Windar prevé exportar en septiembre la primera pieza para aerogeneradores marinos

A. P. GIÓN

El empresario avilesino Daniel Alonso hizo ayer gala de por qué es merecedor de la medalla que le colocó en la solapa el Ministro de Trabajo, Valeriano Gómez. Ni siquiera los nervios y la emoción del reconocimiento a su medio siglo de trayectoria profesional consiguen abstraerlo de su día a día al frente del conglomerado empresarial que lleva su nombre. Minutos antes del emotivo acto, Daniel Alonso anunció que la firma Windar Renovables ha retomado un proyecto relacionado con la energía eólica marina, que había quedado aparcado por la crisis hace dos años. «A partir del mes de septiembre se podrán ver en el Puerto de Avilés nuevas piezas que requerirán de barcos especiales para transportarlas», anunció sin ofrecer más detalles excusándose por la emoción del momento.

En medios empresariales explicaron que Windar Renovables, con sede en Avilés, fabrica la pieza que va a soportar el centro de transformación de un parque eólico marino en Noruega. Se trata del primer ingenio de estas características que se fabrica en el norte de España y permitirá al Grupo Daniel Alonso abrirse camino en el mercado de la producción de energía eólica «offshore», es decir, en localizaciones ubicadas en aguas profundas. Este tipo de piezas tienen un peso que llega a superar las 700 toneladas, por lo que son necesarios buques especiales para su transporte.

El grupo Daniel Alonso, asociado con Gamesa en la empresa Windar Renovables, es uno de los principales fabricantes mundiales de tubos eólicos, los grandes cilindros que sostienen las turbinas de los aerogeneradores. La compañía prevé que el próximo septiembre embarque en el Puerto de Avilés la enorme pieza con rumbo a aguas noruegas.

El homenajeado puso como ejemplo de «síntomas de recuperación» de los mercados el desbloqueo de este proyecto ligado a las energías renovables que Windar Renovables dejó aparcado en 2009 por el complicado contexto económico.