El aumento de las temperaturas en los últimos años en Asturias, y con ello el clima más suave y templado, provoca alteraciones en la naturaleza y favorece el crecimiento de numerosas variedades de frutas de origen tropical en nuestra tierra. Así, especies como kiwis, chirimoyas, feijoas, aguacates, mangos o caquis, entre otras, encuentran ya en la región un lugar idóneo para crecer.
Uno de los últimos frutos subtropicales que ha sorprendido ver madurar en este hasta ahora caluroso otoño es el tamarillo (cyphomandra betacea), más conocido como tomate de árbol. Un frutal originario de las zonas tropicales de Sudamérica, que también se produce en California, Sudáfrica o Nueva Zelanda, y este otoño también se ha podido encontrar en su punto óptimo de maduración en muchas huertas de Villaviciosa
“Es el primer año que tenemos estos tomates tan raros. Plantamos el arbusto hace un año y creció mucho, casi dos metros, porque está en una zona muy soleyera y resguardada del huerto. No esperábamos esta cosecha tan grande con más de un centenar de tomates. Nos choca que se den tan bien aquí, pero con este tiempo tan loco que tenemos, que parece primavera desde marzo a noviembre, ya se da casi de da aquí cualquier tipo de hortaliza o fruta”, dicen sorprendidos Vicente Iglesias López y María Luz Díaz Fernández por el extraño tomate crecido en un árbol de su huerta del Bustiu.
María Luz, a la que le apasiona conocer alimentos nuevos, ya ha experimentado en la cocina con los exóticos tomates tamarillo, para lo que explica que lo más importante es que tienen que estar bien maduros. “Tienen la piel un poco amarga y los he pelado. La carne es gelatinosa y jugosa, con un sabor agridulce diferente a otros tomates. En casa los hemos tomado crudos o en zumo que está muy rico. Otra sabrosa receta es en ensalada, a la que este tomate le da un toque dulce; también hice salsa de tomate con otras variedades de la huerta, pero sustituí el azúcar por dos tomates tamarillos y quedó muy buena, perfecta. Pero la mejor receta me salió para postre en una macedonia con kiwis, manzana, naranja y plátano. Los resultados fueron muy buenos”, explica la experta cocinera que también quiere experimentar con el tamarillo en compota.
Todo un descubrimiento de tomate hasta ahora desconocido, que además de sorprender por su rico sabor y posibilidades gastronómicas, es un alimento de lo más sano y saludable. Una nueva variedad que madura en otoño, y que se suma así a la gran diversidad de tomates que ya se cultivan en Asturias, con otro peculiar y sabroso tomate de árbol.