La unidad de reproducción asistida del HUCA reduce la demora de 17 a 6 meses

De 17 meses a 6 meses ha descendido la demora de la unidad de Reproducción Asistida (URA) del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) en los tres últimos años. En este mismo periodo, la cifra de mujeres en espera ha pasado de 100 a 72. El trabajo de este equipo del hospital ovetense ha dado lugar a 111 nacimientos de niños desde el inicio de 2022 hasta el momento actual. La del HUCA es la única unidad de esta disciplina disponible en la sanidad pública asturiana para tratar los problemas de fertilidad.

La vicepresidenta y consejera de Presidencia, Reto Demográfico, Igualdad y Turismo, Gimena Llamedo, visitó ayer este servicio del complejo hospitalario y destacó que en el último año ha duplicado los ciclos de fertilidad in vitro (FIV) hasta alcanzar los 334 anuales. Según Llamedo, la mejora del acceso a los tratamientos de este tipo en la sanidad pública es un objetivo que el Gobierno del Principado ha cumplido. "La Ley de Impulso Demográfico, en fase de tramitación, blindará este servicio", precisó. En su artículo 34, el texto normativo recoge que el Servicio de Salud del Principado (Sespa) "adoptará, de manera progresiva, medidas para que las personas que precisen utilizar métodos de reproducción asistida puedan disponer de asistencia sanitaria y de los medios precisos para tal fin".

La vicepresidenta indicó que "somos conocedores de las dificultades que supone el retraso en la edad de maternidad a la hora de tener hijos y por eso apostamos por este servicio, porque queremos acompañar a las mujeres y las parejas para que puedan hacer realidad ese deseo de ser madres y padres".

Según los datos de la unidad, en 2023 se practicaron 34 ciclos a mujeres con 40 años o más y buena reserva ovárica, una cifra de usuarias que ha sido posible gracias a que el acceso en los centros públicos a este procedimiento se amplió hasta los 42 años. Previamente, el límite de edad estaba fijado en los 40 años.

Inversión de 240.000 euros

Para facilitar esta prestación a un mayor número de mujeres y de más edad, el Sespa duplicó en 2022 la superficie de las salas de recuperación y adquirió un tanque para almacenar embriones de usuarias con enfermedades infecciosas, de manera que no tengan que desplazarse a otras comunidades para recibir tratamientos. Asimismo, implantó un sistema de trazabilidad del proceso para ofrecer mayores garantías y seguridad a las mujeres. La inversión ascendió a 240.000 euros. También aumentó el último año su plantilla en un 33 por ciento y pasó a doce profesionales mediante la contratación de dos enfermeras, un facultativo especialista de área en bioquímica clínica y un técnico en cuidados auxiliares de enfermería, de modo que se puedan practicar más intervenciones semanales.

El jefe de la unidad de Reproducción Asistida del HUCA, Plácido Llaneza Coto, manifestó su satisfacción por la reducción de las demoras y puso de relieve la evolución de las técnicas utilizadas: "Cada vez se utilizan más los ciclos de embriones vitrificados, lo que hace que el procedimiento sea cada vez más complejo. Se están introduciendo también técnicas de diagnóstico genético, que es otro paso importante, pero que técnicamente implica también más complejidad a la hora de hacer el tratamiento", enfatizó.

Según el doctor Llaneza, la tasa de éxitos del HUCA supera ligeramente la media nacional, al rondar el 18 por ciento de recién nacidos por ciclo de fertilización iniciado.

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