Día Internacional de los Museos: las cinco mejores propuestas (de Oriente a Occidente) para celebrarlo en Asturias

Los museos de Asturias y de todo el mundo –el año pasado fueron 37.000 los centros participantes– preparan sus salas para celebrar desde hoy su Día Internacional (18 de mayo). Una jornada concebida para que se ponga el foco en cuánto de importantes son los espacios museísticos para el intercambio cultural y que este año, en concreto, se ha convocado en torno a la idea de "Museos por la educación y la investigación".

Con esa idea, los responsables de cinco equipamientos del Principado –el Centro de Arte Rupestre Tito Bustillo, el Parque de la Prehistoria de Teverga, el Centro del Prerrománico Asturiano, el Museo Jurásico de Asturias y el Museo Etnográfico de Grandas de Salime– invitan a los asturianos a descubrir alguno de sus rincones, de sus tesoros o de sus líneas de investigación. Un apunte mínimo como cebo para acercarse estos días y disfrutar de todas sus propuestas.

Clara García, coordinadora del Centro de Recepción e Interpretación del Prerrománico Asturiano elige como cebo "las maquetas del Centro. ¿Son realmente llamativas, no? No solo son útiles para comprender mejor la arquitectura para personas con discapacidad visual, sino que también nos permiten apreciar la belleza y el detalle de estas construcciones tan especiales. Aunque sean pequeñas, vale la pena contemplarlas detenidamente debido al nivel de detalle con el que están elaboradas. Cada elemento está representado con una precisión asombrosa", destaca.

Susana Hevia, directora del Museo "Pepe el Ferreiro", de Grandas, elige un objeto pequeño, pero testimonial: una trilladeira. "Es un recipiente de madera de aliso fabricado artesanalmente en un torno de media vuelta, y era una pieza habitual en la casa campesina, donde hacía funciones de tabla de cortar o picar, sobre todo en época de matanza. El taco central servía de apoyo a los productos a trocear, hortalizas y carne preferentemente, que iban cayendo dentro del propio recipiente. La importancia que se daba a estas piezas y la dificultad para conseguirlas, hacía que en muchas ocasiones, como ocurre en este caso, su vida útil se alargara todo lo posible reparando las fracturas por medio de lañas", explica.

El equipo del Centro de Arte Rupestre Tito Bustillo opta por destacar la parte de la exhibición permanente donde se muestra "la réplica de los antropomorfos, dibujos esquemáticos de la figura humana pertenecientes a momentos iniciales del Paleolítico superior que decoran una formación calcárea semitransparente y que fueron encontradas en una sala recóndita y de difícil acceso dentro de la Cueva". Dicen los responsables que "le damos especial valor a esa parte del Museo por tratarse este tipo de representaciones humanas de una excepción dentro del arte paleolítico y poseer una singular belleza".

Por su parte, el equipo del Parque de la Prehistoria de Teverga, a la hora de elegir un elemento de atracción destacan a sus elementos museográficos vivos, es decir, los animales de seis especies diferentes "que en la Edad de Piedra fueron fuente directa de inspiración de los primeros artistas". Se refieren a sus ejemplares de gamos, ciervos, caballos Przewalski, caballos tarpanes, bisontes europeos y uros.

Laura Piñuela y José Carlos García-Ramos, equipo científico del Museo del Jurásico de Asturias, selecciona para atraer al visitante la sala del jurásico asturiano "el único espacio del Museo donde se muestra realmente la evolución del territorio asturiano a lo largo del periodo Jurásico, con una duración de unos 56 millones de años, tiempo suficiente para que el clima, el relieve y los ecosistemas, sufrieran numerosos cambios".

La sala consta de dos espacios expositivos. En el primero de ellos se muestra la reconstrucción de los ambientes a través de la interpretación de las rocas y fósiles que los caracterizan. Su estudio nos permite saber que Asturias pasó en esa época por al menos cinco etapas bien diferenciadas. A comienzos del Jurásico se instala en la región una llanura litoral fangosa y rica en sales. A continuación, un mar abierto de poca profundidad invade el territorio. En lo que sería la tercera etapa ese mar se retira y el espacio que ocupaba queda ahora emergido desarrollándose sobre el mismo una red fluvial. Un nuevo avance del mar, en este caso un mar interior sin oleaje y mareas inunda de nuevo la región. Por último, se instala un sistema deltaico que desembocaba en ese mar interior dando lugar a zonas muy favorables para el desarrollo de la flora y la fauna.

En cuanto al segundo espacio, está dedicado exclusivamente a los fósiles de vertebrados del Jurásico de Asturias. "Se expone una pequeña parte de las huellas y huesos de dinosaurios y otros reptiles de la colección, pterosaurios, tortugas y cocodrilos y el interés de la visita reside en que se recoge una abundante y diversa muestra procedente de una pequeña porción de la costa acantilada asturiana que conserva el registro de una buena parte de las rocas del periodo jurásico, muchas de las cuales contienen además diversos ejemplares de la flora y fauna hasta ahora inéditas en la Península Ibérica".

Un vídeo adaptado acerca el Bellas Artes a las personas con discapacidad auditiva

E. F.-P.

La Asociación de Padres y Amigos de las Personas con Discapacidad Auditiva (APADA) de Asturias presentó ayer en el Museo de Bellas Artes un vídeo sobre la historia de la pinacoteca regional, adaptado a las necesidades de la audiencia con problemas de audición. La iniciativa está enmarcada en un proyecto financiado por la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar del Principado, cuyo objetivo es facilitar el acceso universal a la cultura y a actividades sociales, de formación y ocio. A lo largo del documental, además de repasar el devenir de la pinacoteca regional, se describen algunas de las obras más representativas de su colección. Entre los asistentes al acto de presentación estuvieron la consejera de Derechos Sociales, Marta del Arco; el director general de Cultura, Pablo León; el director del Museo, Alfonso Palacio, y su responsable de Educación, Cristina Heredia.