Un argayu corta la Senda del Oso en Proaza... y los turistas pasan apuros en la zona afectada

El corrimiento de tierras se ha llevado parte del camino en las cercanías de la central hidroeléctrica

La Senda del Oso, cortada a las puertas de la Semana Santa: la complicada maniobra para sortear el argayo que corta el camino

Chema Ordóñez

José A. Ordóñez

José A. Ordóñez

Un argayo en un talud que se ha llevado consigo parte del camino mantiene cortada la Senda del Oso en las inmediaciones de la central hidroeléctrica de Proaza, cuando ya se ha iniciado la cuenta atrás para la campaña turística de Semana Santa. Ubicado a la altura del kilómetro siete, se trata del principal desprendimiento que presenta esta popular ruta peatonal y ciclista, pero no el único. Y es que en otros puntos del trazado que discurre entre Tuñón (Santo Adriano) y Entrago (Teverga) también hay corrimientos de tierras y rocas. Se trata de problemas que se vienen repitiendo invierno tras invierno y que justifican, a juicio de los alcaldes de la zona, que se realice un estudio en profundidad para determinar y ejecutar aquellas actuaciones necesarias para poner coto a los argayos y asegurar la consistencia del camino.

"No podemos estar siempre poniendo parches, hay que adelantarse", afirma Fernando Figaredo, alcalde popular de Proaza, quien avanza que la zona del desprendimiento junto a la central va a seguir cerrada hasta que se garantice la seguridad. "No podemos correr riesgos", afirma. Sin embargo, numerosos usuarios de la ruta siguen pasando, aunque sea con muchas dificultades por el tramo afectado, cerrado a los vehículos con una valla. Fue el caso, ayer a mediodía, de los turistas catalanes Andrés Santamaría y Ainoa García, que hicieron la ruta en bicicleta y se extrañaron de que el desprendimiento ocupe la senda desde hace más de una semana. "Pensábamos que habría sido anoche", afirmó la pareja, que poco después ayudaba con éxito a salvar el derrumbe a Lorenza Langarica, visitante mexicana que llegó a plantearse dar la vuelta al observar el alcance del argayo.

Arriba, Gimena Mijares, ayer, ante la valla que cierra la ruta a los vehículos. A la izquierda, rocas caídas en otro punto de la ruta. | J. A. O.

Gimena Mijares, ayer, ante la valla que cierra la ruta a los vehículos. / J. A. O.

Adrián Gayo, alcalde de Teverga por Izquierda Unida (IU), coincide en que la senda necesita actuaciones para asegurar el firme y prevenir desprendimientos, para lo que hasta podrían instalarse en algunos puntos concretos redes metálicas de contención como las que hay en tramos de carretera con este tipo de problemas. Hace cuatro años, después de que un ciclista de Valladolid falleciera al caer por una pendiente de ocho metros tras ceder la barandilla en la que se apoyó mientras circulaba por la ruta, se llevó a cabo una actuación para sustituir los tramos de balaustrada en peor estado. Para el regidor tevergano, la mejora de la seguridad merece una tercera fase de obras que actúe contra los argayos. "Ya he traslado esa necesidad al Principado", advierte, en sintonía con la opinión que expresa la alcaldesa socialista de Santo Adriano. Y es que Elvira Menéndez alerta de que en su municipio también hay tramos con evidente riesgo de desprendimientos sobre la ruta, sin duda uno de los mayores atractivos de la comarca.

El sector servicios ligado a la Senda del Oso no esconde su preocupación ante el argayo de Proaza y la cercanía de la campaña turística de Semana Santa, que se inicia el día 23 de este mes. Astor García, responsable del Centro Btt Valles del Oso, con sede en Tuñón, parte de la base de que ese desprendimiento ya debería haber sido retirado ya, porque "no es nada del otro mundo" y genera un "perjuicio importante" a las empresas de turismo activo.

Los alcaldes reclaman una actuación integral antiargayos en la Senda del Oso

rocas caídas en otro punto de la ruta. / J. A. O.

"Es verdad que ahora estamos en temporada baja y que hay poca gente, pero ya queda poco para la Semana Santa y hay que solucionar esto cuanto antes", subraya García, quien considera que, tras la sustitución del vallado, "la ruta está muy bien en materia de seguridad". A su juicio, el principal problema reside ahora en el firme. "Se dijo que se iba a asfaltar y no se hizo", lamenta.

El regidor de Proaza estima que, para lograr las actuaciones pendientes en la Senda del Oso, resulta fundamental que los alcaldes de los concejos por los que discurre la ruta hagan frente común, "por mucho que la mancomunidad se encuentre en disolución". A este respecto, se muestra dispuesto a contactar con sus colegas de Quirós, Teverga y Santo Adriano para pactar una estrategia conjunta de cara a completar las mejoras que se han ido acometiendo durante en los últimos años con la consolidación del firme y la prevención de argayos como el que corta el trazado junto a la central hidroeléctrica, a la espera de que se valoren con detalle las medidas de refuerzo que permitan garantizar la seguridad de los usuarios. "Tenemos que actuar", concluye Fernando Figaredo.