Vacaciones en Asturias truncadas por un golpe de mar: un inglés aficionado a las fotos y una visitante de Madrid que cayó al agua tras su perro, las víctimas del temporal

Los dos sucesos, casi simultáneos, ponen de manifiesto la necesidad de extremar precauciones en la costa cuando hay alerta por oleaje

Doble tragedia por el oleaje en Asturias: fallece un turista caído al mar en San Esteban y una mujer muere en Cudillero

Alicia G. Ovies / Ángela Rodríguez

Alicia G. Ovies / Ángela Rodríguez

Jueves Santo de tragedia en Asturias. Lo que debían ser unas vacaciones de disfrute en el paraíso astur se convirtió en una auténtica pesadilla para dos familias. Una mujer venida de Madrid fue arrastrada por el mar cuando paseaba por el muelle nuevo de Cudillero junto a su pareja y su mascota. Y a un turista inglés se lo tragó una ola en el espigón de San Esteban (Muros de Nalón) cuando contemplaba el bravo espectáculo del oleaje en un día, este jueves, en el que todo el litoral asturiano se encuentra en aviso naranja por mar combinada de hasta 7 metros. Nada se pudo hacer por la vida de ambos.

En el caso de la visitante residente en Madrid, de 50 años, los sanitarios estuvieron durante más de una hora intentando reanimarla, pero finalmente solo pudieron certificar su fallecimiento. En cuanto al turista inglés caído al mar en San Esteban, ya cerca de la desembocadura del río Nalón, el helicóptero rastreó la zona hasta dar con su cuerpo, ya sin vida. Fue sacado del mar mediante una operación de grúa desde la aeronave del Servicio de Emergencias del Principado.

Ambos sucesos se produjeron casi de forma simultánea, en un momento en el que el oleaje azotaba con fuerza en esa parte del litoral centro-occidental asturiano. El paseo del espigón de Cudillero donde se produjo el fatídico golpe de mar que arrastró a la visitante llegada de Madrid no se encontraba cerrado al paso porque era un momento de marea baja en el que no se apreciaba que las olas estuviesen llegando a sobrepasar con fuerza el dique que separa el refugio del puerto del mar abierto. Pero sucedió, y había paseantes en la zona.

“Había más gente en el espigón. Yo iba dando un paseo por la mañana y vi más gente sacando fotos y paseando. La marea estaba baja, y el mar no saltaba así. Pero fue subiendo y los pilló por sorpresa”, relata uno de los testigos del trágico accidente en el paseo marítimo. La fallecida se encontraba paseando junto a su pareja y su perro, un pequeño cachorro.

El relato de los presentes señala que un primer embate llevó al perro al agua, y que fue cuando su dueña se inclinó para ver dónde se encontraba el can el instante en el que un segundo golpe de mar se la llevó. Cayó hacia el interior del puerto, con roca descubierta al estar la marea baja. Todo indica que el golpe fue fatal, pues quedó inconsciente y flotando en el agua. Unos pescadores de Cudillero se apresuraron para rescatarla con su lancha. Los servicios sanitarios, que llegaron "rápido", según testigos, no pudieron reanimarla pese a sus esfuerzos.

Otro pescador consiguió rescatar, por su parte, al cachorro con vida, y se lo entregó a la pareja de la fallecida, abatida por lo sucedido. Ese mismo golpe de mar también dejó un gran susto en el cuerpo a dos mujeres que paseaban por la misma zona pero por la parte superior del espigón. El agua, en su caso, las arrastró, pero se golpearon contra una valla que impidió que cayesen a la zona inferior o al mar, como le ocurrió a la mujer que se encontraba con su perro y su pareja precisamente en el emplazamiento inferior del paseo marítimo.

Un turista aficionado a la fotografía

En Muros de Nalón, el turista inglés fallecido había reservado junto a su pareja, de Valladolid, un apartamento en San Esteban para disfrutar de una semana de vacaciones. Traía, incluso, un teleobjetivo con el que, según había contado, quería fotografiar pájaros. En la mañana de ayer decidieron acercarse hasta el espigón para contemplar las olas, sin presagiar el trágico desenlace.

Cuando se encontraban a la altura de la rampa del faro, un golpe de mar se lo acabó llevando por delante. Literalmente, desapareció entre el oleaje, según contaron los alertantes del suceso. “Estuvieron buscándolo mucho rato y el helicóptero bajaba muchísimo. Se acercaba un montón al agua. Al final, vimos cómo el rescatador subió con el cuerpo”, narraba minutos después una testigo del operativo de emergencias.

Fue de esta manera que lo que debían ser unas vacaciones de Semana Santa de disfrute de Asturias se tiñeron de luto en un Jueves Santo negro en la región. Dos hechos que ponen de manifiesto la necesidad de extremar precauciones en el litoral cuando hay alerta por oleaje en el mar Cantábrico.