M. PÉREZ

Los dos acusados de un delito de conducción temeraria en la variante de Avilés -J. L. M. H. y F. M. A.- y de una falta contra el orden público por amenazar de muerte al agente de la Policía Nacional que los detuvo -la falta sólo se le atribuye a J.L.M.H.- negaron ayer esas acusaciones en el Juzgado de lo penal número dos de Avilés y aseguraron que todo se debe a una venganza del agente tras una discusión de tráfico.

Según relataron los acusados en la vista oral, el 20 de agosto del año pasado tuvieron un «pique» de tráfico en la variante con un agente de la Policía Nacional que circulaba en un vehículo «camuflado». Según la misma versión, al salir de la variante, en la rotonda de Buenavista, uno de los acusados sacó el brazo por la ventanilla para increpar al agente, lo que habría motivado la posterior detención. «Es una venganza del agente, que se intentó sobrepasar», aseguró Alberto Rendueles, que defiende los intereses de uno de los acusados.

Por su parte, el Ministerio Fiscal, que elevó ayer sus conclusiones a definitivas -a excepción de la alcoholemia positiva que se le atribuía inicialmente a F.M.A.- dice que los dos acusados conducían de forma irregular por la variante de Avilés, intentando adelantarse mutuamente en línea continua y poniendo en peligro a los demás conductores. La Fiscalía también asegura que uno de los conductores se dio a la fuga y cuando fue detenido amenazó al agente.