Una oportunidad para Oviedo y para Asturias

La ilusión por la llegada del AVE, la negativa excepción que supone la falta de ancho de vía estándar hasta la ciudad y la necesidad de que el Principado realice una acertada promoción

Trenes en la estación de Oviedo

Trenes en la estación de Oviedo / Irma Collín

Alfredo Canteli

Alfredo Canteli

Parece que llega, por fin, el AVE a nuestra región, aunque sea, como siempre nos ocurre a los asturianos, con muchos matices y algunas desilusiones teñidas de agravios.

Es innegable que la inminente apertura de la Variante de Pajares va a permitirnos contar con una conexión ferroviaria más o menos –en algunos casos, claramente, menos– equiparable en competitividad a la de otros territorios.

Estamos, sin duda, ante una buena noticia que todos deseamos que suponga un cambio trascendental para Asturias y para su capital. Y, por eso, como alcalde de Oviedo, afronto la llegada de la Alta Velocidad feliz y entusiasmado, porque estoy convencido de que el nuevo escenario ferroviario nos va a abrir un abanico de posibilidades nunca antes visto en el Principado. Habrá, así lo espero, positivas repercusiones económicas, turísticas, empresariales e, incluso, demográficas.

Pero no puedo ocultar que también me invade una cierta decepción, pues sé que hasta que el ancho de vía estándar no se extienda hasta la capital –y no detecto interés alguno en el Principado o en el Gobierno de España para resolverlo–, el AVE no llegará verdaderamente a nuestra ciudad, lo que supone un agravio histórico en este país en el que la alta velocidad siempre tiene su estación, directamente, en la capital de las comunidades autónomas y en las capitales de sus provincias. Somos, una vez más, una negativa excepción, fundamentada, exclusivamente, en razones políticas.

Y ese desasosiego aumenta, aún más, cuando pienso que Oviedo necesita, también, y cuánto antes, una estación adaptada para este hito histórico; una estación que, además, apruebe definitivamente la asignatura pendiente de conectar la del tren con la de autobuses, que es una deuda ya histórica del Principado con esta ciudad.

En Oviedo, afrontamos la llegada del AVE con los deberes hechos: somos, gracias al trabajo que hemos realizado, un referente nacional en materia turística y congresual; acaban de nombrarnos Capital Española de la Gastronomía para 2024 y estrenamos ese gran reto celebrando la primera estrella Michelin del restaurante de Nacho Manzano en Oviedo; y nuestra campaña ‘Origen del Camino’ nos ha posicionado a nivel nacional e internacional.

La llegada del AVE –aunque sea así- es una enorme oportunidad.

Ahora sólo falta que el Principado, por encima de campañas publicitarias puntuales y escasas, construya una alternativa de promoción turística sin complejos y con recursos; una alternativa en la que Oviedo estará –siempre que se respete su papel como capital de esta comunidad- para aportar su corazón y su conocimiento como motor turístico y cultura de las mejores Asturias.

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