Profesores hartos del papeleo se unen en una asamblea para movilizarse

"Cada vez tenemos menos tiempo para enseñar", se quejan los docentes, que piden también aumentar plantillas y bajar ratios

Alumnos en una clase.

Alumnos en una clase. / LNE

M. G. S.

Crece la crispación dentro del profesorado asturiano. Un grupo de docentes de la zona centro oriental de la región acaba de constituir una asamblea para hacer presión frente a la consejería de Lydia Espina y exigir "mejoras en las condiciones laborales y en la calidad de la educación". El colectivo, integrado a día de hoy por profesionales de más de una decena de colegios e institutos, no para de sumar incorporaciones y anuncia que habrá movilizaciones. Lo más urgente, defienden, es "aumentar plantillas, bajar ratios, reducir medias jornadas, lograr la equiparación salarial, acabar con la burocracia y dotar de más recursos la atención a la diversidad".

"En los últimos tiempos no hace más que hablarse de la calidad de la educación desde las instancias políticas, sin tener en cuenta que para ello es imprescindible que el profesorado cuente con unas condiciones laborales dignas", se queja el profesorado de la asamblea en un comunicado. Por el contrario, añaden, "la respuesta de la administración educativa es incrementar la carga burocrática de los docentes, reduciendo tiempo disponible para ejercer su profesión: enseñar". Y rematan: "Ante esta situación, el cansancio y la indignación de la comunidad educativa se hace cada vez más evidente, sin que se atienda a las demandas que desde el principio de curso la Junta de Personal Docente puso encima de la mesa". El malestar en la plantilla también llega a la concertada. Este jueves los principales sindicatos de la red, OTECAS, USO y FSIE, se reunieron con la consejera Lydia Espina y la directora general de Centros, Eva Ledo, para exigir una vez más la apertura de una mesa de negociación para lograr la equiparación retributiva respecto a la pública. En esta "guerra" llevan los tres colectivos desde hace más de un año sin avances. Incluso llevan la cuenta: "459 días".

"La respuesta de la Administración ha sido que lo van a estudiar y que nos responderán en un breve plazo de tiempo. Entendemos que este plazo no puede sobrepasar las dos semanas", manifestaron. En caso contrario, volverán al ataque con más movilizaciones, "sin descartar nada", incluida la huelga. Las tres organizaciones piden que "a igual trabajo, igual salario". "No puede ser que los responsables de los mejores resultados en PISA sean los peor pagados de España", claman.

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