El abogado que representa a la Fundación en el "caso Niemeyer", Alejandro Riera, solicitó ayer por escrito en el juzgado de primera instancia e instrucción número 2 de Avilés la imputación del exsecretario de la entidad, José Luis Rebollo, en el conocido como "caso Niemeyer", según ha podido saber este periódico. Hasta el momento están imputados de forma provisional en el procedimiento abierto a instancias de la actual presidenta de la Fundación del Niemeyer (la consejera de Cultura Ana González), el exdirector del Centro, Natalio Grueso; la que era su esposa, J. P.; y un exempleado de la agencia de viajes que trabajaba con el Niemeyer, J. M. V. El letrado también pidió al juez que instruye el caso que se cuantifique el perjuicio económico que la supuesta trama de los viajes supuso para las arcas del complejo.
El representante legal de la entidad dio este paso el mismo día que el perito fiscal que colabora en la investigación ratificó el informe que elaboró tras la denuncia que presentaron los actuales gestores del Niemeyer. Así, el funcionario de Hacienda confirmó ante el juez que hubo irregularidades en la contabilidad del equipamiento avilesino en el periodo comprendido entre los años 2007 y 2011 en el marco de "un entramado" del que se beneficiaban directamente Grueso y su exmujer, y que tuvo como "ejecutor material" y también beneficiario a J. M. V. También aseveró que el exsecretario de la Fundación, José Luis Rebollo, "era conocedor de las anomalías existentes" y que no sólo no denunció los hechos ante los patronos, sino que junto a Grueso presentó para su aprobación cuentas que sabía que no reflejaban la verdadera naturaleza ni la situación económica de la entidad".
Las fuentes consultadas explicaron que el perito, a preguntas de las partes, no dijo nada distinto a lo que recogió en el informe. Ese documento, cuyo contenido adelantó este periódico, concluía que la Fundación del Centro Niemeyer bajo la presidencia de Natalio Grueso gastó más de lo que ingresó desde que germinó, en 2006, hasta 2011. Y que la facturación de ciertos servicios en años posteriores a la fecha en que se prestaron (todos ellos relacionados con la agencia proveedora de viajes) permitió maquillar la formulación de las cuentas de la entidad. El informe subraya que entre 2007 y 2010 "más del 60 por ciento de las facturas emitidas por Viajes El Corte Inglés son anómalas; es más, es tal el descontrol que se dan casos de facturas en los que se ha alterado el contenido de alguno de los servicios y, después, o se han sustituido por otras falsas o no se han contabilizado".
