El pobre balance de Asturias en la lotería de Navidad: gasta mucho y recibe poco

Asturias pierde mucho más que gana en la lotería de Navidad. La suerte es bastante esquiva con el Principado, que en el último cuarto de siglo solo ha saboreado dos veces el Gordo. La primera, en 2007, cuando el premio grande volvió a la región tras 19 años de sequía, dejando una lluvia de 360 millones de euros. Y la segunda, el año pasado, cuando cayeron 160 millones sobre Moreda, Mieres y Oviedo. Pese a la escasa fortuna, los asturianos no pierden la ilusión y junto a los castellanoleoneses y los riojanos son los que más dinero gastan en comprar décimos. Este año fueron 106,25 euros por habitante, un 8,65% más que en 2022, lo que hace una suma total de casi 107 millones frente a los 4,48 que ganamos. Es decir, más de 102 millones perdidos. Y las cuentas son similares año tras año.

Según los datos de ventas disponibles en la página web de Loterías y Apuestas del Estado y que abarcan desde 2018 hasta la actualidad, solo el año pasado Asturias recuperó dinero, gracias al Gordo. En concreto, 61,6 millones, al ganar 160 e invertir en décimos 98 (97,2 euros por habitante). En el resto de ejercicios, la región palmó pasta. En 2018, el Sorteo de la Navidad dejó 4,8 millones, mientras que los asturianos gastaron un total de 88,7 millones. En 2019, el Principado cosechó su peor resultado en los últimos 15 años, con solo 51 décimos agraciados de un quinto premio y dos de un cuarto. En suma, poco más de un millón. Por contra, los asturianos desembolsaron esa cifra multiplicada por 90. O lo que es lo mismo, 88,12 euros por habitante. En 2020 cayeron 3,3 millones frente a los 76,7 que se gastaron (75,08 euros por habitante). Y en 2021 fueron otros 3,6 millones los que se ganaron, mientras que se invirtió mucho más: 92,8.

En los últimos 23 años, aparte de 2007 y 2022, hubo otras dos Navidades buenas: las de 2013 y 2017, con 34 millones cada una. En el lado opuesto está 2002, con ninguna serie de grandes premios. Solo pedreas. Pese a todo, Asturias no pierde la moral.

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