E. C.

Los puntos de venta de comida y bebida son habituales en gran parte de las citas festivas del Principado. Ahí están los chiringuitos de San Mateo, en Oviedo, los que se instalan en los Huevos Pintos de la Pola o, sin ir más lejos, los que integran la oferta del Festival de la cerveza que se celebra este fin de semana en Piedras Blancas. Este elemento festivo tiene sus pros y sus contras. Por una parte, es un aliciente para los visitantes, pero, por otra, puede suponer una competencia para los hosteleros habituales de la ciudad. Esto es lo que sostiene la Unión de Comerciantes de Avilés y Comarca (UCAYC), que cree los puestos de venta que se instalarán en la plaza de Hermanos Orbón coincidiendo con el Festival Beltaine perjudicarán los intereses de bares y restaurantes.

Sin embargo, en la vecina Gijón, la Unión de Hostelería no ve las cosas del mismo modo. En opinión de Ricardo Álvarez, presidente de la asociación, los puestos de la «Semana negra» no son una competencia para los profesionales del sector. «Para nosotros, la "Semana negra" es el principio del verano y supone una atracción de público de toda la provincia a Gijón, algo que nos beneficia», explica Álvarez. Los hosteleros no creen que los chiringuitos les afecten negativamente: «La hostelería trabaja, tanto la del sector de restauración como la de copas. Yo puedo decir que estamos en un sector donde siempre puede haber alguien que proteste, pero en un porcentaje muy elevado estamos muy satisfechos de que se haga el certamen de la "Semana negra" todos los años».

El PP, que se ha solidarizado con las protestas de los hosteleros avilesinos, planteará en el próximo Pleno una pregunta al concejal de Cultura, Román Antonio Álvarez, en relación a la guerra de los chiringuitos. Así lo indicó Carmen Rodríguez Maniega, que recientemente se reunió con los representantes de la UCAYC.