Ir al HUCA de madrugada, la vía cada vez más usada para una atención rápida: "Las guardias de las noches se han vuelto muy complicadas"

El hospital ovetense atendió de enero a abril a 1.900 personas más que en 2023

El servicio recibe casi cien usuarios más al día que en 2015

Urgencias en el HUCA

Urgencias en el HUCA / LNE

Pablo Álvarez

Pablo Álvarez

La sobrecarga de pacientes en los servicios de urgencias de los hospitales continúa aumentando en Asturias. Ya va para once años la duración de esta tendencia creciente que sólo se ha visto interrumpida por la pandemia de covid-19. Las cifras del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) son elocuentes: en lo que va de año, el complejo sanitario ovetense ha atendido 1.900 pacientes adultos más que en el mismo periodo de 2023 (44.949 frente a 43.026). Esta cifra significa un promedio diario de 11 enfermos más, hasta llegar a una carga total de 371 usuarios al día. En 2015, primer año completo de funcionamiento del HUCA actual, la afluencia diaria de pacientes era de 277, casi un centenar menos por jornada.

Además de esta mayor presión de pacientes, los profesionales de Urgencias hospitalarias también están observando argucias que emplean los usuarios para tratar de abreviar las prolongadas esperas derivadas de esta mayor afluencia de enfermos. "Desde hace un tiempo, las guardias de las noches se han vuelto muy complicadas", han explicado a LA NUEVA ESPAÑA sanitarios del área ovetense.

¿Qué está sucediendo en el turno de noche? Según algunos sanitarios, el perfil habitual de los pacientes nocturnos eran personas con cuadros repentinos y de verdadera urgencia que les empujaban a requerir asistencia. En cambio, en los últimos tiempos están proliferando pacientes que acuden en plena madrugada con problemas no agudos ni urgentes, pero sí de larga evolución, incluso de meses, y que a menudo están pendientes de pruebas diagnósticas o de una intervención quirúrgica que no acaba de llegar. Esos cuadros les generan dolores, molestias o incertidumbres que buscan aliviar con una visita al área de Urgencias del HUCA. "Vienen a esas horas porque saben que vamos a atenderlos más rápido", puntualizan las mismas fuentes.

Otro factor que juega "en contra" del servicio de Urgencias del HUCA es el atractivo que ejerce sobre los usuarios. De alguna manera, el hospital ovetense es víctima de su propio éxito; de elementos como accesos óptimos –desde Oviedo y desde todo el centro de Asturias–, un amplísimo parking y una generosa dotación de tecnología. ¿Consecuencia? Es relativamente frecuente que, durante las noches, el área de Urgencias del hospital ovetense registre una afluencia de enfermos muy intensa y que, a esas mismas horas, el centro de salud de La Lila –único que funciona por las noches en la capital del Principado– tenga una presión muy escasa. ¿Cuál puede ser la causa de este desequilibrio? Algunos profesionales de Urgencias que alternan el trabajo en ambos dispositivos apuntan una hipótesis: "Lo que mueve a ir al HUCA es la suposición de que allí van a resolverles mejor sus problemas".

La idea que parece imponerse en el imaginario de muchos ciudadanos de Oviedo y de las localidades cercanas es que, ante las largas demoras en consultas, cirugías y pruebas exploratorias de toda la sanidad pública, el servicio de Urgencias del Hospital Universitario Central de Asturias ha venido a convertirse en el "cajero automático" de la sanidad. Un dispositivo en el que se obtiene una respuesta relativamente inmediata y de calidad que compensa el tener que realizar un desplazamiento más largo o soportar una espera más prolongada.

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