Adiós al exdiputado Carlos Rojo, referente de la FSA y "socialista a la antigua usanza"

El socialismo asturiano está de luto tras la muerte, debido a una larga enfermedad, de Carlos Rojo Pérez, con 74 años de edad. Nacido en Villanueva de Oscos en 1950, aunque muy vinculado, por su profesión de maestro, al Oriente –fue concejal en Peñamellera Baja– y a Siero, donde residió desde 1989, y donde falleció este sábado, en la Residencia Valentín Palacio de la Pola, Carlos Rojo fue diputado regional durante cuatro legislaturas, de 1983 a 1999, secretario de organización de la Federación Socialista Asturiana (FSA) entre 1991 y 1997 y miembro de la Fundación José Barreiro, en la que se encargó de recuperar la memoria de militantes represaliados durante el franquismo, como el mierense Fermín López Naves, comandante del Ejército Republicano, fusilado en 1939, y cuyas memorias editó. Rojo, que deja esposa, Ana María, y dos hijos, Carlos y Ana, así como una nieta, será incinerado este lunes a las dos y media de la tarde, en la intimidad familiar.

Fallece el exdiputado Carlos Rojo, "un socialista de raíz"

Rojo ingresó en el PSOE en 1977. "El partido fue su vida", aseguró este domingo Fernando Lastra (exconsejero de Infraestructuras, exportavoz del PSOE en la Junta, exdiputado regional y exsenador), que le sucedió como secretario de organización de la FSA y que confesó sentir "una profundísima pena". "Recorrimos Asturias varias veces él, Celestino (Suárez) y yo, compartimos muchos kilómetros y muchas confidencias. Fue una persona importante en la FSA. Todos recordamos a aquella persona vital, inquieta, hiperactiva, despierta, culta, estudiosa de la historia, sobre todo contemporánea, y de la represión franquista", rememoró Lastra. Rojo dedicó mucho tiempo a colaborar con grupos como Frente Norte (que estudia la Guerra Civil en el Norte), ARAMA (Asociación para la Recuperación de la Arquitectura Militar Asturiana) y Todos los Nombres (que investiga los fallecidos en la Guerra Civil española).

"Fue secretario de organización en un momento de gran vitalidad interna en el partido, luego vendría la crisis entre guerristas y renovadores. Dejó de tener participación en los órganos de dirección sin malestar ni resquemores", aseguró Lastra de este socialista fiel y disciplinado, "a la antigua usanza".

"Siento mucho el fallecimiento de Carlos Rojo, una figura esencial en la historia reciente de la Federación Socialista Asturiana, llegando a ocupar la Secretaría de Organización en el mandato de Luis Martínez Noval", indicó el presidente del Principado, Adrián Barbón. "Lo conocí siendo muy joven, cuando me afilié en 1996, y tengo muchos recuerdos de él en aquella primera etapa, cuando siendo yo un joven socialista nos atendía, nos escuchaba y nos explicaba tantas cosas de lo que sucedía en el Partido. Siempre fue muy cercano con los jóvenes de mi generación. Mi cariño a su familia y mi recuerdo para Carlos Rojo, cuyo nombre forma parte ya de la historia de nuestro partido", añadió el presidente regional.

"Se volcó con las agrupaciones pequeñas", dice la directora de Igualdad

En la FSA definieron este domingo como «un día triste para el socialismo asturiano. Nos ha dejado nuestro compañero Carlos Rojo, histórico socialista con una larga trayectoria en el partido y en la política asturiana». A ese dolor se unieron otros socialistas, como el diputado nacional Roberto García Morís.

También quiso dedicarle unas palabras el presidente de la Junta General del Principado, Juan Cofiño: «Aunque el desenlace parecía inevitable, pues su estado de salud era muy precario en los últimos tiempos, para mí es la noticia más triste y desconsoladora que podía recibir. Maestro de profesión, político de la primera generación de la transición, buena persona, amigo, honesto, leal y trabajador. Con socialistas como él se construyó el mejor PSOE, del que nos sentimos orgullosos». Y añadió: «No ha tenido suerte con esa maldita enfermedad que finalmente le ha pasado la peor de las facturas. Un abrazo infinito para Carlos y que sepa él y su familia que ha sido un ejemplo del que muchos nos sentimos henchidos de orgullo. Un honor haber formado parte de su entorno y haber gozado de su calor humano en momentos importantes de la vida».

La praviana María Jesús Álvarez (exdiputada regional, exsenadora, expresidenta de la Junta y actual directora general de Igualdad del Principado) también tuvo cálidas palabras para Rojo, del que dijo que era «un socialista de raíz». «Cuando fue secretario de organización destacó por su dedicación al partido, se volcó con las agrupaciones pequeñas, como la praviana, cuidaba mucho a los cuadros del partido y a los militantes», aseguró. «Coincidimos como diputados e impulsó la reforma del reglamento de la Junta, que facilitó mucho el trabajo parlamentario», añadió. Rojo era un «convencido de las ideas de justicia y progreso, y un gran defensor del socialismo, dejó el partido con discreción y en silencio, para recuperar, en el seno de la Fundación José Barreiro, la historia del partido y de los militantes de las épocas más oscuras». En la crisis de finales de los noventa, «defendió a su ejecutiva y a su secretario general, Luis Martínez Noval». En definitiva, buscaba una sociedad mejor, más justa y más libre.

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