El joven que mató a su novio en La Arena se sienta ante un jurado desde este lunes

El rumano Duro Robert Diditel se enfrenta a una pena de veinte años de cárcel por asesinar al artista ovetense A. F.-C. Á., de 60 años, en noviembre de 2020

Duro Robert Diditel, en el Juzgado de Pravia.

Duro Robert Diditel, en el Juzgado de Pravia. / Ricardo Solís

Luis Ángel Vega

Luis Ángel Vega

El rumano Duro Robert Diditel, de 26 años, acusado del asesinato del artista ovetense (aunque muy vinculado a Gijón y Lugones) A. F.-C. Á., de 60 años, en una vivienda de San Juan de la Arena (Soto del Barco), en noviembre de 2020, se sienta ante un jurado en la sección tercera de la Audiencia a partir de este lunes. La Fiscalía pide para él veinte años de cárcel y cinco años de libertad vigilada. Está previsto que el juicio se prolongue a lo largo de toda la semana.

El Ministerio Fiscal sostiene que el acusado pidió a la víctima, el 4 de noviembre de 2020, sobre las 21,30 horas, que acudiese a su domicilio, en San Juan de Arena. Ambos mantenían, indica el fiscal, una relación desde hace cuatro meses. Una vez allí, accedieron juntos al dormitorio, situado en la planta superior de la vivienda. Tras una discusión entre ambos, el acusado regresó al piso de abajo y agredió al propietario de la casa, al que tiró al suelo tras darle dos puñetazos. En ese momento intercedió la pareja del agredido.

A continuación, el acusado dio un violento golpe a un espejo, causándose lesiones a sí mismo en las manos. Al escuchar ese ruido, A. F.-C. Á. salió de la habitación y bajó a la planta inferior. Allí, recriminó al acusado que hubiera golpeado al dueño de la vivienda y ambos comenzaron a discutir nuevamente. Poco después, A. F.-C. Á. comenzó a curar las heridas de las manos al acusado, pese a que este le manifestaba: “Déjame, que te mato”. No obstante, continuó y les dijo al dueño de la casa y su pareja que se podían marchar, que se encargaría de calmarlo.

A pesar de ello, el acusado salió de la estancia, atravesó el patio y llegó a una cocina que se encontraba en la zona exterior de la vivienda. Allí cogió un cuchillo de unos 10 centímetro aproximados de hoja y 1,6 centímetros aproximados de ancho, y regresó por el mismo camino, hasta encontrarse de nuevo con A. F.-C. Á.. Entonces, con ánimo de causarle la muerte, el acusado le clavó el cuchillo en el cuerpo, sorpresivamente y sin que tuviera posibilidad de defenderse, a la altura de la zona inferior de la clavícula. Instantes después, el acusado manifestó al novio del dueño de la casa: “Antes de que me mate a mí como mataron a mi padre, lo mato yo, a este maricón”.

Como consecuencia de los hechos, A. F.-C. Á. falleció sobre las 23,15 horas del 4 de noviembre de 2020, en el interior de su vehículo, en la carretera de San Juan de Arena a Soto del Barco (SB-3), cuando trataba de llegar al hospital para curarse de la herida sufrida. El acusado está privado de libertad desde noviembre de 2020. Cuando compareció ante la jueza de Pravia, dijo que no recordaba lo ocurrido porque “había bebido mucho”. Se trata de un joven que, como él mismo explicó ante la jueza, se dedicaba “a pedir limosna”, con algunos problemas mentales, según quienes le conocen, ya que padece un importante grado de inmadurez.

La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito de asesinato y solicita que se le condene a 20 años de prisión, así como a 5 años de libertad vigilada. En el caso de dictarse sentencia condenatoria, se solicita la ejecución íntegra de la pena, a fin de asegurar la defensa del orden jurídico y restablecer la confianza en la vigencia de la norma infringida por el delito; además, a la vista de las circunstancias del hecho y las personales del autor, cuando el penado acceda al tercer grado, se interesa que se acuerde la sustitución del resto de la pena por la expulsión del territorio nacional por un período de 10 años. Una vez que proceda la expulsión, se comunicará la misma a la autoridad gubernativa.

En concepto de responsabilidad civil, se solicita que el acusado indemnice a cada uno de los nueve hermanos del fallecido con 22.379,01 euros, así como con la cuantía que se determine en la vista o, subsidiariamente en ejecución de sentencia, por los gastos de traslado del fallecido, entierro-incineración y funeral.