Entrevista | Rubén Pérez Correa Secretario de Estado de Infancia y Juventud

"La migración juvenil es una oportunidad ante la despoblación, pero con recursos para integrar"

"Vamos a defender de manera clara el voto a los 16 años: implicaría a muchos que ahora tienen desafección y dudas de la democracia"

Rubén Pérez Correa.

Rubén Pérez Correa. / Luisma Murias

Es el primer secretario de Estado de Juventud e Infancia, un ministerio de nueva creación. Rubén Pérez Correa (Vigo, 1971), licenciado en Historia y técnico especialista y postgrado en Logística y Producción, ha sido líder de En Marea en su ciudad, donde fue concejal de oposición a Abel Caballero. Como "número dos" de la ministra Sira Rego tiene por delante el reto de echar a andar la nueva cartera "para que no sea el típico departamento que aparece y desaparece" y se consolide en la estructura de futuros gobiernos.

–¿Hacía falta la creación de un Ministerio de Juventud e Infancia ?

–Sin duda. Cuando hemos empezado a trabajar en la propia constitución del Ministerio, nos hemos dado cuenta de que era muy necesario. Esta semana conocíamos el incremento de la tasa de pobreza infantil, con un incremento al 28,9 por ciento. Somos el país de Europa con mayor tasa de pobreza infantil pero incluso sumado a los países de la OCDE, solo están por debajo Turquía, Rumanía y Colombia. Además, este Ministerio cumple las expectativas de un potente Tercer Sector, con entidades como la Plataforma de la Infancia, Unicef o Save The Children que llevaban muchos años reclamándolo. Necesitábamos un organismo para homologar las competencias de infancia y juventud. Nuestro objetivo es que este Ministerio sobreviva a nuestra etapa y se mantenga en próximas legislaturas.

–¿Qué coberturas debe contemplar la futura ley autonómica de Infancia, en la que trabaja el Gobierno asturiano para su aprobación esta legislatura?

–Hemos estado con la consejera de Derechos Sociales, que también está aterrizando, aunque ya la conocíamos porque estaba al frente de la dirección autonómica de Infancia. Desde luego, el principal reto consiste en crear un entorno de protección a los menores frente a cuestiones que ahora mismo suponen verdaderas amenazas.

–¿Cuáles?

–La primera, sin duda, es la pobreza y la exclusión social que supone la dificultad en el acceso a una vivienda digna en muchos. Afecta de una manera muy notable porque los menores lo viven como un ambiente de desprotección e incerteza. El niño pobre acaba siendo un adulto pobre si no lo erradicas en edades tempranas.

–¿Es preocupante el acceso cada vez más precoz a los entornos y contenidos digitales?

–El entorno digital tiene importantes ventajas, permite romper brechas tecnológicas y ganar competencias digitales, pero la digitalización del mundo de los menores también entraña una serie de peligros sobre los que debemos operar. Los menores necesitan otro tipo protección en ese campo por la profusión de pantallas, accesos a internet, juegos on line, consolas de videojuegos y chat. Todo esto genera una serie de elementos muchas veces peligrosos como el grooming, el sexting (difusión de videos de contenido sexual), el acoso o las cuestiones relacionadas con el bulling digital, que continúa y permanece más allá del centro educativo, o el acceso a la pornografía. Son respuestas que debemos afrontar de inmediato.

Debemos afrontar de inmediato respuestas a los peligros del entorno digital para los menores, como el grooming, el sexting, el acoso y el acceso a la pornografía

–¿Existe alguna acción ya en marcha?

–Contamos con el apoyo del Presidente del gobierno para que esta sea un política de Estado. Hemos constituido un grupo de expertos para avanzar en políticas de protección y también trabajamos con la Agencia Española de Protección de Datos para constituir elementos en los entornos tecnológicos que permitan identificaciones y verificaciones de edad y poner garantías a los contenidos a los que acceden los menores. Así como a un menor no se le da alcohol o no se le da tabaco, tampoco se le debe dar acceso a contenidos pornográficos por su grado de madurez y por lo que suponen muchas veces de cosificación de la mujer.

–¿Hay correlación entre ese acceso cada vez más temprano a entornos digitales, las adicciones y la conflictividad y la delincuencia juvenil?

–Los casos relacionados con violencia sexual protagonizados por menores han aumentado un 116 por ciento en los últimos cinco años. Sería aventurado decir que hay una relación causa-efecto con el acceso a la pornografía, pero tiene mucho que ver con contenidos violentos, que son los que tienen un consumo más grande en las visualizaciones de pornografía Una parte importante de la labor de las tradicionales asociaciones de exconsumidores de drogas o exalcohólicos ya no tiene que ver con las adicciones químicas, sino con adicciones digitales y patrones relacionados con comportamientos compulsivos en compras o en el juego on line. Hasta los pediatras nos alertan de que se empieza a generalizar este tipo de consultas en la atención primaria. Por todo esto aspiramos a que la regulación sea absolutamente estricta con menores.

–La llegada masiva de migrantes menores a España a través de Canarias es un hecho. ¿Cómo está respondiendo Asturias ?

–Asturias es una comunidad ejemplar en entender la solidaridad con otras autonomías que están viviendo una saturación de sus servicios de protección de menores. Los menores tienen que ser protegidos, lleguen por donde lleguen y estén en la situación que están, tengan o no papeles. Es algo en lo que debe cambiar culturalmente este país. Es una riqueza poder ser capaces de dar un sistema de protección a estos menores para conseguir un itinerario de vida adulta y de integración en nuestro país. Asturias tiene un comportamiento ejemplar porque lo entendió así desde el principio y tiene programas de transición a la vida adulta que queremos trabajar a nivel estatal, como el Ítaca, que me ha sorprendido.

Rubén Pérez Correa, ayer, en Oviedo. | Luisma Murias

Jornada en asturias: Rubén Pérez Correa se reunió ayer con la consejera de Derechos Sociales, Marta del Arco, y el titular de Ordenación del Territorio, Ovidio Zapico; y, entre medias, acudió al Consejo de la Juventud de Asturias, como se aprecia en la imagen. / Irma Collín

–¿Con la despoblación como reto estos jóvenes son antes una oportunidad que un problema?

–Es la gran oportunidad comunidades como Galicia y Asturias, que perdemos escuelas y tenemos sectores sin la suficiente mano de obra. La migración nunca será una amenaza, pero tiene que acompañarse de recursos para que haya garantías en el proceso de integración, de conocer nuestro idioma y nuestra sociedad. Por eso trabajamos en un proyecto para que haya más familias acogedoras y los niños no estén en centros, sino en familias. Es una competencia autonómica. Asturias y Navarra ya han mostrado interés.

–Su Ministerio apuesta por adelantar la edad legal para votar a los 16 años. ¿Cuáles son las razones?

–La Ministra ha anunciado que vamos a defender de manera clara el voto a los 16 años. Es una reivindicación histórica del Consejo de la Juventud de España. Es un buen momento para abrir este debate. Implicaría a muchos jóvenes de este país que ahora mismo tienen desafección y dudas sobre los procesos de construcción de la democracia porque no han tenido referencoia de lo que ha sido la dictadura en este país y dudan de la utilidad de la democracia.

–El caso Koldo, las novedades judiciales del Supremo sobre Puigdemont. ¿Más inestabilidad para la legislatura?

–El PSOE ha respondido de manera rápida, como tiene que hacerse a las cuestiones que se van conociendo. En el momento que nuestras organizaciones nos piden el acta y un paso atrás tenemos que atender las reflexiones de los órganos democráticos de los partidos que nos ponen.

–¿Se cumplirán los cuatro años de legislatura?

–Sin duda porque cada día vemos que el PP y Vox quieren que nos vayamos para ocupar ellos el Gobierno. Tenemos que luchar con dientes para poder avanzar en legislaciones. El Gobierno ahora mismo es el muro de contención de una oleada bárbara, con un discurso guerra civilista, que no ayuda en nada a que los jóvenes vean la democracia y la política como algo positivo.

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