Elsa Anka sale a escena y parece que es un barco entre olas de color rojo. Elsa Anka -lo dijo después, delante del atril, ante un millar de personas que se juntó anoche en el auditorio del Centro Niemeyer- viste un diseño de Josechu Santana y lanza un deseo. Espera que el vestido le siente tan bien como Santana se merece. Anka y el periodista Juan Luis Mas presentan de la gala final del Certamen al Mejor Joven Diseñador de España: quince diseñadores, quince delegaciones, seis siluetas «look total». Por primera vez fuera de Madrid. En 25 años.

Hasta llegar ahí, hasta que el foco iluminó las creaciones de la primera diseñadora de la noche -Helena Moral, de la delegación de Andalucía Occidental-, pasaron nervios, carreras, resoplidos. Y, sobre todo, más nervios. «¡Uff, cómo están ahí dentro!», exclamó Laura Victoria Valencia, que es la presidenta de la Asociación de Jóvenes y Nuevos Diseñadores Españoles (Ande), los organizadores de la fiesta de la moda nueva. Mientras, una cola enorme rozaba el edificio multiusos del Niemeyer. La noche, mientras tanto, cayó sobre la ciudad de Avilés, que vuelve al «glamour» y a la celebración del momento.

El escenario del auditorio lo presidía una alfombra roja arropada por dos líneas de sillas: periodistas a un lado y el jurado al otro. Con Elio Berhanyer como sombra más ilustre. «Los miembros del jurado ya han tocado las creaciones, han estado en el backstage, conocen lo que van ver», promete Valencia en la misma boca del escenario, junto a la alcaldesa Pilar Varela y el director general de Comercio, Julio Zapico, los dos con ganas de conocer qué se va a desarrollar durante hora y pico sobre el escenario del Niemeyer. «El orden de salida es el alfabético», añade. Y Asturias no es la segunda. «Asturias sale la penúltima, antes de Región de Murcia: Principado de Asturias», apunta. La diseñadora asturiana es Adriana Miranda. Todos, de momento, en los bajos del escenario.

Los técnicos de sonido y de luces fijan su mirada en el escenario, en los dos puentes de focos. Los acomodadores ayudan a los espectadores. Hay filas reservadas a autoridades, a representantes de las cámaras de comercio, a las cámaras... Los fotógrafos tiran a los miembros del jurado, que posan frente a los «photocalls», que sonríen, que vuelven a sonreír... Espectadores que son modelos, que parecen modelos. Y Elio Berhanyer, que accede al «foyer». Los fotógrafos de la parecen como de casa.

Finalmente, 24 modelos (18 chicas y 6 chicas) y otros tantos peinados de Fermín. Marta García, al cargo del maquillaje. Un espectáculo sobre las tablas, otro, de puertas para dentro. Los que ganen tendrán un «stand» en el salón «Who's Next Prêt-a-Porter Paris», una celebración bianual, en la Porte de Versailles, capital mundial de la moda. «Ana Olozábal presentó allí su trabajo. Ganó en el certamen que convocamos el año pasado», cuenta Laura Victoria Valencia. «Y hoy está aquí, es uno de los jurados», añade. Los otros, junto al propio Berhanyer, Pilar Fernández, Ana Locking, Carlos Díaz y Virginia Abzueta, todos, diseñadores. Maribel Ortiz, la vizcondesa de Garci-Grande, la ex Miss España Paquita Torres y Charlorte Fortunet, la representante de «Who's Next Prêt-à-Porter». Todos tienen que medir «la innovación, los materiales y la capacidad de comercialización las creaciones», explica Valencia, cuando ya todo ha empezado. «Los diseñadores tienen que tener una idea clara de mujer», añade y Elsa Anka entonces enciende la noche.

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