Pagar por usar la botella de sidra: la medida con la que los llagareros blindarán el mítico envase

Un reglamento velará por el cumplimiento de la sentencia del Supremo que confirmó que el envase es exclusivo para la producción asturiana

Los representantes del sector que ayer asistieron al acto celebrado en Nava.

Los representantes del sector que ayer asistieron al acto celebrado en Nava. / A. G.-O.

Los llagareros asturianos quieren aprovechar la sentencia a su favor emitida por el Tribunal Supremo en julio del año pasado, en la que se confirma la validez del registro de la tradicional botella de vidrio verde ("molde de hierro") como una marca de la Asociación de Sidra Asturiana (ASSA), para blindar definitivamente este envase y que solo pueda ser utilizado por los elaboradores de la región. Para ello, deberán estar inscritos en el colectivo que preside María Cardín y cumplir un reglamento que se está redactando para garantizar que la botella tradicional que nació en Gijón hace más de un siglo no vuelva a ser utilizada fuera del Principado.

El sector tienen aún muy presente el largo proceso judicial en el que tuvo que embarcarse para evitar que productores de fuera comercializaran sus caldos en la tradicional botella "molde de hierro". Fue un camino arduo, lento y no siempre esperanzador que, finalmente, llegó a su fin el pasado mes de julio con una sentencia histórica del Tribunal Supremo. En ella se reconoce que el registro de la marca del envase corresponde a la Asociación de Sidra Asturiana. Este colectivo acaba de modificar sus estatutos para facilitar que todos los elaboradores de la región puedan hacer uso de la botella sin temor a acciones legales. Eso sí, para ello deberán convertirse en asociados y pagar una cuota que, según adelanta Cardín, no será muy elevada. "Hemos creado una nueva figura de asociado básico para todos aquellos que solo quieran hacer uso de la botella sin el resto de derechos que tiene un miembro normal, por lo que la cuota que deberán pagar es menor. Aún no está decidida, pero tenemos claro que no pondremos algo que dificulte el trabajo de los productores. No es una manera de controlar a nadie, ni mucho menos tiene fin de enriquecimiento", explicó la presidenta de ASSA. El dinero de las cuotas irá destinado a sufragar "los gastos derivados de la protección de la botella", indicó.

Esta medida solo afectará a los elaboradores profesionales, dejando exentos a los de la sidra casera. Aún así, también fueron invitados a participar ayer en una reunión informativa en el Museo de la Sidra de Asturias, con sede en Nava. El encuentro sirvió para despejar dudas y para empezar a marcar el camino que debe seguir el sector a partir de ahora en lo respectivo al envasado.

Actualmente, la Asociación de Sidra Asturiana está integrada por 35 llagares y estima que faltan por asociarse unos veinticuatro. Todos deberán acogerse a la nueva figura de socio básico, si quieren hacer uso de la botella. De no hacerlo, podrán enfrentarse a acciones legales, aunque los propios llagareros las descartan. "Lo que queremos es unir al sector. Es deber de todos proteger la botella", defendió María Cardín.

Por el momento, desde ASSA no se marcan fechas concretas en este proceso. "No trabajamos con urgencia, queremos hacer las cosas bien porque es un proceso complicado y delicado", indicó la presidenta de la asociación. Sus esfuerzos están centrados ahora en la redacción de un reglamento que permita blindar el uso de la botella para asegurarse que no se utiliza para comercializar bebida producida fuera de la región. Quieren, por tanto, que el tradicional envase verde sea destinado únicamente a sidra asturiana, elaborada y embotellada aquí. "Hay que asegurarse de que en la etiqueta no pueda poner sidra hecha de Cantabria", insistió María Cardín.

A la reunión celebrada en Nava acudieron una docena de productores. Todos ellos ven con buenos ojos el proceso que está llevando a cabo ASSA, porque evitará que alguien de fuera de Asturias utilice la botella y haga parecer que es sidra asturiana cuando no es así. "El elaborador de aquí no compite con el resto, pero si no defendemos el uso de la botella frente a la gente que no pertenece a la asociación, perdemos derechos", señaló José Antonio Norniella.

Para solucionar todas las dudas estuvieron presentes Gerardo Martínez y Miguel Hevia, vicepresidente y secretario de ASSA, respectivamente, y Nelly Sánchez, de Garrigues, el despacho de abogados que llevó la lucha ante los tribunales. "Estamos en que no se vuelva a repetir todo el proceso judicial que hemos vivido. Desde el punto de vista jurídico, se trata de garantizar que se hace un uso adecuado de la botella, para no perder el control y esa fuerza distintiva. Si no controlamos cómo se utiliza y que se hace de manera adecuada podemos encontrarnos con que cualquiera vuelva a utilizar nuestro envase", explicó la letrada.

La asociación de llagareros logró que el Supremo confirmara que el uso de la botella de vidrio verde es privativo de los elaboradores de la región tras un largo proceso judicial que se inició en 2019, después de que la cántabra Sidra Somarroza desoyera los requerimientos para que dejara de utilizar el envase registrado por ASSA y que se viene usando en la región desde 1880. Primero, tanto un juzgado de Santander como la Audiencia Provincial de Cantabria habían fallado contra los intereses asturianos.

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