Una jueza asturiana discapacitada recurre su remoción por "falta de idoneidad"

La mujer asegura que se ignoraron sus problemas de salud: "No se adoptó ninguna de las medidas para salvaguardar mi estado"

Imagen de la mano de un juez.

Imagen de la mano de un juez. / EDUARDO PARRA

Luis Ángel Vega

Luis Ángel Vega

Una juez sustituta asturiana, Jimena García, ha recurrido ante el Tribunal Supremo su remoción por el Consejo General del Poder Judicial por "falta de idoneidad". Según la jueza sustituta, se ignoró su condición de discapacitada y "no se adoptó ninguna de las medidas previstas por la ley para salvaguardar mi salud". Además, denuncia que el CGPJ no aceptó las testificales y documentales que propuso durante la tramitación de su expediente.

García nació con una grave patología, agravada por una negligencia médica que le causó una discapacidad del 90 por ciento. Se sobrepuso a la fatalidad, logró finalizar la carrera de Derecho, y tras desempeñarse como abogada, obtuvo una plaza de jueza sustituta en septiembre de 2022.

Estuvo de jueza en juzgados de Oviedo, Tineo, Castropol y Cangas del Narcea, para terminar en el Juzgado de Llanes, donde estuvo de julio a septiembre de 2023. El 11 de septiembre de ese mes, cuando terminó en Llanes, viendo la carga de trabajo y las sentencias pendientes que había dejado, pidió al presidente de la Audiencia Provincial que le permitirse terminarlas, sin que le se asignase un nuevo destino. José Antonio Soto-Jove accedió.

La sorpresa de esta jueza llegó el 4 de octubre, cuando le comunicaron que había sido denunciada por la magistrada titular de Llanes y la Letrada de la Administración de Justicia (LAJ) del mismo Juzgado, por falta de idoneidad. "Aquello me dejó sin aliento. Me rompí y un médico me dio la baja por razones de salud mental. Desde entonces no me he recuperado, no puedo salir de casa y he perdido la ilusión por ejercer esta profesión. No quiero ver una toga delante", indicó la jueza sustituta.

En la denuncia se enumeraba una larga lista de supuestos errores cometidos por esta jueza durante su desempeño en el verano de 2023. Jimena García niega taxativamente lo que recoge la denuncia, en la que se llega a decir que no sabe ni dónde se colocan los abogados en las declaraciones, algo que considera insultante. Se le atribuye falta de conocimientos y alargar hasta 12 horas una comparecencia de guardia.

Se la culpa de cosas a su juicio incomprensibles, como haberse puesto en contacto con el familiar de una investigada por atentado a la autoridad, una joven con problemas mentales; de dudar si mandar a la cárcel a un hombre acusado de intento de homicidio, cuando en Tineo ya había decretado una orden de prisión; y de crear un mal ambiente con los funcionarios.

En toda su trayectoria como jueza sustituta, indica, contó con el asesoramiento de dos magistrados de intachable trayectoria, uno ya jubilado. "Los retrasos que se me atribuyen son anteriores a julio de 2023, cuando llegué al Juzgado de Llanes", asegura. Lo chocante es que el 26 de julio, estando aún en Llanes, mes y medio antes de que fuese denunciada, se le había renovado como jueza sustituta al no haber ningún informe negativo en su contra.

En diciembre, la LAJ de Llanes le mandó un escrito de impulso procesal, para que dictase las sentencias pendientes, pero en ese momento ya se encontraba de baja. La jueza sustituta califica de "instrucción sumaria" la que se realizó en el TSJA y posteriormente en el CGPJ, que declaró su falta de idoneidad, primero por dejado sentencias pendientes, y luego por eso mismo, y por "lo ocurrido en Llanes". Asegura que el instructor del expediente se negó a recibir las testificales y documentales que avalaban su desempeño.

Ahora, ante el Tribunal Supremo ha pedido una media cautelar para que no se aplique su expulsión y prepara una demanda ante el mismo tribunal que debe presentarse antes del 7 de julio. El problema es que no ve salida: "Estoy en una situación de indefensión absoluta, han destruido mi imagen, no puedo volver a ejercer de abogado".

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