La actividad de la Administración autonómica

Gimena Llamedo hace hat-trick: la vicepresidenta ha impulsado ya tres leyes que nacen con consenso

Llamedo se ha convertido en la desactivadora de tensiones en el Ejecutivo, llevando la batuta de la coordinación

Gimena Llamedo. | |   IRMA COLLÍN

Gimena Llamedo. | | IRMA COLLÍN

Vicente Montes

Vicente Montes

La vicepresidenta del Ejecutivo regional, Gimena Llamedo, va camino del hat-trick legislativo en el primer año del gobierno, apoyándose en unas cualidades personales que destacan de ella sus más próximos: tenacidad, diálogo y capacidad de trabajo. Tres reformas legales llevan su sello: la ley de Reto Demográfico (gestada en la pasada legislatura, cuyo dictamen ella elaboró y a la que consiguió atraer a un Partido Popular inicialmente reticente), la ley de proyectos estratégicos (que ha entrado a la Cámara y suscita el consenso parlamentario), y la reforma de la ley de Turismo, avalada por el sector y que esta semana, previsiblemente, obtendrá la aprobación en el Consejo de Gobierno.

La que es la primera vicepresidenta en la historia de Asturias accedió a una plaza cuyo listón había marcado su antecesor, Juan Cofiño, el "marine" encargado de desembarcar en los asuntos que se convertían en conflicto en el Ejecutivo la pasada legislatura.

Venía Llamedo precedida de la fama de haber sido la "tejedora" paciente de los acuerdos presupuestarios de los que Adrián Barbón sacó pecho la pasada legislatura (conjugando hasta cinco fuerzas políticas con intereses dispares). Llegó a la Vicepresidencia con la actividad municipal y el papel de directora de Cooperación como experiencias de gestión, despertando dudas entre algunos sectores, pero con un bagaje de entrenamiento sólido en la vida orgánica de la FSA. Cuando Cofiño decidió no continuar en el Ejecutivo al conformarse en esta legislatura, Barbón tenía claro que el puesto sería para una mujer. Tras varias conversaciones (con el propio Cofiño entre los interlocutores) Barbón constató que la persona idónea era la que hasta entonces había sido la vicesecretaria de Organización en la FSA.

"Su estilo es distinto: discreta, minuciosa, y es una experta desactivadora de minas", bromean en el Ejecutivo. Y las ha habido en lo que va de legislatura. Gimena Llamedo ha ejercido de "Tédax" en las explosivas relaciones con Izquierda Unida en el seno del Ejecutivo, y también en la coordinación de competencias entre las consejerías de Industria (Nieves Roqueñí) y Ciencia (Borja Sánchez). La ley de Proyectos Estratégicos es una muestra de "cemento interno" en el Gobierno: requiere de la participación de las dos consejerías anteriores y pudiera ser materia inestable en las competencias urbanísticas, en manos de IU.

De manera callada, Llamedo ha empeñado este primer año en superar recelos internos, evitando que trascendiesen algunos roces, que las chispas no hiciesen fuego. Psicóloga de formación, de ella destacan su empatía y empeño para perseguir sus objetivos a todas horas. A todas, porque duerme poco o nada (cuestión genética heredada de su abuela) y su guasap está siempre de guardia. Su refugio personal se llama Martina, su hija.

A la Vicepresidencia suma una Consejería densa que incluye campos variados: Turismo, Reto Demográfico, Igualdad, Empleo Público, Emigración y Transición Digital. Ya solo sus asuntos requieren de una intensa dedicación. Con todo, al triplete legislativo, que requiere de autoridad interna en el Ejecutivo, suma la coordinación de los planes para La Vega y el impulso para las actuaciones en El Cristo, ambos en Oviedo y que requieren el concurso del principal valor municipal del PP: Alfredo Canteli.

La dama es en el ajedrez una pieza ágil, con capacidad para efectuar todos los movimientos y clave para sostener la partida. "Nadie en el Gobierno ni en el partido discute que Gimena Llamedo se ha convertido en esa pieza", señalan fuentes socialistas. En el Ejecutivo de Barbón es el elemento sobre el que pivotan el consenso interno, la relación con el partido y la acción de Gobierno. Más las minas, que no cesan y siempre hay que desactivar a tiempo.

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