercer en la privada". Además, añadió el presidente colegial, "nos hemos posicionado en contra de que existan diferencias retributivas entre los médicos de nuestro sistema sanitario público que realizan el mismo trabajo y tienen la misma responsabilidad".

El Colegio de Médicos también considera "necesario" solucionar "otro obstáculo": la exigencia de exclusividad para los mandos intermedios, o sea, jefes de sección, jefes de servicio y directores de áreas y unidades de gestión clínica. Para los médicos que desempeñan estas responsabilidades, la dedicación exclusiva al sistema público es obligatoria por ley. A juicio del Colegio de Médicos, este requisito indispensable "impide y dificulta la incorporación de talento" y, además, "conduce a la pérdida de muchos profesionales que podrían acceder a puestos de responsabilidad en los servicios clínicos públicos".

El sindicato Sicepa-Usipa mantiene una postura más matizada. Por una parte, indica que "somos defensoras de las sanidad publica", motivo por el cual "cualquier maniobra de un Gobierno regional de izquierdas que suponga, aunque de manera indirecta, un acercamiento a la privatización de servicios nos preocupa enormemente".

En línea con el SIMPA, Graciela Martínez, dirigente de Usipa, subraya que "no permitiremos la minoración del complemento de exclusividad de ningún médico; no queremos que ningún profesional de la sanidad asturiana cobre menos". A juicio de Sicepa-Usipa, "hay que abrir el debate de la exclusividad en todas las categorías profesionales del Sespa", no sólo en el colectivo médico.

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