Cara y cruz de la Universidad en Asturias: es de las más baratas pero el riesgo de paro es alto

Las familias asturianas pagan menos que las de una mayoría de regiones españolas por las tasas académicas de la Universidad. Hay en ese sentido menos barreras en Asturias para el acceso al "ascensor social" de los estudios superiores, según se infiere del último informe de la Fundación Conocimiento y Desarrollo, dedicada, entre otros cometidos, al análisis de la realidad universitaria española. El retrato de Asturias tiene un reverso negativo: los titulados tienen mayor riesgo que los de otras comunidades de sufrir desempleo.

Estudiar. La fundación que preside Ana Patricia Botín, primera ejecutiva del Grupo Santander, aporta, entre otra información, un ranking regional con el coste medio de la matrícula universitaria para los estudiantes. Asturias aparece como la segunda comunidad con el precio más bajo del crédito para los grados en primera matrícula (12,3 euros en el curso 2022-2023), solo superior al de Galicia. Una carrera de cuatro cursos o 240 créditos suponía en Asturias en el período estudiado 740 euros por curso, unos 400 euros menos que en Navarra, Madrid o Aragón, los territorios más caros. La posición regional es semejante en el caso de los másteres vinculados a los grados.

La fijación de los precios corresponde a las autonomías dentro de una horquilla que determina un consejo estatal. Entre 2012 y 2020, las decisiones de precios tenían que ir acompasadas a los costes. El modelo decayó en ese último año, y una reforma reciente (la Ley Orgánica del Sistema Universitario de 2023) establece que las tasas deben evolucionar "en un marco general de contención o reducción progresiva".

Trabajar. El informe comentado realiza también una aproximación a la eficacia del "ascensor social" desde el punto de vista del empleo. Asturias pierde el brillo en este capítulo: entre la población en edad de trabajar que tiene estudios superiores, la tasa de paro (8,53% en 2022) es la cuarta mayor de España, por detrás de las observadas en Andalucía, Canarias y Extremadura, tres regiones caracterizadas en materia educativa, al contrario que Asturias, por tasas elevadas de fracaso escolar y, en el terreno económico, por tener los niveles más bajos del país en producto interior bruto (PIB) por habitante. El mal dato de Asturias –que reaparece en la tasa de empleo de los universitarios, del 77,7%, la segunda menor de España– es consistente con los problemas dinamismo de la economía regional y con los desajustes tan frecuentemente comentados entre la cualificación de los demandantes de trabajo y la oferta que son capaces de generar las empresas.

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