Piedras Blancas, Inés MONTES
La iniciativa del Ejecutivo regional socialista de erigir en las fosas comunes los monolitos que le costaron el cargo al exdiputado de IU Ángel González, condenado a siete años de inhabilitación especial para empleo o cargo público por un delito de prevaricación administrativa tras adquirir los monolitos cuando era viceconsejero de Bienestar Social del Gobierno asturiano, vuelve a ser motivo de polémica. El Principado avisó al gobierno castrillonense, de IU, de la intención de colocar uno de los polémicos monolitos en la fosa común de La Lloba y a vuelta de correo la Alcaldesa, Yasmina Triguero, pidió al Principado la compra de la finca de La Lloba en la que se supone hay una fosa común de la Guerra Civil española para poder proteger debidamente el enterramiento y señalizarlo. "La finca de La Lloba en la que todos los historiadores ubican una de las fosas comunes del concejo es de propiedad privada y está catalogada como rústica en el catastro. Nuestra propuesta al Principado es que la compre, como ya hizo en otros casos similares, para señalizarla con el monolito y protegerla para que no se pueda hacer nada en ella", señaló la Alcaldesa.
El Principado proyecta colocar el monolito en la fosa común de La Lloba en el marco de la campaña que comenzó hace unas semanas para completar la instalación de las placas en los enterramientos incluidos en el Mapa de Fosas de Asturias. De las cinco fosas comunes que el Mapa de Asturias ubica en Castrillón, la más importante, la del Pinar de Salinas, fue la primera de Asturias en la que se instaló un monolito, en febrero de 2011. En Castrillón, además de las fosas del Pinar y de La Lloba, el mapa incluye otro enterramiento en la parroquia de Pillarno y dos más al sureste de Piedras Blancas. El Principado quiere poner una placa con la leyenda: "A los que dieron su vida por la libertad y la democracia". El Gobierno regional quiere el permiso de los propietarios de la finca pero, de todos modos, proyecta instalar el monolito a unos 200 metros del enterramiento. Familiares y miembros de la Asociación de la Memoria Histórica de Avilés rechazan la instalación de un monolito en la fosa común de La Lloba y solicitan su apertura.
La fosa de La Lloba tiene su origen en una trinchera excavada durante el verano de 1937 para frenar un posible ataque sublevado desde el sector de Pravia. A mediados de noviembre de ese mismo año comenzó a ser utilizada como fosa común. Los testimonios recogidos en el pueblo de Santiago del Monte y entre las familias de las personas desaparecidas indican la posible existencia en la zona de numerosos cadáveres. A partir de estudios cartográficos se está acotando su localización exacta. En el año 2003, la Asociación de la Memoria Histórica Asturiana promovió la conservación de esta fosa y logró preservarla de las cercanas obras de la autovía del Cantábrico, según explican en el estudio "La memoria histórica en el concejo de Castrillón" encargado por el Ayuntamiento a Pablo Martínez Corral y Azucena López.
La fosa del Pinar de Salinas data de la etapa de la represión franquista de la posguerra y fue uno de los primeros lugares utilizados para los enterramientos en Castrillón, dadas su extensión, su localización y sus condiciones del terreno, muy arenoso. Los testimonios recogidos por ambos historiadores señalan el pinar como área de fusilamiento y una zona en la que se encontraron cadáveres incluso en la década de los sesenta del pasado siglo.
Las fosas comunes castrillonenses no sólo albergan cadáveres de ciudadanos de Castrillón, también de Avilés y de otras localidades de la comarca como Soto del Barco, Pravia o Muros de Nalón.
