El peaje del Huerna registra una de las subidas más altas de toda Europa (y los datos no mienten)

El aumento de la tarifa en la conexión con la meseta duplica al establecido en las autopistas de pago en Portugal, Italia o Francia

El peaje del Huerna registra una de las subidas más altas de toda Europa (y los datos no mienten)

Amor Domínguez

El peaje del Huerna registró en la entrada de año una subida del 5 por ciento de la tarifa, lo que supone que cada conductor debe pagar quince euros nada más pasar la barrera. Aquel incremento, que según el Gobierno central pudo ser incluso mayor de no ser por las medidas debido a la inflación, es con todo uno de los más altos en las vías de pago europeas, registrados en este año. Cada país utiliza su sistema y varían las condiciones según el contexto, pero los datos son férreos: en Portugal la subida está topada al 2,1 por ciento, en Italia al 1,6 y en Francia al 3,5. Todos subieron menos que en el Principado.

En España, en cambio, con el inicio de año hubo subidas fijas de hasta 6,55 por ciento. Suiza, Bulgaria o Croacia, por contra, han congelado precios y paralelamente en Bélgica los coches que no emiten emisiones gozan ya de una nueva categoría por la que no pagan en los peajes. Las únicas subidas comparables a las de España en el territorio europeo tienen lugar en Alemania, Austria o Hungría, pero en este caso los precios varían según las emisiones contaminantes que tiene cada vehículo, algo que de momento no sucede en España. En estos casos, en la situación más elevada los incrementos pueden llegar al 30 por ciento.

En cualquier caso, el peaje del Huerna destaca en el panorama europeo, aunque su incremento fue de los más leves en comparación con el resto de autovías de pago. El aumento más elevado fue el de la AP-9, en Galicia, con el 6,55 por ciento.

La subida del Huerna tuvo lugar en enero y fue de un punto más en comparación con la anterior, pero este incremento fue paliado a su vez por el Gobierno central, porque si se hubiese renovado de acuerdo al Índice de Precios al Consumo (IPC) habría ascendido al 8,24 por ciento, más de tres puntos por encima del que se aplicó. Ese es el argumento que esgrime el Gobierno para justificarse.

El problema añadido del Huerna, un "agravio" para empresarios y usuarios, es que además la tarifa de quince euros es prácticamente inamovible para la amplia mayoría de los conductores debido a las férreas condiciones para acceder a los descuentos o bonificaciones que tiene este peaje. En la AP-9 gallega, que sufre una subida mayor que la asturiana, las condiciones de los descuentos son diferentes. Por ejemplo: hay rebajas del 50% según el tramo si se hace el recorrido de ida y vuelta en un espacio de 24 horas, y además lo que se invierte en bonificaciones y no se gasta se vuelve a reinvertir. En el Huerna, en cambio, es muy difícil acceder a descuentos de no utilizar el peaje prácticamente una vez a la semana.

Actualmente, para que se aplique la rebaja del 60 por ciento estipulada para los viajeros, hay que realizar "cinco o más pasos por barrera" al mes. A partir de ese supuesto paso, se aplicaría la rebaja en el siguiente y en todos los posteriores dentro de ese mes.

Este sistema, instaurado en el año 2022, apenas ha tenido incidencia en el caso de los viajeros, puesto que el Gobierno central no gastó ni la mitad del dinero presupuestado para estos descuentos. En total, únicamente acabó invertido en rebajas del 42 por ciento del total. Esta situación ha provocado el compromiso del Gobierno para revisar estas condiciones, aunque aún falta por saber la letra pequeña para valorar la rentabilidad de cara a los usuarios. De eso está pendiente precisamente el Principado, después de las últimas visitas del ministro de Transportes, Óscar Puente, y de su segundo, el secretario de Estado José Antonio Santano. El planteamiento, de momento, ya ha tenido vaivenes en pocas semanas.

Santano fue el que abrió la puerta a que la rebajas fuesen "desde" el primer viaje, como en el caso de los transportistas, únicamente con la condición de tener instalado el sistema de telepeaje o VÍA-T, un aparato que cuesta como mínimo quince euros –depende de cada banco o empresa que dé el servicio– y va instalado en el parabrisas. Santano no habló entonces de ningún porcentaje, estando establecido el 60 por ciento para los viajeros.

La semana pasada Óscar Puente fue un paso más allá y dijo que se bonificaría según el número de viajes, sin hablar de cuantías. La jugada finalizó, de momento, con el consejero de Fomento, Alejandro Calvo, que el pasado lunes dijo que los descuentos en el primer viaje serían del "quince o el veinte por ciento". Es decir, la primera rebaja sería de unos tres euros y luego se iría incrementando de manera progresiva hasta llegar al 60 por ciento, aunque todavía no se sabe cómo. Este nuevo planteamiento fue criticado por algunos grupos políticos de la Junta General, como fue el caso de Podemos, que votó a favor de los presupuestos del Gobierno, pero que tildó como "tomadura de pelo" lo dicho por Calvo.

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