La jefa de la Policía Científica de Asturias, ante centenares de escolares: "No existe el crimen perfecto, tarde o temprano encontramos un error"

Cándida Vicente, primera mujer al frente de la brigada especializada en la región, explica su trabajo dentro de la Semana de la Ciencia que organiza LA NUEVA ESPAÑA

La jefa de la Policía Científica de Asturias, ante centenares de escolares: "No existe el crimen perfecto, tarde o temprano encontramos un error"

VIDEO: Amor Domínguez/ FOTO: David Cabo

Yago González

Yago González

Un hombre aparece muerto en el salón de su casa. Informados del hallazgo, los primeros agentes policiales se presentan en el escenario. Aún no se sabe si ha sido un suicidio, un accidente, un homicidio o un asesinato. No se sabe nada. Los únicos elementos que existen para determinarlo están ahí mismo, en la estancia donde se encuentra el cadáver. “Por eso es crucial no tocar nada, evitar que mucha gente entre y salga de allí y preservar absolutamente lo que hay en la escena. La policía científica es la ciencia del pequeño detalle, y muchas veces la resolución del caso está en ese pequeño detalle: una silla que se ha movido, un pelo que aparece debajo de la alfombra, una gota de saliva en el suelo…”. Con estas palabras ha resumido este martes su trabajo Cándida Vicente Templado, jefa superior de la Brigada Provincial de la Policía Científica de la Jefatura Superior de Policía de Asturias. Lo ha hecho ante mil escolares asturianos congregados en el Palacio de Congresos de Oviedo, como parte de la IX Semana de la Ciencia “Margarita Salas”, organizada por LA NUEVA ESPAÑA, y dentro del programa de fomento de vocaciones científicas.

Cándida Vicente Templado, Jefa de la Policía Científica de Asturias: "No existe el crimen perfecto que vemos en las películas, tarde o temprano encontramos un error"

VIDEO: Amor Domínguez/ FOTO: David Cabo

“No actuar con orden y con método puede llevar al traste una investigación. Nuestra misión es recoger pruebas con la suficiente información como para que el juez pueda emitir su veredicto”, ha explicado Vicente, avilesina que se ha convertido en la primera mujer al frente del departamento de Policía Científica en la región. Al frente de un equipo multidisciplinar de catorce agentes, la funcionaria es la encargada de coordinar las labores de análisis y supervisión de los escenarios donde se ha cometido un presunto delito, así como de comparar los vestigios biológicos y no biológicos hallados con los existentes en las bases de datos de la Policía, para así encontrar al culpable. “No existe el crimen perfecto en el que al delincuente le salga todo bien, como a veces vemos en las películas; lo que hay son investigaciones más o menos largas y complejas. Pero tarde o temprano la Policía acaba descubriendo un error que lleva a su detención”, ha asegurado.

SEMANA DE LA CIENCIA MARGARITA SALAS | Conferencia de Cándida Vicente Templado

Vicente ha expuesto ejemplos del trabajo que realizan estos agentes, popularizados por series de televisión como ‘CSI’. Por ejemplo, los llamados “pasaportes de voz”: un análisis pormenorizado de una grabación sonora de un sospechoso en la que los policías, formados en filología, “pueden concluir datos como su nivel educativo, su procedencia geográfica o si tiene algún defecto físico en la garganta o algún hábito como el consumo de alcohol”. Este fue el método que llevó la resolución del secuestro y asesinato de Anabel Segura en 1993. Según ha explicado Vicente, los policías españoles tienen amplia experiencia en esta disciplina por los avisos telefónicos que solían hacer los comandos de ETA minutos antes de cometer un atentado.

O la importancia de los análisis del ADN (“fue toda una revolución en la investigación policial”), que permitieron esclarecer el enigma de la estadounidense Jane Britton, estudiante de Harvard encontrada muerta en 1969. No fue hasta 2018, medio siglo después, cuando los análisis de restos biológicos encontrados en su cuerpo lograron identificar a su asesino. Un caso este último que, según Vicente, alberga una importante lección sobre el modo de trabajar y el espíritu que anima a la Policía: “Los casos no se cierran hasta que no se detiene al delincuente; siempre habrá agentes que tomen el testigo de sus predecesores y continúen la investigación por muchos años que hayan transcurrido”.

Vicente ha explicado a los jóvenes asistentes los pasos que se deben realizar para convertirse en agente de policía, tanto a través de la escala básica (que únicamente requiere estudios de Bachillerato y que consiste en un año de formación) como en el cuerpo de inspectores, que exige al menos un grado universitario y tiene una duración de dos años. La dirigente policial ha asegurado que la Escuela Nacional de Policía “es una de las más prestigiosas de Europa” y que “su formación es muy extensa”. “La oposición es una carrera de obstáculos; hay pruebas físicas, de conocimientos, exámenes médicos…. Hay que encontrar el equilibrio entre todas y llegar hasta el final”, ha animado. Para los interesados en formar parte de la Policía Científica, la asturiana ha recomendado “formarse lo máximo posible, tanto a nivel interno en la propia Escuela de Policía como con cursos externos”.

La Semana de la Ciencia cuenta con los patrocinios del Ayuntamiento de Oviedo, el Instituto Fernández-Vega, Bayer, Asturagua, Unicaja, Química del Nalón, Telefónica, Gilead, Ieducae y Fertiberia, así como con el respaldo de la Consejería de Ciencia y Empresas del Principado.