Los jóvenes no pican: el futuro incierto de la pesca se constata en el arranque salmonero

Los veteranos de los ríos asturianos señalan que la afición no prende entre los jóvenes: "Los veinteañeros no están interesados"

El pescador mierense Javier Abad, en el inicio de la campaña de salmón.

El pescador mierense Javier Abad, en el inicio de la campaña de salmón. / C. G.

El inicio de la campaña de pesca del salmón en Asturias este domingo llevó a decenas de aficionados de la caña a los ríos de la región. Muchos, con la ilusión de lograr hacerse con el campanu, "un sueño" para todo pescador que se precie. Otros, con el objetivo de disfrutar de un día en compañía de amigos disfrutando de la práctica. Sin embargo, tal y como señalaron muchos, esta afición corre riesgo de perder relevancia. Y es que el relevo generacional "está muy complicado".

"No hay relevo. La gran mayoría de los que estamos hoy aquí somos pescadores de más de cuarenta años. Hay algunos chavales que no llegan a los veinte, pero son muy pocos". Etelvino García, pescador de 44 años de Luarca, se muestra desconfiado de cara al futuro. La escasez de aficionados jóvenes hace que sobre la pesca se imponga la incertidumbre. Pese a los esfuerzos de los aficionados actuales, "los más jóvenes no están muy interesados". En su caso, ha intentado inculcar su pasión con sus sobrinos del mismo modo en que anteriormente lo hiciese su padre con él. "He ido con mis sobrinos un par de veces, pero no les termina de llamar. Se lo pasa bien, pero nunca vi la misma pasión que tenía yo con mi padre", señala García, que recuerda "darle la lata" a su padre para que le llevase al río.

José Manuel Álvarez y Etelvino García, frente al río Narcea. | C. G.

José Manuel Álvarez y Etelvino García, frente al río Narcea. / Christian García

José Manuel Álvarez, de Oviedo, lleva más de treinta años acudiendo a los ríos para tratar de hacerse con un salmón. "Antes también iba a trucha. Ya no recuerdo ni los años". Con 62, explica que es difícil inculcar la pesca en las nuevas generaciones, a las que no responsabiliza por la falta de interés. "Lo tienen más difícil. Hay más trabas para pescar, menos espacios, menos días... No se pone fácil", recalca. En ese sentido, el pescador ovetense explica que las restricciones de días de pesca "impiden" que los jóvenes cuenten con suficientes jornadas para acudir a los ríos. "La mayoría solo puede en fin de semana y solo tienen un día. El estilo de vida actual, más rápido, les invita a tomar otras aficiones". Álvarez, que explica que pertenece "a familia de cazadores", lamenta la falta de relevo, ya que "para mí es una pasión" y que "no se puede dejar abandonados los ríos asturianos, que son los mejores que hay".

Por su parte, Javier Abad, de Mieres, apunta a la escasez de salmón como otro factor relevante. "Llevo pescando desde los años setenta y ahora hay muchos menos ejemplares, tanto de salmón como de trucha", recuerda Abad, que pone como ejemplo el campanu pescado este domingo en Láneo (Salas): "En esta zona siempre se ha pescado muy bien, pero desde que se pescó el primer salmón no hemos vuelto a ver otro. Salen muy pocos de ese tamaño –más de ocho kilos–, pero también de menos peso", afirma el veterano pescador salmonero.

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