Salud

Radiofrecuencia, eficaz contra el dolor de rodilla

El procedimiento, útil y seguro, está indicado en casos de artrosis o para aliviar el malestar y la rigidez después de implantar una prótesis

Rodilla afectada por artrosis.

Rodilla afectada por artrosis. / Lne

Lourdes Cueva y Cipriano Fernández

La rodilla, la articulación que une mediante el hueso de la rótula el fémur (por encima) y la tibia y peroné (por debajo), es una articulación grande, compleja y muy utilizada en el día a día para andar, subir o bajar escaleras o levantarnos. Eso le hace sufrir fundamentalmente procesos degenerativos articulares o lesiones de meniscos. La artrosis de rodilla es una enfermedad degenerativa asociada a dolor intenso y limitación funcional. La Sociedad Española de Reumatología estima para el país una prevalencia de artrosis de rodilla del 10,2% e(14% en mujeres y 5,7% en hombres). Además, existe una prevalencia de artrosis detectada por radiografía de más del 60% de la población en personas alrededor de los 65 años y de más del 80% de la población en mayores de 75 años.

Factores de riesgo

El sexo femenino, la edad superior a 50 años y la obesidad son los principales factores de riesgo. El síntoma fundamental del paciente con artrosis de rodilla es el dolor cuando se realiza actividad física, que disminuye con el reposo. Además, suelen presentar rigidez articular con dificultad para la flexoextensión de la rodilla. La cirugía de reemplazo de la articulación de la rodilla por una prótesis es un tratamiento establecido como último recurso para la artrosis. No todos los pacientes son candidatos para este procedimiento debido al tiempo de evolución de la enfermedad, la edad, las patologías asociadas que contraindican la cirugía de reemplazo y otros factores en torno al paciente que no desea someterse a la intervención o está en lista de espera quirúrgica. Además, la cirugía de rodilla (llamada artroplastia) puede presentar un mayor riesgo de morbilidad y mortalidad y puede provocar un dolor posoperatorio significativo.

Una útil herramienta

Aunque la mayoría de los pacientes en estadios leves o con dolor moderado suelen responder a los tratamientos conservadores (reposo relativo, terapia física fisioterapia, fármacos), a veces estos pueden fallar o los efectos secundarios pueden ser intolerables, por lo que se debe recurrir a tratamientos intervencionistas del dolor o finalmente a la cirugía. Los tratamientos intervencionistas tales como infiltraciones con anestésicos locales y corticoides, ácido hialurónico, plasma rico en plaquetas y ozono, son una buena alternativa y cumplen un papel importante en la disminución del dolor; aumentan la movilidad articular, reducen la discapacidad física, ralentizan la destrucción del cartílago y mejoran la calidad de vida en pacientes con dolor de rodilla leve o moderado. En pacientes con dolor articular de rodilla intenso resultan eficaces los tratamientos por radiofrecuencia sobre los nervios geniculados. Se incluye la ablación por radiofrecuencia, también la ablación por radiofrecuencia enfriada y la neuromodulación por radiofrecuencia pulsada. El uso de radiofrecuencia como herramienta terapéutica en dolor crónico de rodilla ha venido en aumento en los últimos años, desde su inicio en 2011, y hoy en día es una técnica habitual en las Unidades del Dolor. Los nervios geniculados que transmiten la actividad sensorial de la rodilla se localizan en el periostio de la rodilla antes de penetrar en cápsula de la articulación. Estos nervios son muy pequeños y están situados de forma circunferencial en torno a la rodilla tanto en su cara anterior como en su cara posterior. Corrientes de alta frecuencia. La radiofrecuencia es un procedimiento mínimamente invasivo que utiliza corrientes de alta frecuencia para generar calor controlado en los tejidos, con la finalidad de interrumpir la transmisión nerviosa o modular la percepción del dolor. Dos tipos principales.

Dos tipos de radiofrecuencia

De forma general existen básicamente dos tipos de radiofrecuencia para el tratamiento del dolor crónico. Por una parte, está la radiofreuencia térmica convencional ablativa, que mediante una elevación de la temperatura hasta los 80 grados da lugar a una termocoagulación de los tejidos circundantes y, por tanto, a una neuroablación. La radiofrecuencia pulsada o neuromoduladora actúa mediante los efectos del campo eléctrico y no depende de la temperatura. Otra variante de radiofrecuencia sobre la rodilla con dolor es la radiofrecuencia pulsada intrarticular, más sencilla en ejecución que la RDF sobre nervios geniculados. Cambios microcelulares. El tratamiento ocasiona modificaciones microcelulares y en la membrana celular de los terminales nerviosos, consiguiendo la modulación en la transmisión del estímulo doloroso. La utilidad en el manejo del dolor se asocia al efecto directo de la radiofrecuencia sobre la fibra nerviosa mediante destrucción tisular o por alteración de las características físicas de las membranas. Visita al quirófano. Las técnicas de radiofrecuencia en la rodilla se realizan en quirófano con una sedación ligera para la comodidad del paciente.

El procedimiento

Durante el procedimiento de radiofrecuencia, se utiliza una aguja especial guiada por imágenes, como la radioscopia o ecografía, con el fin de llegar con precisión a los nervios afectados. Todo el proceso es en régimen ambulatorio. La evolución del tratamiento no es inmediato, se desarrolla en las siguientes 6-8 semanas posteriores. La técnica en sí tiene mínimos riesgos para el paciente. La técnica está indicada principalmente para aquellos pacientes que tengan dolor crónico de rodilla y que no hayan podido obtener alivio o curación mediante otras técnicas intervencionistas o tratamientos conservadores. También en aquellos pacientes que presenten contraindicaciones para el uso de antiinflamatorios, tales como pacientes de diabetes, enfermedad renal, cardiovascular y riesgos gastrointestinales. Los diagnósticos más habituales que llevan a un paciente a la indicación de tratamiento con radiofrecuencia son la artrosis de rodilla severa, condromalacia rotuliana, prótesis de rodilla dolorosa (dolor crónico de rodilla después de implantar una prótesis) y rigidez articular. La mejoría analgésica que se puede conseguir puede tener una duración variable, llegando de cuatro a más de doce meses según diferentes estudios, con la posibilidad de repetición de tratamiento. La radiofrecuencia es un procedimiento útil y seguro en la población que presenta dolor crónico de la rodilla, ofreciendo un alivio significativo. Se puede considerar como una buena alternativa en relación con la efectividad y duración de la mejoría conseguida en el dolor, presentando una baja tasa de complicaciones y efectos adversos