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La larga vida útil de los libros

El AMPA del Instituto de La Magdalena reparte entre 147 alumnos 647 manuales escolares gracias a las aportaciones de las familias a un banco de segunda mano

La larga vida útil de los libros

Los bancos de libros en los colegios e institutos se han convertido en una fórmula cada vez más utilizada por su doble perspectiva: la ayuda a las familias con menos recursos y la reutilización de los manuales. En el IES de La Magdalena su uso se ha incrementado de manera notable en los últimos años. Aurora Muñiz, presidenta del AMPA del centro educativo, explicó que en el curso 2011-2012 se entregaron 96 libros de texto a 29 familias, en el curso 2013-2014, han conseguido reunir 647 libros que benefician ya a 147 estudiantes.

"Es muy importante la aportación de las familias y más en estos momentos, en los que económicamente es duro para algunas gastar tanto dinero en libros", comentó Muñiz. La presidenta del AMPA aseguró que este año han conseguido incrementar los ejemplares de libros destinados a la etapa de Bachillerato ya que hasta ahora había "un vacío importante".

Aurora Muñiz explicó que para que el banco de libros funcionara fue necesario la implicación de toda la comunidad educativa del centro. Así, comentó que cuando comenzó la iniciativa (en el curso 2011-2012) se habló en el Consejo Escolar de la importancia de que no hubiera grandes cambios de libros cada año. "Se tomó el acuerdo de intentar mantener los mismos manuales en cada asignatura unos cuatro o cinco años. Y si por ejemplo una editorial introduce pequeños cambios en el libro, nos organizamos entre todos para que los alumnos puedan hacer una fotocopia de esa parte. El problema vendrá el año que viene con el cambio de la ley; no sabemos cómo nos puede afectar", aseguró.

La presidenta del AMPA explicó que en la actualidad muchos de los libros de texto vienen en diferentes volúmenes y, por ello, se hizo eco del problema que se están encontrando algunos padres que no pueden adquirir en algunas librerías o grandes superficies los fascículos de forma independiente. "En muchos sitios no venden, por ejemplo, el libro y el cuadernillo de actividades por separado, por lo que los alumnos se ven obligados a comprarlo todo cuando nosotros les podemos dejar el libro", expuso Muñiz.

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