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«La industria de los cruceros está en fase incipiente; hay pastel para todos»

«La ciudad que sirve de escala debe promocionar el destino en los mercados fuertes, donde se centra la compra de los billetes»

«La industria de los cruceros está en fase incipiente; hay pastel para todos»ricardo solís

Directora de cruceros y marketing de la Autoridad Portuaria de Barcelona

Amaya P. GIÓN

Carla Salvadó Morelló, licenciada en Ciencias Empresariales por la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona y Diplomada en Traducción e Interpretación por la Universidad Autónoma de esta misma ciudad, trabaja para la Autoridad Portuaria de la Ciudad Condal desde 1992. Aquel año, el de los Juegos Olímpicos, pasaron por los muelles barceloneses 130.000 pasajeros. El año pasado fueron más de 2.657.000, convirtiendo al de Barcelona en el Puerto más importante del Mediterráneo de la industria crucerística. Directora de Cruceros y Marketing de la Autoridad Portuaria de Barcelona y consejera de la empresa Cruceros Málaga, propietaria y gestora de las terminales de cruceros del puerto malagueño, Salvadó Morelló clausuró ayer el ciclo de conferencias sobre la ría y el Puerto de Avilés organizada por la Sociedad Económica de Amigos del País de Avilés y Comarca.

-¿Quiénes son los principales beneficiarios del turismo de cruceros?

-En líneas generales, los principales beneficiaros de los cruceros son el Puerto y la ciudad que los recibe. Para los puertos de Barcelona y Málaga son una fuente de ingresos. El de los cruceros es un tipo de turismo en fase incipiente que se puede desarrollar mucho más. Hay oportunidad para todos.

-Pero a una Autoridad Portuaria, como tal, económicamente tampoco le aporta tanto, ¿verdad?

-Para el Puerto de Barcelona no es un negocio, y eso que tenemos muchos. Hacer un muelle cuesta mucho dinero. Pero una Autoridad Portuaria tiene la misión de aportar riqueza a la región a la que sirve. Nosotros no ganamos dinero con la llegada de cruceros, pero cumplimos con esa importante misión.

-¿Cómo atraer una escala?

-Se dan una serie de factores claves para atraer cruceros: las autoridades portuarias tienen que contar con las infraestructuras y servicios necesarios para acoger a estos megabarcos y la ciudad que sirve de escala debe promocionar el destino en los mercados fuertes, donde se centra la compra de billetes. En el turismo de cruceros hay muchos organismos implicados que tienen que estar coordinados y hacer sus deberes. También es importante un trabajo coordinado entre puertos. En España contamos con la ventaja de contar con una inmensa riqueza cultural y turística.

-En el tema de los cruceros, ¿lo más costoso es empezar?

-Empezar cuesta, pero también mantener el listón, conseguir la satisfacción de los que vienen. Todas las compañías de cruceros realizan encuestas de satisfacción y no sólo a los cruceristas (sobre la ciudad visitada, acerca de si han visto cumplidas sus expectativas) sino también a los armadores, sobre las infraestructuras y los servicios de los puertos en los que hacen escala. Si se dan ambas cuestiones y, además, la escala forma parte de un itinerario atractivo, tenemos los principales ingredientes.

-¿Lo tienen más complicado los puertos atlánticos que los del Mediterráneo?

-La industria de los cruceros está creciendo y hay pastel para todos. Muchas rutas parten del Puerto de Southampton (Reino Unido), con itinerarios muy interesantes que ofrecen una oferta cultural brutal y atracciones turísticas formidables. Y no hay que olvidar que si el crucerista se queda satisfecho, se queda con ganas de ver más y vuelve.

-¿Sucesos como el del «Costa Concordia» han hecho daño a la industria de cruceros o ha pasado ya el susto?

-Creo que ha pasado el susto. Coincidió con una época de promoción de cruceros y tras las primeras reacciones la situación ha vuelto a la normalidad. También hay accidentes en la carretera y en el aire y no por eso la gente deja de coger el coche o el avión. Lo que sí es cierto es que sucesos como ése ponen en cuestión muchas cosas, pero la industria de cruceros es muy activa, rápidamente se decide qué medidas adoptar.

-El muelle de cruceros de Avilés, el de San Agustín, tiene la ventaja de que los viajeros desembarcan en la propia ciudad, ¿una ventaja clave?

-Evidentemente es una ventaja. Cualquier aspecto que suponga un mejor acceso a los recursos turísticos y comerciales está muy bien valorado. En Asturias cuentan con la ventaja de tener una región preciosa y accesible, que ofrece muchas posibilidades en cuanto a excursiones se refiere. El ticket del crucero está muy ajustado y las excursiones que ofrece el barco le suponen una fuente de ingresos importante. La posibilidad de rutas atractivas también ayudan a vender un destino.

-¿Ha cambiado el perfil del crucerista? ¿Puede decirse que ya está al alcance de prácticamente todos los bolsillos o sigue siendo un servicio de lujo?

-Se ha popularizado mucho. Las compañías de cruceros han ido adaptando sus barcos a diferentes tipos de viajeros. Los hay de todo tipo, orientados al público español, al alemán, a cualquier nacionalidad, de lujo, otros más populares. El abanico es amplio y la oferta tan grande que hay lugar para todos. Los precios se han ajustado mucho y hacen del crucero una opción vacacional muy atractiva.

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