La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un proyecto de gran relevancia científica y tecnológica

La avilesina Asturfeito construirá el sistema central del futuro mayor telescopio del mundo

La empresa obtiene el contrato para fabricar el armazón de 450 toneladas que deberá moverse con agilidad y total precisión en el observatorio proyectado en Chile

La avilesina Asturfeito construirá el sistema central del futuro mayor telescopio del mundo

El gran telescopio que revolucionará el estudio del universo tendrá sello avilesino. La compañía Asturfeito, con instalaciones en Tabaza y en el polígono de la ría, participará en la construcción del Gran telescopio de rastreo sinóptico (LSST) que se ubicará en Chile, en cerro Pachón, y que está llamado a transformar el estudio del cosmos y sus secretois. La firma asturiana suministrará el corazón de la nueva instalación astronómica terrestre, el sistema central del telescopio: un equipo de 16 metros de diámetro y 450 toneladas de peso (el equivalente a 400 coches) que permitirá mover el complejo sistema. Se trata de un auténtico reto desde el punto de vista de la ingeniería: en periodos de pocos segundos el sistema tiene que desplazar toda la estructura, volver a detenerse con total precisión y repetir esta operación durante toda la noche, ofreciendo una vida útil de al menos veinte años.

Treinta y cuatro universidades y laboratorios nacionales de los Estados Unidos se han unido en una sociedad público-privada, Aura (Asociación de Universidades para la Investigación Astronómica) para construir el LSST, entidad que ha adjudicado al consorcio formado por Asturfeito y Ghesa Tecnología y Consultoría el contrato para el equipo principal de la instalación. La empresa avilesina compitió por este contrato con firmas americanas, italianas y alemanas, según fuentes de la compañía.

El proyecto es "llave en mano", es decir, el alcance de los trabajos que acometerá Asfurfeito para el proyecto incluye el diseño, la ingeniería, la fabricación, la instalación eléctrica y la electrónica, las pruebas en taller, el desplazamiento y el montaje, así como la puesta en marcha definitiva. El equipo viajará en barco hasta el país de destino, pero desmontado y en contenedores. En Chile habrá que montarlo de nuevo, como si fuese un mecano, en Cerro Pachón, a 2.500 metros de altitud. El proyecto se encuentra en fase de diseño e ingeniería, en la que está colaborando la compañía asturiana, y comenzará la fabricación en 2015. La entrega está fijada para 2018. Está previsto que el telescopio comience a funcionar en 2019 y que sus operaciones científicas se inicien en 2022.

El LSST estará compuesto por un espejo primario de 8,4 metros junto con la mayor cámara digital del mundo, de 3,2 millones de píxeles. El complejo podrá captar unas 800 imágenes digitales del cielo cada noche durante una década, entregando más de 30 terabytes de datos por jornada. Con esta ingente cantidad de imágenes se construirá por primera vez una película del cielo y un mapa en tres dimensiones del universo con una profundidad y detalle sin precedentes, que permitirá avanzar en preguntas aún sin respuesta de la astronomía y la física. La instalación permitirá detectar desde asteroides cercanos a la Tierra potencialmente peligrosos hasta explosiones de estrellas masivas en el universo distante, así como indagar los misterios de la materia oscura y energía oscura, dos de los mayores desafíos en el estudio del universo.

El proyecto total tiene un presupuesto de 473 millones de dólares hasta 2022 y cuenta con el patrocinio de la Fundación Nacional de Ciencias de los Estados Unidos. Partes del plan están financiadas por el Departamento de Energía de los Estados Unidos y también recibe financiación adicional de donaciones privadas, entre ellas la del empresario Bill Gates, cofundador de Microsoft. Una característica única del proyecto es que la base de datos estará disponible para toda la comunidad, es decir, cualquier persona podrá acceder a los datos que se obtengan con el LSST desde el ordenador de su casa.

Asturfeito se adentró hace ya más de una década en el campo de lo que hoy se conoce como "la industria de la ciencia". La empresa avilesina colaboró con la fabricación, el montaje y las pruebas de vacío de diversos equipos mecano-soldados para el acelerador de partículas del Laboratorio Europeo para la Investigación Nuclear (CERN), con sede en Ginebra, y que busca avanzar en la composición del universo y su origen. La firma que preside Belarmino Feito también trabajó para el gran telescopio de Canarias (Grantecan), es firma suministradora de la NASA, suministró las estructuras para 25 antenas del mayor observatorio astronómico en tierra del mundo (el proyecto ALMA, inaugurado en 2013 en los Andes chilenos) y también trabaja en la ejecución del proyecto "Raege", vigente en la actualidad. En él Asturfeito -en consorcio con la compañía alemana MT Mechatronic- fabrica y monta en destino las antenas que permiten medir el desplazamiento de las placas tectónicas para prever seísmos. La firma avilesina es también la encargada de dar la asistencia técnica para su puesta en marcha. Hasta el momento, Asturfeito ha ejecutado e instalado antenas para el proyecto "Raege" en Yebes (Guadalajara), Santa María de las Azores (islas Azores portuguesas) y Japón. Está a punto de montar una cuarta en Tenerife y se encuentra en la fase de fabricación de otras dos que se ubicarán en el Ártico noruego.

El 18 de noviembre Asturfeito celebra sus bodas de plata. Hace 25 años que el somedano Belarmino Feito abrió un pequeño taller de 40 metros cuadrados en la Fuente de la Plata, en Oviedo. Asturfeito da ahora empleo a más de 180 personas en sus instalaciones de Tabaza y el Parque Empresarial Principado de Asturias, y sus campos de trabajo son, además de las grandes instalaciones científicas, los sectores petrolífero y gasístico, el nuclear y el siderúrgico. Y también ahora la empresa ayuda a que la humanidad indague en los misterios del universo.

Compartir el artículo

stats